25 junio 2024
Mario Caballero
LA CHABELA
El 7 de abril de 2013, la extinta PGR, hoy Fiscalía General de la República, dio entrada a una demanda en la que 50 exfuncionarios de la administración de Juan Sabines Guerrero están denunciados por delitos como enriquecimiento ilícito, abuso de funciones, fraude procesal, coalición de servidores públicos, asociación delictuosa, tortura, entre otros. Sólo el delito de asociación delictuosa, según el Artículo 370 del Código Penal, se castiga con 20 años de cárcel.
Por tanto, no es extraño que personajes como Yassir Vázquez Hernández, exalcalde Tuxtla Gutiérrez; James Montes Gómez, exsecretario de Salud; los hermanos Mauricio y Carlos Perkins Cardoso; los hermanos Alejandro y Antonio Gambo López; Ricardo Serrano Pino, exsecretario de Infraestructura; Carlos Jair Bolaños Cacho, exsecretario de Finanzas; Mayda Guerrero, prima hermana del exgobernador, y Nemesio Ponce, exsubsecretario de Gobierno, hayan abandonado el estado sabiéndose que están en la mira de la justicia.
La información que se tiene es que algunos de los sindicados están escondidos en lujosas mansiones que compraron con dinero de los chiapanecos en Estados Unidos.
Otros, sin duda temerosos de ser atrapados en cualquier momento, se esconden en Querétaro o en el lujoso condominio de la Torre Acqua, en el Century Resorts Acapulco, frente al Centro Internacional de Convenciones de Acapulco, donde Sabines Guerrero tiene un lujoso departamento.
Lamentablemente, dicha demanda está congelada.
CABOS SUELTOS
Empero, gracias a las investigaciones se saben muchas cosas. Una de ellas es que Mauricio Perkins, Carlos Bolaños y Mayda Guerrero invirtieron 5 mil millones de pesos del erario de los chiapanecos en la bolsa de valores y cobraron por adelantado ganancias en distintos mercados, tanto nacionales como internacionales. Tan sólo entre Mayda Guerrero y Bolaños presuntamente se repartieron 88 millones de pesos por comisiones al ser intermediarios de esa transacción. Ella también está involucrada en el desvío de recursos del Fondo de Pensiones para Maestros y Trabajadores al Servicio del Estado, que estaban bajo custodia del Isstech.
Aparte, se dice que Perkins desapareció otros 400 millones y que por instrucciones suyas 3 mil 300 millones no se entregaron al SAT por concepto del Impuesto Sobre la Renta. A nombre del exmandatario, asimismo autorizó al menos 900 millones de pesos en obras a constructoras fantasmas de Oaxaca y Veracruz.
Por las mismas investigaciones se sabe que en seis años Nemesio Ponce pasó de mendigo a millonario.
Martha Jiménez, su esposa, hizo lo que le vino en gana en el DIF estatal. Inclusive, uno de sus hijos es hoy un próspero empresario.
Se conoce que Ponce Sánchez utilizó su cargo como subsecretario de Gobierno para pasar por encima de la Ley Orgánica de la Unach para otorgarles plazas a sus hermanos Federico y Miguel Ponce Sánchez, quienes sin el perfil alcanzaron el rango de catedráticos de tiempo completo, violando los derechos de otros docentes que tienen años intentando llegar a este beneficio.
Nemesio llegó a Chiapas sin un centavo, pero la última vez que se le vio en Tuxtla jugaba golf en el Club Campestre y fumaba habanos. Si antes rentaba un cuartucho en la colonia populosa Gertrudis Sánchez, hoy tiene propiedades en zonas exclusivas de la capital del país y en otros estados, incluido Chiapas, valuadas en decenas de millones de pesos.
NO NOS OLVIDEMOS
En este recuento no nos olvidemos de la persona más íntimamente allegada a Sabines Guerrero, quien como Perkins y Ponce Sánchez también tejió una red de complicidades desde el gobierno que se benefició del saqueo a las arcas de Chiapas. Ella es Isabel Aguilera de Sabines.
La esposa de Sabines, una exmiss de belleza del estado de Tlaxcala, llegó a Chiapas en 1997 cuando su marido no tenía empleo ni dinero para darle de comer a su familia. Tanto así que vivieron de arrimados en la casa de una generosa familia que los acogió brindándoles un techo en la colonia Xamaipak, la misma que le ayudó a conseguir trabajo en el PRI y lo presentó con varios empresarios locales que le deban ropa, comida y dinero para sus gastos. A la mayoría de ellos, Sabines los envió a la cárcel apenas alcanzó el poder.
Según documentos publicados por la PGR, la fortuna de Sabines es incalculable. Y la logró, principalmente, a través de la obra pública y haciendo uso de empresas ficticias y de sus amigos. Entre éstas Técnicos Especializados de Chiapas, S.A. de C.V.; Trituradora Soconusco, S.A. de C.V.; Precisa Constructora y Arrendadora; una del ingeniero Victalino Estrada Dichi; otra del Grupo Viachis; una más de Miguel Ángel Heraclio; Constructora General de Chiapas.
El Grupo Viachis, verbigracia, era representado por María de los Ángeles Guerrero, difunta madre del exgobernador, que recibió 790 millones de pesos por obras que no se realizaron.
Isabel Aguilera tenía el control de la Constructora General de Chiapas, que obtuvo un contrato por 380 millones por diversas obras que nunca se ejecutaron, pero que fueron liquidadas por el gobierno sabinista.
Los hermanos de Chabela Aguilera también fueron parte del saqueo. Por ejemplo, su hermano José María, quien fungió como titular de la Jefatura del Departamento de Locaciones del Sistema de Radio, Televisión y Cinematografía, construyó una residencia en Berriozábal donde tenía una colección de camionetas de lujo y motocicletas. Fue el último en abandonar el estado ya que instaló una empresa de venta de paneles LED y solares, obvio con dinero de los chiapanecos.
EL PARTIDO
Por último, Isabel Aguilera participó en la creación del Partido Chiapas Unido, que Sabines creó y registró meses antes de la elección de julio de 2012. Hasta donde se conoce ese instituto político se constituyó con papelería espuria, se compilaron firmas apócrifas, se usaron nombres fantasmas y se cometieron otras faltas legales para acreditarlo ante el IEPC, donde el juez encargado de evaluar y aprobar el registro era otra mesalina al servicio del poder.
Aguilera de Sabines fue una de las primeras dirigentes de ese partido, pero de manera virtual. Puesto que daba las instrucciones a través de videoconferencias y mensajes de Whatsapp, porque según decía su entonces colaboradora, Mercedes León Hernández, la esposa del exgobernador “está en un lugar desconocido”.
Ella, la exmiss de belleza, era la encargada de manejar los más de 389 mil pesos mensuales que el partido recibía entonces del IEPC y de los que nunca rindió cuentas.
Lo que se sabe actualmente de Isabel Aguilera son sus lucrativos negocios en el extranjero, dedicados a la venta de artesanías chiapanecas, posiblemente las que desaparecieron al final del sexenio de la Casa de las Artesanías de Chiapas.
No es todo. Según tiene la encomienda de su marido de encabezar a un grupo que está buscando impulsar la carrera política de su hijo mayor, Juan Pablo Sabines Aguilera, en Chiapas.
Aquí varios casos pendientes de la 4T que siguen sin recibir justicia.