20 Noviembre 2015.
MARIO CABALLERO
yomariocaballero@gmail.com
UNA PROMESA
Al cruzar el umbral de aquella pulcra oficina vi que ahí estaba él, parado junto al escritorio, con la mano izquierda metida en el bolsillo del pantalón. Supongo que para acortar la distancia entre los dos, dio un par de pasos al frente al verme entrar. O tal vez solo se trató de un mero acto de cortesía.
«¡Mucho gusto! Fidel Álvarez Toledo para servirte», fueron las primeras palabras de la charla que duró alrededor de cuarenta minutos, hablando de sus inicios en la política, la familia, sus experiencias en el servicio público, Chiapas como causa común y las propuestas que trae como legislador en el Congreso del Estado.
Esa tarde del 12 de noviembre de 2015, tenía frente a mí a un político de 28 años de edad, con una licenciatura en administración de empresas cursada en el Instituto Tecnológico y Estudios Superiores de Monterrey, dueño de una significativa trayectoria como funcionario, cordial en el trato, que gusta por ayudar a los necesitados y que gracias a ello, a su sentido de responsabilidad y compromiso goza de la confianza de la gente.
-¿De dónde nace el gusto por la política?, le pregunto.
-Cuando estudiaba la universidad tuve la oportunidad de asistir a un evento del gobernador Manuel Velasco Coello, que para ese entonces era senador de la República. Y ver a un joven de más o menos 25 años hablar en esos términos sobre la situación del estado y que, además, muestre una buena actitud frente a los problemas que aquejan a muchos sectores de la población, simplemente no puedes ser indiferente.
Y tomando el ejemplo de Manuel Velasco -continúa-, busqué la manera de participar en temas sociales y estudiantiles. Así fue como descubrí en mí esa vocación de servir a los demás que poco a poco ha ido dando frutos, con el objetivo de contribuir con trabajo y dedicación en el desarrollo de mi estado.
Fidel Álvarez ingresa a las filas del Partido Verde Ecologista de México en el 2006, y para el 2007 ya era parte de la Coordinación Juvenil del partido. Asimismo, labrado en la cultura del esfuerzo, preside la Dirección del Instituto Municipal de la Juventud en los años 2009 y 2010, es jefe de departamento en el SMAPA en el 2011 y lo deja ese mismo año debido al llamado de Manuel Velasco, que le encarga la Coordinación de la Casa de Enlace en Tuxtla Gutiérrez para la campaña al gobierno del Estado.
En el 2013, funge como Subsecretario de la Juventud y Recreación del Estado de Chiapas y se retira el 15 de abril de 2015 para dirigir su propia campaña como candidato a la diputación por el XIV distrito electoral. Y ganó.
-¿Qué es para ti lo más valioso que has obtenido de todas tus encomiendas?
Al preguntarle eso Fidel Álvarez sonríe, se acomoda en el sillón de respaldo alto y contesta con evidente orgullo:
-La satisfacción de haber ayudado a mucha gente y saberme amigo de muchos de ellos. Porque hay tanta necesidad allá afuera, tanto que nosotros como servidores públicos tenemos por hacer, que es un poco reconfortante saber que si no en todo pudiste ayudar -porque son muchas las carencias- por lo menos en algo si lo hiciste.
El diputado Álvarez Toledo es el mayor de los tres hijos que tuvieron Gumersindo Álvarez Aquino y Lorena Toledo Coutiño. Sus hermanos son Iván y Lorena.
Cuenta Fidel que Don Gumersindo fue un hombre de espíritu inquieto y emprendedor, que cuando apenas contaba con 15 años de edad vino del estado de Puebla junto a sus nueve hermanos para establecerse en Chiapas. A su llegada, se dedica al comercio de telas en San Fernando, y para cuando todos cambian su residencia a Revolución Mexicana, abren prósperas tiendas de abarrotes.
Tiempo después se traslada a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez e instala la Farmacia San Martín. Y un día de tantos conoce por azares del destino a Lorena Toledo, con quien se casa en el año de 1985.
«Mi padre fallece de un infarto en 1996», dice con madurez Fidel Álvarez. Echa un poco hacia atrás el asiento para abrirse espacio entre él y el escritorio, y así poder cruzar sin problemas la pierna derecha. Al ver esos movimientos noto sus zapatos negros, lustrosos. Y la camisa azul, con las mangas enrolladas hasta el codo, muy bien combinada con el color de sus pantalones.
De mi padre aprendí el trabajo, la honestidad y el respeto -sigue diciendo mientras afuera cae una ligera lluvia-, y de mi madre (profesora de educación elemental), que ha sido mi principal apoyo y el pilar de mi familia, la humildad, la tolerancia, la disciplina y el amor.
-¿Cómo ves a Chiapas en estos momentos?
-Como un estado de muchas oportunidades, dispuesto al cambio. Con una ciudadanía participativa que exige resultados y que cada día está más organizada. También lo veo con mucha seguridad, apto para recibir inversión nacional y extranjera. Con un gobierno de tiempo completo dedicado a erradicar las injusticias del pasado. Con gobernabilidad. Con una paz social que se ha logrado con dialogo y no con dinero ni uso de la fuerza. Pero desafortunadamente con muchas carencias que necesitan ser atendidas no por seis ni por diez, sino por muchos años más con trabajo inteligente.
-¿Tú como legislador qué propones?
-De inicio hacer un análisis de la legislación actual para saber cuáles son las adecuaciones que se necesitan, y después de eso establecer las políticas públicas dentro lo legal, con el propósito de que se logren generar las bases para una mejor calidad de vida para los chiapanecos. El campo, el fomento industrial, la inversión privada, el turismo, la conservación de las reservas naturales son unos de los puntos que se deben tomar en cuenta en este trabajo de escrutinio y diseño, sin olvidarnos de la infraestructura estatal y municipal que tanta falta hace.
-Para terminar, ¿qué podemos esperar de esta legislatura?
-Mucha productividad. Esta legislatura tiene mucha gente joven, pero también gente experimentada. Tiene los mejores perfiles para sacar adelante una agenda de trabajo ardua y beneficiosa, como el del diputado Eduardo Ramírez Aguilar, que es un político con una amplia trayectoria, que conoce cada rincón de Chiapas y que sabe lo que se debe hacer, cuando se debe hacer.
Sin duda tenemos que corresponder a la confianza que nos dieron los chiapanecos y trabajar en unidad, sin distinción de colores partidistas, con una visión precisa del contexto del estado para lograr buenos e importantes avances -concluyó.
Antes de salir de aquel despacho de paredes blancas, con sus libreros negros, su largo sillón a un costado y de escritorio imponente, me despedí del diputado Fidel Álvarez, una promesa para la política chiapaneca, agradeciéndole el tiempo prestado para la realización de esta entrevista.
–Gracias, diputado.
-Al contrario, gracias a ti por la conversación. Nos vemos pronto.
-Por supuesto.
yomariocaballero@gmail.com