11 Septiembre 2021
Mario Caballero
AL PAN, PAN
En 1939, un grupo de empresarios y activistas encabezados por Manuel Gómez Morín fundaron lo que hoy se conoce como Partido Acción Nacional.
Nació como una organización sin prejuicios, sin resentimientos, ni apetitos personales, cuyos primeros líderes aseguraban que lo único que querían era hacer valer su convicción en la vida pública, abanderar una causa clara, definida, coincidente con la naturaleza real de la nación y conforme con la dignidad de las personas.
Podríamos decir que el PAN nació de la sociedad civil y no del gobierno, como fue el caso del PRI, y lo hizo bajo una ideología llamada humanismo político, que argumenta ser de centro, pero que obviamente es de derecha. Y lo que se entiende por derecha es esa posición política que acepta las diferencias sociales como parte normal o natural de las cosas, sin perseguir la igualdad social, ni un mejor bienestar para las personas.
Entendido esto, una vez que el PAN llegó al poder se volvió aliado de los hombres más poderosos y adinerados de México para generar beneficios mutuos, y fortaleció sus vínculos con la iglesia católica a la que ayudó en muchas ocasiones a solapar y encubrir los reprobables casos de pederastia de los sacerdotes.
Por tanto, lo que los panistas llaman moral no es sino moralina. Porque critican y censuran lo que en lo oculto promueven. Como lo sucedido en 2006 en el estado de Veracruz. Cuando se lanzaron con todo a favor de la prohibición del uso de la minifalda, de los pantalones ajustados y las blusas con escote entre las trabajadoras del gobierno. El 15 de enero de 2009, en Guanajuato, decretaron sancionar con prisión a las parejas que se besaran en la vía pública.
Sin embargo, callaron ante la revelación de que el exdiputado de Baja California, Rubén Alanís Quintero, del PAN, sostenía relaciones sexuales con un menor de 15 años. También callaron cuando se supo que había miembros del narcotráfico en el gobierno de Vicente Fox y que Martha Sahagún tenía en la nómina de la presidencia a una bruja, quien fungía como su asesora.
Hipócritamente se han venido oponiendo al aborto y al matrimonio igualitario, que califican de antinatural. Pero la vez que Jorge Serrano Limón, líder panista del Comité Nacional “Provida”, fue señalado de proteger a curas violadores y que había utilizado varios millones de pesos del erario público en la compra de diversos artículos de lujo, como lapiceros con incrustaciones de oro, equipos médicos con sobreprecio y cientos de tangas (no es broma), no mantuvieron la boca cerrada sino la abrieron lo más que pudieron con tal de defender a uno de los suyos.
CUESTIONAMIENTOS
El Partido Acción Nacional siempre ha caminado bajo el argumento de que es un instituto político diferente, pero la verdad es que ha sido una caricatura del viejo PRI, una calca de baja calidad que ha demostrado ser incapaz para gobernar. Porque ¿qué logros puede presumir? Lo único de lo que puede enorgullecerse es de haber sacado al PRI de la Presidencia de la República y haber logrado que México diera ese paso fundamental hacia la alternancia democrática. En adelante, no ha significado nada ni para la gobernabilidad ni para la democracia.
Veamos. La administración de Fox involucró corrupción, tráfico de influencias, narcotráfico y favoritismos tanto a la alta burocracia como a los grandes magnates. La de Felipe Calderón, el autoproclamado presidente del empleo, dejó al final del sexenio 867 mil 271 desempleados y, peor todavía, manchó con la sangre de más de 70 mil muertos el territorio nacional debido a la guerra que inició contra los capos de la droga.
En lo local, no hay mejores ejemplos de la incompetencia y la ruindad que los nueve años de gobierno panista en la capital de Chiapas.
Pues siendo Enoch Araujo Sánchez presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, hubo señalamientos en su contra por hacer aterrizar a sus familiares y amigos como aviadores en la nómina del Ayuntamiento. También por negarse a la construcción de obras y, por si fuera poco, sostuvo un pleito absurdo y estéril con el exgobernador Julio César Ruiz Ferro, al que calificó de asesino y culpó de cometer fraude a los dineros de los chiapanecos.
Paco Rojas, entonces del PAN, dejó en bancarrota al Ayuntamiento. Su último atraco a las arcas municipales fue el ilegal bono de productividad que tramitó ante el cabildo y por el cual recibió una suma de casi tres millones de pesos.
Como premio a su corrupción, le dieron una curul en la Cámara de Diputados, donde brilló por sus reiteradas inasistencias. Por otro lado, en 2006, siendo candidato del PAN al Gobierno de Chiapas, se rumoró que vendió su declinación a favor de José Antonio Aguilar Bodegas, del PRI, en 20 millones de pesos. Y en 2008 fue encarcelado por los delitos de violencia familiar y homicidio calificado en grado de tentativa por golpear brutalmente a su exesposa Mirna Camacho Pedrero.
Con todo eso, con qué cara sale ahora a las redes sociales para criticar al poder, a autoerigirse como defensor de la democracia y llamarse paladín de los derechos de los ciudadanos.
En cuanto a Vicky Rincón, la última en la trilogía panista y que reniega de sus raíces veracruzanas, tuvo un gobierno torpe y caprichoso. Fue acusada, entre otras cosas, de adjudicar los más jugosos contratos de obra pública y proveeduría entre sus amigos y compadres. Y a ella se le debe el inicio de la enorme deuda pública de la ciudad.
En esta breve lista no podía faltar Carlos Palomeque Archila, exdirigente estatal del PAN en Chiapas, de quien se cuenta que con el exgobernador Pablo Salazar pactó entregar al partido a cambio de un pago mensual de cien mil pesos mensuales, proeza que también logró con Juan Sabines Guerrero, de quien presumía tener una sólida relación de confianza.
Al respecto, la militancia demostró con pruebas en la mano que Palomeque vendía las candidaturas, especialmente las plurinominales.
¿SÍ SE PUEDE?
Ahora que está por renovarse la dirigencia estatal del PAN, Carlos Palomeque anda rondando como buitre incrustarse nuevamente en el liderazgo, a pesar de los pésimos resultados que obtuvo en la reciente contienda electoral y de la larga estela de corrupción que ha dejado en su pasado. Ya veremos si los panistas que tanto lo han criticado logran impedirle el paso.
Pero más allá de si lo logran o no, el PAN, tanto en Chiapas como a nivel nacional, está condenado al mismo destino que ha tomado el PRD. Es decir, la irrelevancia. Es un partido que sigue sin saber qué hacer para recuperar su antiguo prestigio, para ser una oposición válida y veraz ante el poder y ante la sociedad, para levantarse de la lona después de la paliza que le propinó Morena en 2018 y que le reviró en 2021.
Y si en verdad quiere recuperarse, esta recuperación no sólo tendrá que ver con que los nuevos liderazgos surjan en medio de un ambiente de unidad y consenso entre las bases. No bastará con que esos dirigentes sean elegidos democráticamente.
Pues para que la gente vuelva a confiar en el PAN, así como lo hizo a mediados de los noventa y en 2000, se necesita que todo el partido entienda que la gente ya está harta de las simulaciones y la frivolidad, tal como han sido sus gobiernos y la conducta pública de muchos panistas.
@_MarioCaballero