MEXICO, D.F., 24 de Octubre de 2013.- La mujer tiende a acumular grasa en el tren inferior del cuerpo, específicamente, de la cintura para abajo; de hecho, es algo con lo que a diario luchamos la mayoría de las mujeres, y sobre todo, porque la moda que se impone en las pasarelas y los medios publicitarios maneja cuerpos extremadamente delgados, con una imagen andrógina.
El tamaño de las caderas es resultado, 100%, de cuestiones genéticas y hormonales. Las mujeres tenemos caderas más redondeadas que los hombres y los estrógenos se encargan de favorecer la acumulación de grasa en glúteos, caderas y muslos. La naturaleza, sin embargo, es sabia; la grasa que se encuentra alrededor de esta parte del cuerpo tiene una razón de ser; entre otras cosas, es sinónimo de fertilidad, implica que la mujer está preparada para dar vida, por lo cual, esta parte tiene esa fisonomía.
Como comenté anteriormente, la naturaleza es sabia, y existen estudios que indican que las mujeres con caderas y traseros voluptuosos tienden a vivir más y ser más sanas. Hace algunos años se publicó un estudio realizado por investigadores del Instituto de Medicina Preventiva, en Copenhague, Dinamarca, que sostiene que la grasa localizada en las caderas contiene un antiinflamatorio natural denominado adiponectina; este previene que las arterias se bloqueen.
Después del seguimiento correspondiente, el estudio determinó que las mujeres de caderas amplias presentan un 86% menos de riesgo de desarrollar enfermedades coronarias y un 46% menos de enfermedades cardiovasculares. Para gozar de este beneficio, al menos son necesarios 100 centímetros de circunferencia en la cadera, justo a la altura de donde comienzan las piernas.