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LETRAS DESNUDAS

07 Enero 2014

MARIO CABALLERO

VIOLENCIA DE GÉNERO: UN CÁNCER SOCIAL

Porque un montón de cosas están empeorando allá afuera.

Oh nena, nena, es un mundo salvaje.

Es difícil arreglárselas sólo con una sonrisa.

Cat Stevens, Wild World (Mundo salvaje).

Es un mundo salvaje. Sí, el nuestro es un mundo salvaje. El cantautor Cat Stevens escribe la canción Wild World en el mes de febrero de 1971 motivado por la ruptura sentimental con su pareja, y en ella manifiesta la visión que tiene sobre la realidad humana y la interpreta casi poéticamente diciendo que para gran parte de las mujeres el mundo es un mundo salvaje. Y, tristemente, las mujeres víctimas de la violencia de género pueden confesar que sí es difícil arreglárselas sólo con una sonrisa.

Estudios recientes indican que la violencia contra las mujeres se ha recrudecido a través del tiempo, manifestándose en cuantiosas formas como el odio racial o la intolerancia ante las diferentes culturas y estilos de vida. Y tiene que ver muy centralmente con la situación de sexismo y la condición de las mujeres. “Te pego para que no te olvides que eres mujer”.

Pero, ¿qué es la violencia de género? Se define, básicamente, como cualquier acto de violencia basado en el género que tenga como resultado el daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico, incluyendo amenazas, coerción o privación arbitraria de la libertad, ya sea en la vida pública o privada.

Y hasta hace no muchos años el tema fue incluido en la agenda política y social de cada país. En México, este fenómeno social no ha sido tratado con la atención debida a pesar de tener como gran y ominoso precedente las muertas de Ciudad Juárez. Y estas muertes han significado la síntesis del terror sexista y misógino, clasista, etario, racista, ideológico, político y religioso. Además, es uno de los más graves problemas sociales.

LOS FEMINICIDIOS

Dentro de las formas de violencia contra la mujer, el feminicidio es la que más ha sensibilizado a la sociedad mexicana. Diariamente son asesinadas 6.4 mujeres, y en el periodo de 2006 a 2013 la tasa de feminicidios en el país aumentó un 40 por ciento. Y las estadísticas se han convertido en la estimulación abyecta para elevar la indignación moral de la población, de organismos defensores de los derechos humanos, asociaciones feministas y de la Organización de Naciones Unidas que condena enérgicamente al gobierno de México por la indiferencia ante este hecho en particular.

Entidades como el Estado de México, Guerrero, Chihuahua, Coahuila, Zacatecas, Morelos, Durango, Tamaulipas y Colima presentan las tasas más altas de feminicidio en el país. Y un informe de la ONU indica que el 95 por ciento de estos asesinatos queda impune, de tal modo, el problema alcanza niveles de crisis tanto social como judicial.

El feminicidio en México también significa atraso cultural, porque detrás de este crimen de lesa humanidad está el dominio del patriarcado y el derecho de pernada que desde los tiempos feudales monopoliza la violación sexual, el ultraje y la humillación hacia las mujeres. Y en último término, la misoginia violenta que produce los atentados contra las mujeres a las que golpea, tortura, acuchilla, mutila, destaza en cuartos de hotel, callejones y lotes baldíos.

Así, el machismo rampante también encauza a las autoridades ministeriales, judiciales, policiacas y religiosas a responsabilizar con indolencia a las mujeres de los crímenes en su contra: “En el fondo, lo que esta vieja quería es ser violada”. Tal como lo sentenció en el año 2000 el hoy ex cardenal de Guadalajara Juan Sandoval Íñiguez: “En mi opinión, la culpa de que violen a las mujeres es de ellas mismas, porque salen a la calle con ropa provocadora y movimientos sensuales”. O sea, que si no quieren que les pase nada, mejor que salgan sin cuerpo, le faltó decir.

LAS MEDIDAS

Conociendo estas malas cifras, es agradable que en números oficiales Chiapas presente una disminución del 56% en casos de feminicidio entre los años 2013 y 2014, y que a nivel nacional destaca por resolver el 86% de estos eventos, deteniendo a los culpables y en algunos casos logrando la sentencia condenatoria.

El Plan de Acciones Emergentes para la Prevención y Atención de la Violencia de Género, que trabaja baja los ejes de prevención, detección, atención y acceso a la justicia, es el mecanismo que ha permitido estos buenos resultados. Asimismo, han sido importantes los programas y acciones motivadas por el gobernador Manuel Velasco Coello, encaminadas a garantizar a las mujeres una vida libre de violencia y con oportunidades de desarrollo social y humano.

Marcela Lagarde, académica e investigadora mexicana, considera al feminicidio y los delitos por la violencia intrafamiliar como crímenes de Estado, porque -infiere Lagarde- estos sucesos corresponden directamente a una fractura del Estado de Derecho que favorece la impunidad. Por ello el éxito del combate a la violencia de género dado por el gobernador Velasco Coello, porque no sólo ha logrado dar seguridad a las mujeres con el uso efectivo de las herramientas legales y políticas, sino también ha creado confianza en el sistema judicial del estado.

Lo que pertenece al momento del país es concentrar la fuerza judicial, política, social, la ética del gobierno y sus instituciones en el ataque a este fenómeno, porque es un asunto de justicia y de reconstrucción social. Ya basta de falta de consecuencias, impunidad y de muertes que ya no pueden ni deben suceder.

@_mariocaballero

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