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LETRAS DESNUDAS

02 noviembre 2018

MARIO CABALLERO

SÍ: LA JUEZA QUE LIBERÓ AL FEMENICIDA TENÍA SUS MOTIVOS

Tras el escándalo que se suscitó por la liberación del feminicida de Viridians Flores, urge responder las siguientes preguntas: ¿qué argumentos hubo para dudar de la culpabilidad del asesino? ¿Algún mando superior le ordenó a la jueza Isabel Álvarez dejarlo libre o ella tenía intereses personales en su excarcelación?

Ciertamente, este caso estuvo plagado de irregularidades desde sus inicios. Por tráfico de influencias la sentencia condenatoria se alargó más tiempo de lo normal y hasta se quiso reiniciar todo el proceso con tal de favorecer al inculpado. También salió de la cárcel para ser internado en un sanatorio privado. En dos ocasiones estuvo en el hospital público Gilberto Gómez Maza. Una de esas veces fue el 16 de agosto de 2017, mediante el amparo que le concedió el juez federal José del Carmen Constantino.

Pero poco sirvieron esos intentos por exonerar a Omar Fernando Rosales Toledano. Si hasta ahora no habían podido liberarlo, es porque las pruebas en su contra son contundentes. Así que la respuesta a la primera pregunta es ninguno. No hay duda de su responsabilidad. Menos aun cuando él mismo confesó haber matado a Viridians Flores Ramírez.

YO LA MATÉ

Las cosas sucedieron así: Viridians Flores se había divorciado de Omar Rosales después de ocho años de matrimonio. Él la golpeaba. Pero seguían vinculados por el hijo que habían procreado. Por eso se citaron el viernes 7 de junio de 2013, para resolver algunas cosas del niño que hoy debe tener entre 6 y 7 años de edad.

Viridians era una joven gentil, trabajadora, estudiosa y dedicada al cuidado de su hijo. Vivía con sus padres, a los que ese día no les avisó que se vería con su ex esposo. Lo supieron porque un conocido de la familia les dijo que la vio con Omar en el bar El Tequilazo, ubicado en San Cristóbal de las Casas.

Al ver sus padres que no regresaba a casa y que no contestaba el teléfono, le hablaron a Omar para saber si su hija todavía seguía con él, y él les contestó que hacía varias horas que se habían despedido.

Durante la madrugada del sábado le estuvieron marcando y cada llamada iba directo al buzón de voz. Pero al mediodía Juan Carlos Flores Santiago recibió un mensaje del teléfono de su hija. Supuestamente Viridians había sido secuestrada y pedían 300 mil pesos de rescate. A las dos de la tarde del mismo sábado 8 de junio, llegó otro mensaje diciendo que las cosas habían salido mal y que se cancelaba el trato.

De inmediato, el padre de la joven de 21 años de edad hizo la denuncia ante la Fiscalía Especializada Contra el Delito de Secuestro, perteneciente a la extinta Procuraduría General de Justicia del Estado de Chiapas.

El domingo por la mañana toda la familia fue llamada a declarar. Omar Rosales, originario de Tampico, Tamaulipas, llegó voluntariamente acompañado de los padres de la Viridians. Confirmó que estuvo con su ex esposa los primeros minutos del sábado, pero que después de eso cada quien tomó por su lado.

Los peritos de la hoy Fiscalía General de Justicia lo desmintieron. Viridians Flores salió del bar el Tequilazo esa noche, pero no sola. Omar iba con ella. Y la llevó al hotel El Buen Samaritano, que fue el último lugar donde la vieron con vida.

Omar y Viridians llegaron al hotel a bordo de una camioneta Nissan Xterra color gris oscuro, con placas DRF-8056, y ocuparon la habitación 23.

A las seis de la mañana, Omar Rosales llamó por teléfono a su amigo Rudy Norberto Nájera Flores. Le preguntó si le podía hacer un paro. Le contestaron que sí. Entonces pidió verlo en la Plaza San Ramón, en San Cristóbal de las Casas.

Rudy llegó a los quince minutos en un Mitsubishi Eclipse color blanco, de vidrios polarizados, cofre negro y alerón del mismo color. Minutos después llegó Omar en su camioneta y le pidió que lo siguiera hasta el mercado Merposur. Ahí, Omar se estacionó y subió al coche de su amigo. “Vamos al Buen Samaritano. Estuve ahí con una vieja y tengo que regresar por unas cosas que olvidé”, le dijo.

