27 junio 2018
MARIO CABALLERO
EL CANDIDATO ANTISISTEMA
De los cinco candidatos al Gobierno del Estado quizá sea José Antonio Aguilar Bodegas el que menos presentación necesite. Lo conocen en todo Chiapas así como él conoce cada rincón del estado. Se sabe que es de Tapachula, que fue priista por más de cuarenta años y que renunció al “Nuevo PRI” por la descomposición, el autoritarismo y la pérdida de valores de ese instituto político que dejó de caminar con la sociedad.
También que es un personaje de gran experiencia en el servicio público, que ha desempeñado diversos cargos administrativos en los ámbitos federal y estatal y que ha sido diputado local, presidente del Congreso del Estado, diputado federal, senador de la República y alcalde de su tierra natal. Y que hace algunos meses el gobierno intentó intimidarlo con una investigación en su contra con tal de hacerlo declinar de sus aspiraciones a la gubernatura.
Pues bien, sucede que Josean, como también es conocido el candidato del PAN-PRD y Movimiento Ciudadano, publicó un mensaje hace unos días a través de sus redes sociales en el que exhibe una valiosa información acerca de la deuda pública estatal contraída durante el gobierno de Juan Sabines Guerrero. Nos habla del monto total del endeudamiento, de los miles de millones de pesos que se han pagado sólo en intereses en los últimos años, del fraude que representó la construcción de la Torre Chiapas y de la bursatilización al Impuesto Sobre Nóminas.
Para terminar su mensaje pide que se tome muy en cuenta esa información para no votar a ciegas el próximo 1 de julio, y remata: “No te dejes amedrantar. No la vendas, no alquiles tu credencial. No hay ninguna justificación, ni la pobreza, ni el temor, ni la debilidad, ni siquiera la falta de atención para que empeñes tu futuro, el de tus hijos y el de tus nietos. Piensa en la vida de ellos de aquí a treinta años. Esto es lo que vas a determinar con tu voto”.
¿Qué connotación política tienen las declaraciones de Aguilar Bodegas? Le agradezco, piadoso lector, me acompañe a revisar el contenido de las declaraciones para luego responder a esta pregunta en líneas más adelante.
… ASÍ LAS COSAS
Juan José Sabines Guerrero gobernó el estado de Chiapas de 2006 a 2012. Llegó al gobierno por imposición del exgobernador Pablo Abner Salazar Mendiguchía, que dispuso de todo el aparato gubernamental para heredarle el poder a quien creyó lo protegería de pisar la cárcel. Después de un breve conflicto político, Sabines encarceló a Salazar el 7 de junio de 2011 acusado por los delitos de peculado, asociación delictuosa, abuso de autoridad y abuso en el ejercicio de la función pública. Si traicionó a su benefactor, ¿por qué tendría que respetar al pueblo?
Al término del gobierno sabinista, Chiapas había quedado convertido en el estado con la segunda deuda pública de crecimiento más acelerado en el país, sólo después de Coahuila que en 2011 tuvo una deuda de 35 mil millones de pesos, en la administración del priista Humberto Moreira. Eso mismo provocó un inicio de gobierno muy complicado en 2012, con las finanzas públicas a punto de la quiebra y un territorio con graves rezagos sociales, culturales, de salud y de educación.
En el sexenio de Sabines Guerrero la deuda pública creció en promedio anualmente 3 mil 324.16 millones de pesos, pasando de 881 millones en diciembre de 2006 a 20 mil 826 millones en diciembre de 2012. Para ello contó con el aval del Congreso del Estado, que tanto la Mesa Directiva como la Junta de Coordinación Política fueron presididas por gente de toda la confianza del gobernador, desde José Ángel Córdova (q.e.p.d.), Javín Guzmán Vilchis, Juan Jesús Aquino Calvo y Zoé Robledo Aburto, hoy candidato a diputado federal por Morena.
Esos 20 mil millones de pesos que Juan Sabines contrató con la banca de desarrollo lo justificó como inversiones públicas productivas, es decir, carreteras, escuelas, hospitales, clínicas, caminos rurales, entre otros, que nadie vio porque nunca se hicieron, o bien, porque fueron destinados a proyectos fracasados como el sistema de transporte público Conejobús, la construcción de las llamadas Ciudades Rurales Sustentables que terminaron en pueblos fantasmas o en las plantas de biodiesel.
