WASHINGTON, 07 de Agosto de 2013.- Lejos de estar al borde del colapso, la comandancia suprema de al-Qaida sigue siendo una amenaza considerable, una que los expertos dicen ha impulsado a la red terrorista a extenderse a más países de los que operaba hasta poco después de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
El presidente de Estados Unidos Barack Obama, quien ordenó el operativo de mayo de 2011 en el que resultó muerto Osama bin Laden, ha descrito a la comandancia de al-Qaida como «una sombra de lo que fue». El portavoz de la Casa Blanca Jay Carney afirmó el martes que la red terrorista estaba «severamente disminuida» y «diezmada».
Pero sus baladronadas no concuerdan con las medidas tomadas esta semana por el gobierno de Obama. Cerró 19 representaciones diplomáticas estadounidenses en diversas partes del Oriente Medio, África y Asia, y evacuó personal no esencial de la embajada de Estados Unidos en Yemen luego de que funcionarios de los servicios de espionaje dijeron que habían interceptado un mensaje reciente del máximo líder de al-Qaida en el que hablaba sobre planes para un ataque terrorista grande.
El mensaje referido era del sucesor de bin Laden, Ayman al-Zawahri, quien en diciembre de 2001 anunció planes para descentralizar la red y esparcir sus afiliadas en diversas partes del mundo como método para asegurar su supervivencia.
Ahora hay grandes asientos de al-Qaida a lo largo de la frontera Irak-Siria, en el norte de África y en Yemen, donde representa el riesgo más grande para Estados Unidos.
Los emplazamientos regionales quizá no toman órdenes directas de al-Zawahri, y los expertos en terrorismo dicen que rara vez coordinan operaciones entre sí o comparten recursos financieros o humanos.
Pero han promovido la misión de al-Qaida más allá del alcance que tenía hace 12 años, y han creado un legado duradero para sus líderes.
«Aun cuando el núcleo de al-Qaida pudiera estar en declive, el al-Qaidismo, la ideología del movimiento, sigue resonando y atrayendo nuevos integrantes», escribió Bruce Hoffman, director del Programa de Estudios sobre Seguridad de la Universidad Georgetown, en una nota de investigación difundida este año.
La muerte de bin Laden, escribió Hoffman, «dejó un movimiento resistente que, aunque muy debilitado, ha estado expandiéndose y consolidando su control en nuevos y lejanos emplazamientos».
Al-Zawahri, un egipcio cuyo paradero se desconoce, emite mensajes a sus seguidores cada cierto tiempo, unos cuantos meses usualmente, que se publican y circulan en redes yihadistas. En el más reciente, publicado el 30 de julio, criticó a Obama por la detención continua de sospechosos de terrorismo en las instalaciones castrenses que Estados Unidos opera en la Bahía de Guantánamo, Cuba, y por lanzar mortales ataques con aviones teledirigidos en Pakistán, Afganistán, Yemen y otros países musulmanes.
«Nos ha combatido por 13 años… ¿nos hemos suavizado o endurecido? ¿Retrocedimos o avanzamos? ¿Nos retiramos o nos extendimos?», preguntó al-Zawahri a Obama en su mensaje del 30 de julio, de acuerdo con una transcripción que fue traducida del árabe por el grupo de inteligencia SITE, que da seguimiento a portales yihadistas.
«Hago un llamado a todos los musulmanes de todos los rincones del planeta a hacer todo lo que puedan para detener los crímenes de Estados Unidos y sus aliados contra los musulmanes, en Palestina, Irak, Afganistán, Yemen y Malí, y en todas partes», agregó.
Tres días después, el Departamento de Estado norteamericano anunció el cierre temporal de sus embajadas en el Medio Oriente, África y Asia, aunque no en Irak, Afganistán, Israel ni Malí.
Funcionarios dijeron esta semana que el cierre fue provocado por una amenaza no especificada contra intereses occidentales contenida en un mensaje de al-Zawahri para su lugarteniente en Yemen, donde se asienta la facción al-Qaida en la Península Arábiga (AQPA).
La facción es dirigida por Nasser al-Wahishi, quien por años fue muy cercano a al-Zawahri y a bin Laden, y es uno de los pocos cabecillas supremos de al-Qaida restantes, dijo la directora de SITE Rita Katz.
Funcionarios de inteligencia dicen que AQPA ha manifestado por años su intención de atacar a Estados Unidos, y muchos la consideran la mayor amenaza para Occidente de entre las afiliadas de al-Qaida. El grupo está vinculado al intento frustrado de detonar un artefacto explosivo a bordo de un avión comercial que se dirigía a Detroit en la Navidad de 2009, y a los paquetes con explosivos interceptados en vuelos de carga el año pasado.
Katz dijo que AQPA podría ser la futura comandancia de al-Qaida, dado el acercamiento de al-Zawahri y otros líderes supremos con al-Wahishi. Pero advirtió que «habrá un nuevo líder en el futuro, y dudo que las cosas sigan igual».
En su mayoría, los centros regionales de poder de al-Qaida se han formado en lugares que viven agitación política, donde las fuerzas de seguridad están distraídas por conflictos internos o luchan contra extremistas.
La guerra civil en Siria, ahora en su tercer año, le ha dado a al-Qaida un enorme impulso y la oportunidad de capturar territorio que la red ha deseado controlar desde hace tiempo. El conflicto sirio ha atraído a combatientes vinculados con al-Qaida, muchos de ellos de Irak, que vive también inestabilidad política.
La violencia en Irak ha aumentado constantemente desde que el ejército de Estados Unidos se retiró en diciembre de 2011. Julio fue el mes más letal en Irak desde hace años, ya que han muerto más de 1.000 personas en ataques, de acuerdo con datos de la ONU.
Y fugas coordinadas en dos prisiones de alta seguridad iraquíes el mes pasado dejaron libres a cientos de presidiarios, incluidos extremistas de al-Qaida. La facción iraquí de al-Qaida, conocida como Estado Islámico de Irak y el Levante, se adjudicó la responsabilidad de los ataques contra las cárceles.
Kenneth Pollack, quien supervisaba temas del Golfo Pérsico como parte del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca durante el gobierno de Clinton, dijo que al-Qaida se encamina a beneficiarse de la inestabilidad en el Medio Oriente, en parte usando a Irak como centro regional.
«Al-Qaida en Irak está de regreso. Estaba muerta en 2010, y ahora tiene gran presencia en Irak», afirmó Pollack. «Tiene operaciones en Siria y es un auténtico movimiento en Siria».