29 junio 2018
MARIO CABALLERO
¿QUÉ TIPO GOBERNADOR QUIERE?
Se acabó el tiempo de las campañas y ha llegado la hora de reflexionar. ¿A quién darle la confianza para gobernar a Chiapas los próximos seis años?
Si los números de las encuestas fueran votos, seguramente el candidato de Morena, Rutilio Escandón Cadenas, ganaría la elección con un buen margen de diferencia. Empezó como puntero al inicio de las campañas y se mantuvo inamovible hasta el final. Por supuesto habrá muchos que le atribuyan ese rendimiento al efecto López Obrador, que permea bastante fuerte aquí en el estado.
Aunque sería un error no reconocer que a pesar del aura que le proporcionó el partido más popular del momento, Escandón Cadenas demostró temple ante la crítica de sus oponentes e inteligencia para desarrollar una campaña propositiva que fue ganando muchos adeptos a lo largo del proceso. Tuvo un mal debate, es cierto, pero logró darle la vuelta a ese episodio desafortunado y eso se vio en sus mítines que llenaron plazas e inundaron calles.
Rutilio Escandón que nació y creció en un ambiente de campo, que posee un doctorado en Derecho, que además de los cargos que ha desempeñado en la administración pública ha sido diputado federal y senador, se perfila como un gobernador cauto, prudente, organizado, que sabe de disciplina y respeta las instituciones y las leyes, tal como trabajó cuando estuvo al frente del Poder Judicial del Estado.
Sólo falta ver si los escándalos de los jueces, ministerios públicos, peritos y de los funcionarios del Tribunal que estuvieron bajo su cargo no afectan de alguna manera el resultado que obtenga en las urnas. Mientras tanto sus probabilidades son muy altas para mudarse a Palacio de Gobierno.
Independientemente de la posición en la que haya quedado en las preferencias Roberto Albores Gleason, del PRI, reveló que no le hizo falta la estructura del PVEM para hacer una campaña de extraordinaria concurrencia. Luego del despunte que tuvo en la segunda mitad del trayecto, es posible que la votación a su favor sea muy competitiva.
Creo que su mayor logro fue haber unido a la militancia priista y sumarla a su proyecto. Después que el Partido Verde rompió con esa alianza que lo había ganado todo en los últimos años, Albores Gleason se vio más fresco, más relajado, enfático y persuasivo. Y en lugar de arrinconarse en la tristeza o renunciar a la candidatura, decidió transformarse en un verdadero candidato de oposición, que condenaba la corrupción y la ingobernabilidad del estado y que no apelaba más por la continuidad, sino por el cambio.
Roberto Albores tiene 39 años de edad, es licenciado en Economía y Ciencia Política y ha sido diputado federal y senador de la República. Las Zonas Económicas Especiales son fruto de una iniciativa que él propuso en el Senado. En el sexenio pasado fue secretario de Fomento Económico y secretario de Turismo y Proyectos Estratégicos.
La propuesta del cambio y la organización del PRI pueden llevarlo a ganar la gubernatura, pero el descrédito del partido es demasiado pesado. ¿Quién votará por los candidatos del PRI después de la estafa maestra, de los 43 de Ayotzinapa, de los gasolinazos? Creo que muy pocos. Esto sin duda alguna será un pesado lastre que Albores Gleason tendrá cargar el 1 de julio. Y habrá que saber qué tanto logró superar la sospecha de que detrás de su candidatura están las manos de Juan Sabines Guerrero.
Dicen que Luis Fernando Castellanos Cal y Mayor, del Partido Verde Ecologista de México, terminó en segundo lugar en las encuestas. A pesar de que inició cuatro semanas después del arranque de las campañas, logró recorrer un buen porcentaje de los municipios de Chiapas, donde fue recibido entre aplausos y el coro de miles de personas. Nada más por eso podría decirse que su campaña fue exitosa, aunque también hay que notar que el peso de sus propuestas penetró en la confianza de la sociedad.
