08 Mayo 2018
MARIO CABALLERO
ALBORES
“Hay muchos mundos, pero están en éste”, escribió Paul Éluard. En sintonía con ese lema, el proyecto de gobierno de Roberto Albores Gleason ofrece una alternativa sobre la búsqueda del desarrollo y oportunidades en un estado que compite con los estados más marginados del país en pobreza y olvido.
Albores Gleason es quizá el candidato más criticado de todos. El simple hecho de ser priista lo ha colocado en el centro de campañas negativas. Dicen que es igual de corrupto que el partido que lo respalda. Muchos aseguran que su postulación fue una exigencia ordenada por el mismísimo Aurelio Nuño, aunque finalmente los partidos que conforman la coalición “Todos por Chiapas” lo eligieron como su candidato a través de una consulta y con ello le dieron mayor legitimidad a la candidatura que hoy ostenta.
También hay quienes crearon los rumores de que su imagen y proyecto está siendo respaldado por Juan Sabines Guerrero, pero cuando éste se refirió a Velasco Coello como un traidor y cobarde que ha destruido al estado, Albores Gleason lo enfrentó y reprobó la falta de autoridad moral del exgobernador, porque él sí al finalizar su administración dejó 300 mil chiapanecos más en la pobreza y un adeudo que supera los 40 mil millones de pesos, y sin ningún mérito personal ni profesional fue nombrado cónsul en Orlando, Florida.
De haber sido ciertos los rumores de que Sabines Guerrero es su padrino político y principal benefactor, en lugar de que Albores saliera a contestarle la afrenta se hubiera quedado callado. Así de simple.
En fin, la dura crítica hizo de Roberto Albores un personaje polémico, y recordemos que la polémica no merma, sino fortalece. Y esto podemos constatarlo en sus actos de campaña que son auténticas fiestas multitudinarias. En el comienzo de su travesía por la gubernatura se reunió con 3 mil jóvenes en Tuxtla Gutiérrez, y ese mismo día lo siguieron 30 mil personas en Tapachula. No lo mermaron, lo fortalecieron.
Su trayectoria política inició en 1996 cuando se integró a la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) y al Frente Juvenil Revolucionario, filiales al PRI. Con apenas 27 años de edad ocupó la titularidad de la Secretaría de Fomento Económico, y de 2007 a 2008 fue secretario de Turismo y Proyectos Estratégicos, ambos puestos en el gobierno estatal.
Después fue diputado federal y en reiteradas ocasiones subió a tribuna para abordar los temas de derechos humanos y pobreza extrema. El 29 de agosto de 2012 tomó protesta como senador con el voto de más de un millón 33 mil chiapanecos. La creación de las Zonas Económicas Especiales es una de las iniciativas que impulsó desde el Senado de la República. Él la inspiró, colaboró en la planeación y desarrollo y nunca descansó hasta que ésta fuera una realidad en Chiapas, inaugurada por el presidente Peña Nieto en septiembre de 2017.
Con esas credenciales, Roberto Albores es hoy candidato a gobernador y miles de personas simpatizan con su proyecto. ¿De qué sirvió entonces la guerra sucia en su contra si hasta el momento no han podido frenar su aceptación en los electores? Debemos tomar en cuenta que tanto odio no hubiera sido necesario si quienes lo agreden no lo consideraran el enemigo a vencer.
Así que las dificultades que le pusieron para acceder a la candidatura no lo derrotaron, sino le dieron mayor solidez y corpulencia. Tal vez por eso el eslogan de su campaña es “Ni me asusto, ni me rajo”, aunque por encauzar una contienda que ha logrado superar muchos desafíos también le quedaría el título: “Prohibido rendirse”.
¿PERIODISMO SICARIO?
“Una cosa es que expongas tu punto de vista y argumentos, y otra diferente es insultar, agredir y por supuesto provocar reacciones violentas”, escribió Maricela Rosales en su artículo en el portal Animal Político en referencia al escándalo protagonizado por el periodista Ricardo Alemán, que por un retuit fue linchado en los medios y perdió su trabajo en Televisa.
Alemán fue acusado de promover la violencia y, especialmente, el asesinato de Andrés Manuel López Obrador a través de la red social Twitter. El sábado pasado, el citado comunicador leyó el tuit de un tercero y lo movió diciendo: “Les hablan!!!”, dos palabras que a mi opinión no hacen más que avisar o advertir de algo. El mensaje decía: “A John Lennon lo mató un fan. A Versace lo mató un fan. A Selena la mató una fan. A ver a qué hora, chairos (apelativo de los seguidores de AMLO)”.
