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LETRAS DESNUDAS

29 mayo 2018

MARIO CABALLERO

NO SIN NOSOTROS

Las imágenes lucen espectaculares. Desde el ángulo en que son tomadas pareciera que uno está mirando el mar infinito, pero se trata de un mar de personas congregadas en pos de un político. La mayoría de éstas muestran calles convertidas en ríos de gente, parques que albergan multitudes, templetes que a todo lo alto encumbran al candidato que está frente a un paisaje de hombres, mujeres y niños con cientos de banderas ondeando y que vitorean su nombre.

Rutilio Escandón Cadenas (Morena) y Fernando Castellanos Cal y Mayor (PVEM) son dos de los cinco candidatos al Gobierno del Estado que más han sorprendido con eso. Y han sorprendido porque no se puede creer que siendo dos políticos desconocidos tengan tanto respaldo. Podrán ser identificados entre la clase política y por la sociedad capitalina, pero su fama no alcanza para reunir a miles de chiapanecos en los distintos municipios donde se han presentado.

¿A qué se debe pues que miles los sigan? Uno de los factores principales es que detrás de ellos hay dos personajes de mucho peso político, capacidad de convocatoria y son dueños de una sólida organización.

ERA

Por un lado está Eduardo Ramírez Aguilar que con apenas 40 años de edad ha logrado construirse una imagen pública respetable. Ha sido regidor, dos veces presidente municipal de Comitán de Domínguez y en 2012 obtuvo un escaño en la Cámara de Diputados al que declinó por aceptar la Secretaría General de Gobierno a invitación del gobernador Manuel Velasco Coello, puesto que ocupó hasta mediados de 2015.

A lo largo de tres años, Lalo Ramírez palpó las fibras más sensibles del estado, conoció las necesidades de la gente y el hambre que permea en varias regiones de Chiapas. Con gran sentido humano, poniéndose en los zapatos del otro, hizo valiosos esfuerzos para mejorar las condiciones de vida de miles de familias. Asimismo contribuyó en la solución de conflictos políticos, obreros, agrarios y religiosos, siempre proponiendo el diálogo y la cultura de la tolerancia como vías de solución y reconciliación.

En mayo de 2015, asumió la dirigencia estatal del PVEM y el primero de octubre del mismo año fue elegido presidente del Congreso del Estado. En este último cargo logró conducir con autonomía al poder legislativo proponiendo una agenda de trabajo que lo llevó a recorrer a los entonces 122 municipios de la entidad y conjuntó a los 40 diputados que trabajaron con esmero en la solución de los temas más preocupantes de Chiapas, en la aprobación de nuevas leyes y en las reformas que nos dio una Constitución Política más humana, más nuestra y más ad hoc a las necesidades actuales de los chiapanecos.

Si por un lado el trabajo legislativo fortaleció su carrera y prestigio como servidor público, las decisiones que tomó como presidente estatal del Partido Verde lo consagraron como un verdadero líder político.

En 2012 el PVEM se había convertido en la primera fuerza política en el estado ganando la gubernatura, 47 alcaldías y fue mayoría en el Congreso local. Pero en 2015, bajo la dirección de Ramírez Aguilar, conquistó 59 presidencias municipales, que equivale a gobernar a más de 3 millones 500 mil chiapanecos, mayor representación en el parlamento y el 45 por ciento de la votación federal. Sin duda fue una gran elección.

Por eso no fue extraño que Eduardo Ramírez lograra reunir a decenas de miles de personas en el Movimiento por la Dignidad.

Ahora que está con MORENA, no cabe duda que es él quien está detrás de la multitud que acude a los mítines de Rutilio Escandón. Es gracias a su poder de convocatoria que el candidato morenista no está solo en sus actos de campaña porque más allá de ser un perfecto desconocido, es un funcionario que nunca salió a darle la cara a la sociedad, es un tipo despersonalizado, sin carisma y sin propuestas convincentes.

ENOC

Por el otro lado está Enoc Hernández Cruz, un hijo de campesinos que tuvo que dejar su tierra y su familia para poder desarrollarse profesionalmente. Es un hombre inquieto, fervoroso de Dios, que se hizo un político exitoso por su manera diferente de ver y hacer política.

