20 agosto 2021
MARIO CABALLERO
SE ROBARON LA ELECCIÓN: ¿LOS AVALARÁ LA AUTORIDAD ELECTORAL?
De entrada, los datos.
Empecemos por hablar del Juicio Ordinario Civil de Reconocimiento de Paternidad que la señora Deysi Guadalupe Penagos Vázquez interpuso ante las autoridades judiciales contra el alcalde electo de Simojovel, Gilberto Martínez Andrade, que se ha negado a reconocer la paternidad de su hija de ocho años de edad.
Deysi Guadalupe, la madre, tiene bastante tiempo exigiéndole a este político afiliado al Partido Verde Ecologista de México que se haga responsable de la niña y acepte darle su apellido.
Ella ha tratado con mucho esfuerzo de darle a la pequeña una vida digna, en la que no le falte un techo, un plato en la mesa y ropa para vestir. Pero, aunque no lo ha confesado abiertamente, no hay dinero que le alcance.
Además, la niña tiene derecho a la identidad, a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo integral, asimismo a la seguridad jurídica. Derechos previstos en la Constitución mexicana, en los tratados internacionales y en las demás leyes aplicables.
Siendo honestos, esa vida la podría tener bajo el amparo y protección de su padre, es decir, Gilberto Martínez, quien tiene la obligación de responder por su hija y que como funcionario público que ha sido durante muchos años tiene las posibilidades económicas de brindársela.
Por tanto, ¿cómo fue que la autoridad electoral local le dio la candidatura? Porque hay que agregar que la madre de la niña también interpuso una queja formal por la vía especial sancionadora de violencia de género ante el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana en contra de Martínez Andrade, ya que éste declaró en el formato 3 de 3 contra la violencia de género que no se encontraba condenado o sancionado como deudor alimentario, cuando se sabe que desde marzo de 2013 tiene una hija a la que no ha querido reconocer de manera voluntaria y se ha negado a brindarle una pensión por concepto de alimentos desde hace más de 8 años. Esto consta en el expediente 274/2021, turnado en el Juzgado Quinto Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Estado.
De acuerdo con el artículo 7, numeral 2, fracción 3 del Reglamento para el Registro de Candidaturas para los cargos de diputaciones locales y miembros del Ayuntamiento, el pvemista no debió haber accedido a candidatura alguna. Pues este ordenamiento especifica que si no está al corriente de sus obligaciones alimentarias, no puede ser candidato.
Si la ley es tan clara, ¿entonces por qué el IEPC se hizo ojo de hormiga y permitió a Gilberto Martínez competir como candidato a la presidencia municipal de Simojovel?
FALSO DIVORCIO, COMPRA DE VOTOS Y AMENAZAS
Vayamos ahora al falso divorcio.
Como todo el mundo lo sabe, Gilberto Martínez es esposo de la alcaldesa de Simojovel, Viridiana Hernández Sánchez. Incluso, él fungió como síndico municipal en el gobierno de ella, mismo que está por concluir.
Sin embargo, buscando heredarse el poder tuvieron que fingir un divorcio para saltar el obstáculo que impone el artículo 39 de la Ley de Desarrollo Constitucional en Materia de Gobierno y Administración Municipal del Estado de Chiapas.
Dicho precepto establece: “para que las personas puedan ser miembros de un Ayuntamiento se requiere: No ser cónyuge, concubino, concubina, hermana o hermano, madre, padre, hija, hijo o tener parentesco consanguíneo hasta el cuarto grado, así como tampoco tener parentesco por afinidad hasta el segundo grado, con el Presidente Municipal o Síndico en funciones, si se aspira a los cargos de Presidente Municipal o Síndico Municipal”.
No se sabe si Viridiana Hernández se prestó a esta jugarreta por voluntad propia o si fue obligada por su marido.
No obstante, hay una grabación de mayo pasado en la que ella reconoce ante sus subordinados que le conviene que su esposo la sustituya en la presidencia municipal:
“Nosotros vamos a apoyar al ingeniero Gilberto (Martínez Andrade), porque es el papá de mis hijos, porque el nuevo (alcalde) que entre si es contrario, a mí me ataca. Si gana un contrario, a mí me afecta”.
Considerando esa confesión y que Hernández Sánchez tiene mucha cola que le pisen, especialmente en el tema de las finanzas municipales, pues inclusive no entregó la Cuenta Pública de 2019, no le convenía que alguien ajeno a su esposo asumiera la alcaldía este 2021.
Así que simularon una separación para que Gilberto Martínez no tuviera ningún impedimento legal para ser candidato, aunque la población asegura que esa separación es nada más en el dicho, porque en los hechos siguen igual o más juntitos que antes.
Aquí otra pregunta: ¿dónde estaban o qué hacían los consejeros electorales del IEPC que no se dieron cuenta de la treta de este matrimonio al cual los lugareños han apodado como “la pareja presidencial”?
Más datos. Viridiana Hernández fue sorprendida repartiendo dinero semanas antes y el mismo día de la elección presuntamente para la compra de votos a favor de su esposo, abanderado del PVEM, ya que su campaña política no levantaba ante el rechazo de la mayoría de los pobladores.
Las personas que la sorprendieron le tomaron fotos en las que ella aparece con pantalón negro y blusa gris, frente a una mesa blanca en la que gente de su gobierno contaba varios fajos de billetes de 500 pesos.
Se sospecha que ese dinero es el recurso que Viridiana Hernández cobró de los fondos del Copladem, equivalentes a 800 mil pesos, montó que desde hace varios meses se negó a entregar a la gente de varias comunidades para el apoyo de vivienda.
Los comunitarios la acusan, además, de condicionarles la entrega de dichos recursos si no votaban a favor de su pareja.
Con esos testimonios no hay duda de que Gilberto Martínez ganó la alcaldía mediante el fraude, utilizando recursos públicos para la compra de votos y contando con la complicidad de su consorte.
Para mayor desgracia, para los simojovalenses desde luego, Martínez Andrade desde meses antes de que empezara el proceso electoral emprendió una campaña de amenazas en contra de la población que se resistía a respaldar su proyecto, como el ejido Las Láminas, donde los habitantes colocaron una manta con la leyenda “Se prohíbe la entrada a Gilberto Martínez a la comunidad. Mentiroso”.
También infligió intimidaciones contra los operadores políticos de los partidos contrarios. Y para ello utilizó un grupo de sicarios, armados hasta la médula.
¿ENTONCES?
El día que los consejeros electorales del IEPC tomaron posesión, juraron hacer valer la ley, defender la voluntad de los ciudadanos y proteger la democracia. Al ver que no sólo le permitieron a este político ser candidato a pesar de las muchas arbitrariedades y de que había violado las leyes de manera flagrante y reincidente, sino además le entregaron la constancia que lo acredita como presidente municipal electo de Simojovel, no hay duda que faltaron a su juramento.
Ahora falta saber qué tan honorables serán los magistrados del Tribunal Electoral del Estado de Chiapas para hacer valer la decisión del pueblo a través de un escrutinio pulcro y transparente del proceso de impugnación de la elección de Simojovel. Porque las pruebas son claras: hubo fraude. ¿Lo avalarán o aplicarán la ley en aras de la democracia?
@_MarioCaballero