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LETRAS DESNUDAS

30 abril 2021

MARIO CABALLERO

ASÍ FUE COMO DESTRUYERON A LA UNICACH

Desde que se tiene memoria, siempre se ha hablado de la corrupción del Sindicato de Personal Académico de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Spaunicach). Era un secreto a voces.

En ciertas ocasiones, se ventilaban algunos casos. Aunque, a la verdad, no eran sino sólo chivos expiatorios que echaban en la hoguera pública para enseñarle a los agremiados que algo se estaba haciendo para acabar con el problema. La realidad era muy diferente. En el gremio se seguían haciendo grandes fortunas.

Nada nuevo, entonces, enterarnos de la corrupción de los miembros del Comité Ejecutivo del Spaunicach, encabezado por Fredi Penagos García. Como tampoco hay nada nuevo al conocer que el ex rector Rodolfo Calvo Fonseca fue echado de la rectoría por corrupto. Sobre todo, considerando que por el mismo motivo fue expulsado de la Dirección de la Facultad de Contaduría campus uno de la Unach hace varios años. Otra vez es un secreto a voces que los líderes del sindicato estuvieron hinchándose de dinero con la actitud tolerante de las autoridades universitarias.

Aquí se unieron, a la sazón, una organización tradicionalmente llena de corrupción (Spaunicach) con una rectoría de las más corruptas de la historia (la de Calvo Fonseca).

Lo que sí es pertinente entender es que no basta con que Fredi Penagos y su camarilla sean destituidos de la dirigencia sindical, como lo han venido exigiendo desde hace años los mismos socios del Spaunicach. Tampoco basta con que Rodolfo Calvo haya sido despedido de la rectoría. Porque el terrible daño que le hicieron a la comunidad universitaria y a la propia universidad no se resuelve con nada más echarlos a la calle.

Deben ser investigados por los abusos que cometieron sobre los recursos de la institución, contra los docentes y administrativos, por los negocios que hicieron al margen de la ley, por el enriquecimiento personal y de sus familiares, pero especialmente porque su ambición y hambre de riquezas destruyeron el prestigio y la calidad educativa de la que antes gozaba la Unicach. Eso último, en ninguna manera, se paga con un simple despido.

CAUSAS Y CONSECUENCIAS

El editorial del 28 de abril del Diario de Chiapas habla de que mientras Fredi Penagos dejaba a Rodolfo Calvo hacer y deshacer lo que le venía en gana, recibía a cambio todo tipo de prebendas y protección para también hacer y deshacer lo que le viniera en gana. Es decir, se tapaban con la misma cobija.

Tiene razón. Sólo así se entiende que el Spaunicach nunca se haya opuesto a que Calvo metiera gente sin perfil a la plantilla docente, incluso sin la debida documentación y nivel profesional.

Esta omisión, o mejor dicho complicidad, fue una de las causas principales de que en la institución bajara el rendimiento educativo y la eficiencia de la enseñanza.

Nadie podrá negar que antes de la llegada de Rodolfo Calvo, la Unicach estaba entre los mejores institutos de educación superior del sureste de la República, con un cuerpo académico de excelencia, con maestros de elevado reconocimiento internacional, siendo ponentes en las más grandes universidades de América Latina y muchos de ellos dirigiendo investigaciones, obteniendo patentes y poniendo en alto no sólo el nombre de la universidad, sino también de Chiapas y de México.

Durante el rectorado de Calvo, de todo eso no hubo sino contadas excepciones. Ahora recuperar lo perdido no será una tarea sencilla. Necesitará de mucho trabajo, esfuerzo, tiempo y, por supuesto, recursos que no hay porque se los llevaron.

En resumidas cuentas, Rodolfo Calvo fue responsable de que los indicadores de la Unicach cayeran por debajo del 50 por ciento de su cumplimiento ante los organismos evaluadores y que desde el año 2019 dejara de pertenecer al grupo de universidades que mantienen su calidad en la educación. No acaba ahí. Muchos de los estudios de posgrado perdieron su nivel ante el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC).

Pero hay algo todavía más penoso y vomitivo. El ex rector metió a más de cien personas en la nómina, entre familiares, amigos, compadres, recomendados y demás gente que trabaja para él en sus antros. Un ejemplo es su hermano Julio César González Fonseca, quien a duras penas terminó la secundaria pero que ganaba alrededor de 50 mil pesos mensuales con el puesto de secretario particular del rector.

Esto, sin duda, trajo graves problemas. Por un lado, afectó los derechos de la base trabajadora que durante el periodo de Calvo no pudo tener acceso a aumentos salariales y mejores prestaciones.

Por el otro, no había dinero para pagar los sueldos de tantos empleados. Por lo cual, se dice que por instrucciones de Rodolfo Calvo se comenzaron a desviar los fondos de distintos rubros para solventar la nómina. Fue así que se generó un quebranto a la Caja de Ahorro de los trabajadores, ante Hacienda, pues se dejaron de cubrir los pagos de ISR, y una deuda por más de 204 millones de pesos entre el IMSS y el Infonavit, ya que no se entregaron las cuotas.

Aparte, la Auditoría Superior del Estado realizó una serie de investigaciones a la administración de Calvo Fonseca y descubrió que se hacían pagos indebidos, en exceso, de manera selectiva y discrecional a unos cuantos trabajadores, supuestamente ligados al ex rector. En algunos casos estos pagos indebidos triplicaban el salario percibido.

Mientras Rodolfo Calvo depredaba las arcas universitarias, Fredi Penagos disfrutaba de impunidad para despedir a los docentes de manera injustificada, para repartir las plazas a su conveniencia, para lucrar con las gestiones ante el gremio; asimismo, lanzar amenazas en contra de los maestros, acosar sexualmente a las alumnas, conceder plazas de tiempo completo para sus compinches, utilizar al sindicato para difamar a los catedráticos que se oponen a sus abusos, malversar los fondos en compra de artículos que son ajenos a la agrupación, entre otros señalamientos.

Alumnos del Instituto de Ciencias Biológicas de la Unicach cuentan que cuando Penagos los llevaba de excursión a la Barra Zacapulco, acosaba a las estudiantes. Incluso, hay rumores de que a una secretaria del sindicato le pagó la fiesta de quince años de su hija a cambio de favores sexuales.

Algo realmente bochornoso de este líder sindical es su enfermiza fascinación por los Table Dance, muestra de ello es la foto en la que aparece con una mujer con un diminuto bikini sentada en su regazo con las piernas abiertas.

Actualmente, y desde el 2018, sostiene una batalla legal con Zoila García Ruiz, con quien hizo mancuerna hace algunos años para destituir al anterior líder de la Spaunicach, Óscar Hernández Arévalo, logrando su cometido. Pero esa lucha que tiene el objetivo de impedirle que Zoila asuma el control del sindicato de académicos, está afectando los derechos y conquistas sindicales de alrededor de 500 docentes.

HASTA LAS ÚLTIMAS CONSECUENCIAS

Por todo ello, no basta con que Rodolfo Calvo haya sido despedido de la rectoría y que a Fredi Penagos lo destituyan del liderazgo sindical. Urge que ambos sean investigados por enriquecimiento desmedido y por tantos abusos contra la comunidad universitaria. Deben ser juzgados hasta las últimas consecuencias.

yomariocaballero@gmail.com

 

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