Es originario del municipio de Jiquipilas, ciudad en la que estudió toda su educación básica, porque fue en San Cristóbal de las Casas donde cursó la licenciatura en Derecho y donde encontró su vocación de servirle al prójimo. Al terminar sus estudios profesionales combinó la abogacía con el oficio de comunicador dirigiendo el programa radiofónico que él fundó y llamó “La Ciudad: Periodismo joven en radio”.

Fue a través de los micrófonos que se dio a conocer como un auténtico líder, denunciando abusos de poder, haciendo servicios sociales y motivando una infinidad de campañas altruistas. La gente lo vio con buenos ojos, así como empresarios y diversas organizaciones, que lo motivaron a incursionar en la política.

Con ese respaldo de la sociedad ganó la presidencia municipal de San Cristóbal para el periodo 2002-2004. Lo primero que hizo fue sanear las finanzas del municipio, limpiar la nómina, gestionar recursos para la obra pública y mejorar la infraestructura eléctrica con cableado subterráneo en 54 manzanas que fue instalado en un tiempo de tres meses y con una inversión de más de 30 millones de pesos. Asimismo, instituyó la Medalla al Mérito Ciudadano “Dr. Manuel Velasco Suárez”, estableció el Festival Cervantino Barroco, entre otros logros que lo colocaron en el corazón de la gente.

Después de eso obtuvo una curul en el Congreso local. Y por la amistad que tiene con la familia Velasco Coello desde hace más de una década, el 15 de mayo de 2013 fue nombrado titular del Instituto de Capacitación y Vinculación Tecnológica del Estado de Chiapas (ICATECH), dependencia a la que con esfuerzo y dedicación colocó entre los tres centros de capacitación más importantes del país. Por el trabajo que realizó desde ahí, hoy cientos de hombres y mujeres de todo el estado tienen posibilidades de autoempleo y de mejorar su calidad de vida.

“La primera responsabilidad de un líder es definir la realidad. La última es dar las gracias. Entre ambas circunstancias, el líder es un sirviente”, escribió Max De Pree. Por los buenos resultados obtenidos durante su gestión al frente del Icatech, Enoc Hernández había demostrado ser un servidor público valioso, pero aún venía una etapa más en su vida.

Cuando dejó la dirección del Icatech fue para crear el partido político Podemos Mover a Chiapas, del que asumió la primera dirigencia estatal y emprendió una cruzada por todo el territorio chiapaneco para dar a conocer las propuestas del nuevo instituto político. En menos de nueve meses ya tenía una estructura fuerte con comités municipales en casi todos los municipios del estado. Y con menos de un año de existencia participó en las elecciones del 19 de julio de 2015.

De manera inédita para un organismo de reciente creación, Podemos Mover a Chiapas se convirtió en la cuarta fuerza política del estado, sólo detrás del PVEM, PRI y Chiapas Unido. En esos comicios, Hernández Cruz hizo que el partido compitiera con 108 candidatos a presidentes municipales y 24 a diputados locales. Ganó casi una docena de alcaldías, 54 regidurías y una importante fracción parlamentaria en el Congreso del Estado.

Actualmente ese partido cuenta con miles de militantes en todo Chiapas y con una base partidista sólida y unida.

Sin esa fina organización que construyó Enoc Hernández en Mover a Chiapas, el proyecto a la gubernatura de Fernando Castellanos estaría a la deriva. Y el candidato del Verde lo sabe bien que por eso nombró públicamente al líder moral del partido morado en su coordinador de campaña, un cargo demasiado pequeño para la estatura del jiquipilteco.

ESTRELLAS SIN LUZ

A todo esto podemos concluir que en el caso de que Rutilio Escandón o Fernando Castellanos ganen la gubernatura de Chiapas, será por el fuerte empuje que les dieron tanto Eduardo Ramírez como Enoc Hernández, según corresponda. ¿Por qué? Porque hasta el momento han demostrado ser dos estrellas que necesitan de la luz del sol para poder brillar.

Si pierde Rutilio será porque no dejó de imitar a Andrés Manuel López Obrador y no pudo crear su propio proyecto de gobierno de acuerdo a las necesidades de Chiapas; será porque Fernando Castellanos no logró demostrar que en verdad merecía la candidatura. Porque al final de cuentas no son los asesores y los operadores políticos los que ganan los votos, sino los candidatos y sus propuestas. ¡Chao!

@_MarioCaballero

 

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