Castellanos Cal y Mayor es el candidato más joven. Proviene de una familia humilde y trabajadora. Es abogado y fue legislador en el Congreso del Estado. Cuando gobernó Tuxtla Gutiérrez se encargó del diseño de varios programas sociales, construyó un proyecto de gobierno con las ideas de la gente y trabajó bajo la divisa de justicia social. Cabe destacar que fue un logro personal durante su gestión la declaración 6 de 3 que rindieron todos los funcionarios del gabinete y la creación de la Agencia Municipal Anticorrupción, única en su tipo en todo el país con la que el hoy candidato le dio certidumbre a su administración en cuanto al tema de la transparencia en el ejercicio de los recursos.
Y a pesar de las precarias finanzas del municipio, pavimentó mil 500 calles con concreto hidráulico, remodeló el Boulevard Belisario Domínguez y con la modernización de los libramientos y el rescate de los parques y museos consiguió darle una imagen moderna a la capital de Chiapas.
Sin embargo, el proyecto de Fernando Castellanos puede tener ideas frescas y muy prometedoras, que hablan de la recuperación de la paz, la conciliación de los pueblos y el desarrollo de las 15 regiones del estado, pero es visto como el candidato de la continuidad.
Por último, José Antonio Aguilar Bodegas, postulado por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, aparece como el candidato de las izquierdas y él mismo contribuyó con sus propuestas y discursos para ser considerado como el único verdadero de oposición.
De todos los aspirantes, es el candidato con más pinta de gobernador. Es licenciado en Relaciones Industriales, tiene 69 años de edad, los cabellos completamente blancos y una trayectoria política de más de cuarenta años. Ha sido presidente municipal de su natal Tapachula, diputado federal, servidor público en diferentes dependencias estatales y federales, presidente del Congreso del Estado, senador, dirigente estatal del PRI en tres ocasiones, contendiente a la gubernatura en 2006 y uno de sus últimos cargos fue la de secretario del Campo en la presente administración.
Si algo lo distingue es la experiencia, el conocimiento pleno del estado y que cree en la política como el instrumento para el desarrollo y la paz de los pueblos. Así como conoce los reclamos de la gente del campo y las carencias históricas, también sabe cómo encontrar los mecanismos de financiamiento que fortalezcan la productividad que fin detone la economía de Chiapas.
En estos dos meses de campaña recorrió con entusiasmo la selva, la sierra, la costa, el soconusco y hasta la montaña. De todos, quizá fue el que más entrevistas dio y el que en más foros estuvo presentando su proyecto de gobierno ante jóvenes, estudiantes, cámaras, organizaciones campesinas y sociales, líderes empresariales, colegios de profesionistas, etcétera.
También fue el único que no regaló despensas ni tortas. La gente que lo acompañó en sus eventos llegó por su propio pie. Si algo puede reprochársele es haber sido del PRI, pero como el mismo dijo: “renuncié al PRI porque éste dejó de representar los intereses de la nación”.
De ganar, se estima que será un gobernador sensible, de puertas abiertas, demócrata y con la suficiente actitud y aptitud para alcanzar la gobernanza que Chiapas requiere.
CHEQUE EN BLANCO
Siempre se ha dicho que el voto es como un cheque en blanco que se da a quien elegimos para gobernarnos. Por lo que es necesario pensar bien a cuál de los candidatos antes mencionados se lo daremos. En 2000, se creyó que votar por alguien distinto al PRI era lo mejor para Chiapas, y elegir a Pablo Salazar nos condujo a una etapa de despotismo y abuso de las instituciones, que terminó con al menos cien muertos y un fraude de once mil millones de pesos al fondo de reconstrucción de los municipios afectados por el huracán Stan.
En 2006, se pensó que por tener un apellido famoso y por ser hijo de uno de los exgobernadores más respetados y queridos por los chiapanecos sería garantía de prosperidad, y votar por Juan Sabines Guerrero fue un error. Por no saber escoger bien al gobernador, terminamos hundidos en una deuda de más de 40 mil millones de pesos que pagaremos por tres generaciones.
Así que con esta somera presentación de los candidatos y de lo que probablemente sean como gobernadores, reflexione su voto y por favor no lo venda, no lo entregue por una despensa, ni por la cantidad de dinero que le ofrezcan, porque por ese beneficio inmediato que usted obtendrá estará empeñando el futuro de sus hijos y hasta el de sus nietos. ¡Chao!
@_MarioCaballero