Lo grave es que este endeudamiento fue aprobado por el Congreso local como cuenta pública.
No es todo. Esa deuda la pagaremos los chiapanecos durante treinta años, pues será transferida a las próximas tres generaciones de un estado que ocupa el último lugar en los índices de pobreza y de desarrollo humano a nivel nacional, de acuerdo a los reportes del Coneval, y que en 2016 generó un PIB de apenas 250 mil 399 millones de pesos frente a un PIB nacional de más de 17 billones.
Y es en verdad escandaloso que de 2013 a 2018 se hayan pagado dos mil millones de pesos de intereses anuales de esa deuda. Por lo tanto, son diez mil millones de pesos tirados a la basura, dinero que pudo servir para construir escuelas y equiparlas, levantar hospitales, ampliar la oferta de trabajo, otorgar becas de estudio para niños y jóvenes de bajos recursos, combatir la dispersión social, la pobreza, la hambruna, etcétera.
Aparte, en 2007 Carlos Jair Jiménez Bolaños Cacho, ex secretario de Hacienda estatal, convenció a Juan Sabines de firmar un contrato con el Gobierno de Chiapas para la bursatilización de los fondos obtenidos por el cobro del Impuesto Sobre Nómina, que se implementó mediante la emisión de certificados bursátiles a través de un fideicomiso. La operación que inicialmente era de 4 mil millones terminó siendo de 5 mil millones de pesos, según dice el contrato. Y debido a ello no se podrá disponer un solo peso de ese dinero en los próximos 15 años.
El Impuesto Sobre Nómina es una contribución local que pagan los empresarios por el hecho de tener personal remunerado a su servicio. Se supone que el dinero recaudado por este impuesto debe ser invertido en seguridad social, generación de empleos, entre otros conceptos, pero fue utilizado arbitrariamente para la construcción de la Torre Chiapas Mesoamericana, que fue anunciada con bombo y platillo como símbolo de identificación del pueblo chiapaneco.
Desgraciadamente, ese edificio de 20 pisos de altura que se construyó para que el gobierno se ahorrara la renta de oficinas, fue pagado con el erario del estado y después Sabines Guerrero lo vendió a una empresa particular que hasta el momento se desconoce.
Esa es la verdadera herencia de Juan Sabines.
Es probable que usted se pregunte ¿por qué este exgobernador no ha sido enjuiciado si se tienen pruebas de los fraudes? Simple, porque en mayo de 2011 el entonces diputado local, Zoé Robledo, firmó una reforma a la Constitución Política del Estado de Chiapas, propuesta por Sabines, que impide fiscalizar o investigar los gastos ordenados por el gobernador. Dicha reforma al artículo 26 del capítulo dos, dice:
“La aprobación, en lo general, de la Cuenta Pública exime al Ejecutivo de cualquier responsabilidad; de modo que si apareciera alguna con motivo de la revisión y fiscalización, ésta será de la exclusiva responsabilidad de los órganos, entidades o servidores públicos ejecutores del gasto”. Asimismo indica que “una vez analizada y aprobada la Cuenta Pública (…) no podrá ser motivo de análisis, revisión o fiscalización posterior, por ninguna de las instancias fiscalizadoras del Gobierno del Estado”. En la ley está la trampa.
LA RESPUESTA
Ahora sí, ¿qué connotación política tienen las declaraciones de Aguilar Bodegas?
En primer lugar, debemos entender que Juan Sabines tiene las dos manos metidas en la elección. Mucho se ha dicho que tiene a sus más leales colaboradores operando políticamente desde el estado de Querétaro, y que gente como Amador Rodríguez Lozano, Juan Carlos López Fernández y Malena Torres Abarca, por mencionar algunos, están apoyando con dinero y acarreos al partido MORENA. Lo mismo se dice para el PRI y el PVEM.
En segundo término, Josean puede ser considerado como el único candidato antisistema, y por dos razones. Una, por evidenciar los fraudes del exgobernador Sabines que nunca ha dejado de tener influencias en el gobierno y que está detrás de al menos dos de los demás candidatos a la gubernatura. Dos, por hacer hincapié en que a pesar del cambio de administración, Chiapas sigue en la miseria y con falta de oportunidades.
Si usted, amable lector, deseaba votar por un candidato que no representara continuidad y que propusiera un cambio real, pues ahí lo tiene. ¡Chao!
@_MarioCaballero