04 Octubre 2013
MARIO CABALLERO
WILLIAM OCHOA: EL “MESÍAS” DEL PRI
El miércoles 25 de septiembre de 2013, en un acto ungido por la credibilidad de cuadros y organizaciones priistas, que desde regidores, ex regidores, ex síndicos, ex presidentes municipales, ex dirigentes de partido y desde todos los paleros disponibles, bendicen la unión de los autonombrados “Priistas Distinguidos”, líderes y representantes de partido atestiguaron el embuste intrincado en el documento “Reflexiones PRI 2015”, comandado por William Ochoa Gallegos, diputado federal, en uno de los descansos de su campaña contra el PRI.
El comunicado de las reflexiones, desbordante en cinismo y sofismas, está convertido en el estandarte de la ignominia. En él se basa Ochoa Gallegos para satanizar a la militancia y busca, como un perro su hueso, convertirse en el mesías contemporáneo de lo insalvable: la dignidad propia. El libelo hace alusión al abandono, al descrédito y a la ausencia de honorabilidad del partido; sin embargo, lo más destacable no es eso sino el mérito (mala fama) del que lo suscribe, y queda en la repisa la ambición y los objetivos, todos deleznables.
Además, ¿con qué pretende “Willy Ochoa” rescatar al PRI? Como que a estas alturas de su carrera política vestirse con el atuendo de paladín de la creencia priista no le queda -o quizá demasiado guango-, porque el carácter no hace currículum, sino la práctica fructífera y benéfica en el manejo del arte de hacer política. Ya se sabe que “El hábito no hace al monje”.
II
William Ochoa Gallegos tiene, como todo depositario de chistes clásicos, dos suertes: una buena y una mala. La buena se desprende de su carácter duro, del no admitir acusaciones en su contra, porque eso sería un precedente nefasto, la aceptación que devora, que te deja como un delincuente, un ladrón, un criminal.
Eso nunca le pasará a Willy, especialista en golpizas a la adversidad y al prójimo, como lo demostró en el concierto de Julión Álvarez, en la plaza de toros San Roque, donde poseído por el alcohol se enfrentó a puños con el público asistente, y tan grave fue el incidente que tuvo que intervenir la policía. Para el recuerdo queda la frase de Ochoa: “A mí la policía me pela los dientes”.
Producto de su “mala suerte” es su trayectoria pública (conste que dije “mala suerte” y no la consecuencia de sus actos ni el pago por lo que ha hecho). Sus seguidores también se refieren como mala suerte a los ratos de ruina y pesadumbre: “Es que ‘El patrón’ estuvo en el momento y lugar equivocados”.
Veamos algunos de esos malos ratos:
El diputado Ochoa Gallegos empezó su carrera política operando para el registro del Partido Nueva Alianza en el Distrito Federal, cuando lo que necesitaba el partido eran políticos de carácter “amargo y travieso, violento y dulzón”, y él se amoldaba a las circunstancias, pues lo agachado, pendenciero y abusivo ya lo traía en los genes.
Tiene denuncias penales en varios estados de la República, en las que se le acusa de tráfico de influencias y evasión fiscal a través de las empresas de outsourcing.
La sociedad International Consulting & Business Group, S.C., con actividad en el estado de Veracruz, estuvo durante mucho tiempo en la mira de la Procuraduría General de Justicia por el delito de evasión de impuestos. El director era William Ochoa Gallegos.
En la legislación local anterior operó para la solvencia económica del gobierno de Juan Sabines Guerrero, motivando, cabildeando y finalmente aprobando los préstamos, de los que hasta el día de hoy nos tienen sumidos en una descomunal deuda que sobrepasa los 40 mil millones de pesos.
En meses pasados se le destaparon los oscuros negocios que tiene con el presidente municipal de Suchiapa Francisco Javier Salinas Náfate. De ahí surgen denuncias por diversas arbitrariedades, siendo la más señalada la de obviar los lineamientos de concurso para las obras públicas, donde Ochoa Gallegos recomienda a constructoras para que se hagan cargo de los trabajos, cobrando, claro está, el jugoso diezmo.
Días antes de iniciar la gira de las Reflexiones PRI 2015 por todo el estado, a Ochoa se le escuchó describir a los indígenas como “esos mugrosos desgraciados”.
Hoy se dice del diputado William Ochoa que usa su pertenencia en la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados para encaminar a varias compañías petroleras a los negocios de outsourcing a los que está asociado.
III
Después de saber un poco la trayectoria de William Ochoa, ¿cómo podemos hablar del éxito de la operación “Rescatemos la dignidad del PRI”? Caeríamos en el autoengaño y quedaríamos como unos tontos ingenuos al creer que él sí puede llegar a solventar eso aun con la pesada historia criminal que trae a cuestas.
Por lo pronto, William Ochoa prodigó noticias de su fama, del miedo que inspira en sus colaboradores y en las mujeres que acosa, de los rumores de enriquecimiento ilícito que un día serán auditorías. Y si nos atenemos al documento y a los discursos, en lo único en que coincide plenamente con los priistas distinguidos, es en materia de desvergüenza y complicidad para atracar al PRI.
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