Llegaron al hotel a las 06:45 de la mañana. Entraron a la habitación. En la pared y en el piso había manchas de sangre. También en la cama, que no tenía sábanas ni colchas. Omar recogió del buró un cargador de celular y le pidió a Rudy que fuera a la recepción y le pagara la cuenta de 120 pesos, y que le entregarían el teléfono Blackberry que había dejado en garantía. Después de eso regresaron a Merposur por el vehículo de Omar.

Alrededor de las 07:50 de la mañana se dirigieron a un terreno baldío ubicado en la Calle Encino, sin número, en el Fraccionamiento Deportivo. Omar se bajó del auto y sacó de entre la hierba una bolsa negra con un contenido pesado, que colocó en el asiento trasero de la camioneta. Le dijo a Rudy que manejara rumbo al puente de San Cristóbal. Según declaró Nájera, hasta ese momento se enteró de que su amigo había matado a su ex esposa y que el cadáver iba dentro de esa bolsa.

Se estacionaron a un costado del puente. Entre los dos bajaron el cuerpo de Viridians y lo arrojaron al fondo del barranco, que tiene una profundidad de 200 metros. Más tarde, como si nada hubiera pasado, Omar llevó a Rudy al Instituto Universitario de Estudios México, donde estudiaba la carrera de Derecho.

El 11 de junio, Rudy fue arrestado por elementos de la Fiscalía antisecuestro. En su declaración dijo que él solamente había ayudado a trasladar el cuerpo y a arrojarlo del puente, y aseguró que Omar Fernando Rosales Toledano era el autor intelectual y material del feminicidio.

El 12 de junio de 2013, elementos del Ministerio Público y peritos forenses rescataron el cuerpo de la joven. De acuerdo con la necropsia de ley, Viridians fue asesinada de 24 puñaladas. Las pruebas de presencia de sangre resultaron positivas tanto con las manchas de la habitación del hotel como con las del asiento trasero de la camioneta de Omar.

El asesino fue detenido en Tapachula a las 11 de la mañana del 12 de junio. Se proponía atravesar la frontera y refugiarse en alguna ciudad de Guatemala. Los agentes lo localizaron en una habitación de hotel con una herida en el cuello: intentó suicidarse.

Cuando le preguntaron a Omar si él había asesinado a Viridians Flores, dijo: “Sí, yo la maté”.

¿Hay alguna duda de su culpabilidad?

LOS MOTIVOS DE LA JUEZA

La sentencia dictada por la jueza Isabel Álvarez Ramos es una de las resoluciones judiciales más aberrantes de los últimos años. Lo es, sobre todo, porque las pruebas de que Rosales Toledano es culpable del feminicidio son irrefutables.

Por esa razón la familia de la víctima fue recibida por el Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado para deslindar responsabilidades y actuar en consecuencia. El primer paso fue interponer un recurso de apelación y cabe el juicio de amparo directo. Luego viene una nueva orden de aprehensión. Omar Rosales no puede estar en las calles porque es un asesino confeso y un peligro para la sociedad.

Por otro lado, la Jueza, la Secretaria de Acuerdos y a la Actuaria fueron suspendidas de sus funciones y están bajo procedimiento de responsabilidad ya que cayeron en actos de corrupción. Incluso pueden pasar varios años en prisión por delitos ante la administración pública, cohecho, entre otros.

A la sazón, ¿por qué la jueza lo liberó? ¿Acaso tenía motivos personales para tomar esa decisión aunque su destino fuera la cárcel?

En primer lugar hay que saber que el feminicida es hijo de una las dueñas de casas de empeño más grandes del país, es decir, nada en dinero.

También hay que saber que la jueza Álvarez Ramos tiene más de 25 años de servicio. Así que no podemos decir que actuó ignorante de los cursos y procedimientos. Sabía lo estaba haciendo. Y, principalmente, conocer que por disposición de ley no tiene obligación de consultar con nadie sus determinaciones. Ningún magistrado, consejero y ni el propio presidente del Tribunal Superior de Justicia puede darle instrucciones específicas de cómo pronunciarse en determinado caso.

De tal manera, la jueza actuó por cuenta propia. A la diez de la mañana del lunes dictó la escandalosa sentencia absolutoria a favor de Omar Rosales, quien dos horas más tarde salía de Chiapas a bordo de un jet privado. Todo estaba planeado.

Se dice que una lanita no le cae mal a nadie, pero ese quizá no fue el motivo por el que Isabel Álvarez decidiera liberar al feminicida. Es más probable que lo haya hecho porque se dice que la mamá de Omar es su pareja sentimental. ¡Chao!

@_MarioCaballero

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