Si algo distingue a las redes sociales es la permisividad que dan a cualquiera para ofender, censurar, difamar, escarnecer y hacerlo en completo anonimato. No hay reglas claras para su utilización. Si por un lado presentan un avance para la comunicación y la inmediatez de la información; por el otro, permite manipular los datos y convertirlos en campañas de difamación a conveniencia de políticos, partidos, empresarios, medios y organizaciones de todo tipo.
Sin embargo, ¿por qué tanta saña contra Ricardo Alemán? ¿Por qué no ha pasado lo mismo contra otros periodistas, líderes de opinión, escritores o políticos que incluso con groserías han denigrado los símbolos patrios, a ancianos, a personas con capacidades diferentes o al presidente Peña Nieto?
Debemos reconocer que Ricardo Alemán es uno de los principales críticos de López Obrador. En su columna en Milenio decenas de veces ha mostrado al dueño de Morena al desnudo, tal como es y no como aparenta ser. Con fundamentos y datos reales emite una opinión en la que demuestra por qué nunca estará de acuerdo con AMLO y propone una tesis de por qué no le conviene a México como presidente. ¿Es ese el motivo por el que fue duramente ajusticiado? Tal vez. Como dijo el poeta Jaime Sabines: “Yo no lo sé de cierto. Lo supongo”.
Lo que sí sé de cierto es que uno de los primeros que iniciaron la hostilidad fue el columnista del diario La Jornada, Julio Hernández, “El Astillero”, que nunca ha ocultado su simpatía con Andrés Manuel y de vez en vez utiliza su espacio para promover la imagen del tabasqueño. Aparte, hay que notar que los que le hicieron bulla a Hernández fueron todos seguidores del candidato de Morena y alguno que otro oportunista. A río revuelto, ganancia de pescadores, dice un refrán.
Pero ¿por qué nadie se indignó cuando John Ackerman, periodista muy cercano a AMLO, amenazó con que habrá “chingadazos” si no gana López Obrador? ¿Por qué nadie dijo nada aquella ocasión en que la CNTE, agrupación de maestros también ligada a AMLO, manifestó que impedirían a cualquier costo el triunfo del PRI en las elecciones del 1 de julio? Eso de “a cualquier costo” sin duda alguna incita a la violencia y habla de que presumiblemente los profes están dispuestos a matar o a morir.
No hay que olvidar que el secretario de Arte y Cultura del Comité Ejecutivo de Morena, Paco Ignacio Taibo II, aseguró en un mitin organizado contra la Reforma Energética que quienes generaron la ley tenían como destino final el Cerro de las Campanas, donde serían fusilados por traidores. Sí, leyó usted bien: “fusilados”. ¿Y por qué en ese caso ningún mexicano se encolerizó, ni hizo rabieta, ni exigió al escritor que se retractara de lo que dijo?
Por donde queramos verlo, no hay en todo esto un ápice de congruencia. No hay razonamientos. Tampoco es un acto de civilidad o en defensa de los valores y las buenas costumbres. Estamos ante la mayor demostración de intolerancia.
Ricardo Alemán quizá tuvo un desliz, se equivocó al difundir un mensaje que ni siquiera era suyo, y terminó aplastado por los seguidores de AMLO que no aceptan que alguien piense distinto a ellos, que no toleran que alguien no esté de acuerdo con el proyecto de López Obrador, que estás con ellos o en su contra, y si es esto último bien mereces ser repudiado, agredido y humillado.
Lo que preocupa es que si este atentado contra la libertad de expresión fue ahora, ¿qué pasará si Andrés Manuel López Obrador gana la Presidencia?
PARA MAGDALENA
Primita, en contra de lo que muchos aseguraban, resultó loable el desempeño del diputado Williams Osvaldo Ochoa Gallegos al frente del Congreso del Estado de Chiapas. Ha propuesto una dinámica agenda legislativa, ha logrado brindarle autonomía al parlamento local y dado soluciones a los diferentes problemas que aquejan a los chiapanecos. Ha demostrado ser un excelente operador político. Además, ha colaborado con el Poder Ejecutivo para sostener la gobernabilidad. Bien. El Congreso ahora sí trabaja para los chiapanecos… ¡Chao!
@_MarioCaballero