Por Isaín Mandujano
* La oleada de votos que generó López Obrador en el sureste, concretamente en Chiapas, le dio a Morena una buena suma de alcaldías, la mayor parte de las diputaciones federales y locales, además de catapultar a Rutilio Escandón hasta la gubernatura. Sin embargo, sus críticos en el estado consideran que el triunfo de éste no habría sido posible, o al menos tan holgado, si la mano del gobernador Velasco Coello no hubiera propiciado la ruptura de la alianza PRI-PVEM.
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chiapas, 12 de julio de 2018/Isaín Mandujano./(Proceso)./Noticias/Diario Tribuna Chiapas/2018.- En un proceso violento que dejó tres muertos, decenas de heridos, varios enfrentamientos, incendios en oficinas, secuestros de funcionarios electorales e impugnaciones, Morena y su candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador arrasaron en Chiapas.
También provocaron un efecto dominó en la elección de gobernador. Pocos chiapanecos emitieron voto cruzado. La mayoría le hizo caso al tabasqueño, que en las tres últimas visitas de su campaña solicitó el sufragio “parejo”: “seis de seis” por la coalición Juntos Haremos Historia.
Fue así como, además de ganar las senadurías y 11 de las 13 diputaciones federales, conquistaron de forma abrumadora la gubernatura para Rutilio Escandón Cadenas y 14 de los 24 distritos locales.
Un padrón de 3 millones 549 mil chiapanecos fue convocado a las urnas el domingo 1, de los cuales casi 70% atendieron la petición de López Obrador. El índice de participación fue de poco más de 68%, lo que ha celebrado el presidente del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) del estado.
Sin embargo, desde antes de la jornada electoral se conoció que grupos armados estaban intimidando a la gente y se presentaron denuncias por compra de voto y reparto de despensas u otros artículos para coaccionarlo.
El domingo 1, en Venustiano Carranza, el militante de Morena Prisciliano Hernández fue acribillado, supuestamente por un miembro del Partido Verde.
Al día siguiente se registraron dos asesinatos en Ocozocoautla, tras la confrontación de los seguidores de Francisco Javier Chambé Morales, de MC, que busca reelegirse como presidente municipal, y los seguidores de su adversario, Alfonso Estrada, del PRD.
Otros incidentes violentos se registraron en Santiago El Pinar, Tapilula, Rincón Chamula, Jitotol, La Concordia, La Trinitaria, Palenque, Chilón, Yajalón y otros municipios. Las pugnas por las presidencias municipales fueron la causa de prácticamente todos los conflictos postelectorales: al menos 20 en los más de 120 ayuntamientos.
Al menos 16 municipios tuvieron que trasladar sus consejos municipales electorales a la capital del estado, ante el riesgo de ser atacados por simpatizantes de candidatos y partidos no favorecidos por el voto.
Morena y sus aliados se llevaron casi 30 alcaldías y las principales ciudades del estado: Tuxtla, Tapachula, Comitán, San Cristóbal de Las Casas y Palenque. Además pelean otras en los tribunales, como Chiapa de Corzo. Casi obtuvieron el mismo número de alcaldías que el PVEM y más que el PRI.
Los partidos locales Chiapas Unido y Mover a Chiapas ganaron al menos 12 alcaldías, mucho más que las dos, cinco y siete que ganaron respectivamente MC, PAN y PRD, los grandes perdedores en la entidad.
La mano de Velasco Coello
Nunca se ocultó el estrecho vínculo de López Obrador y Morena con el gobernador Manuel Velasco Coello.
Ganaron las senadurías dos amigos y excolaboradores del mandatario: Eduardo Ramírez Aguilar y Sasil de León Villard, el primero exlíder local del PVEM, exsecretario general de gobierno y expresidente del Congreso estatal, quien pretendía ser candidato a gobernador por la alianza PRI-PVEM y no lo consiguió. De León Villar fue secretaria del empoderamiento de la mujer, diputada federal por el PVEM y coordinadora del programa federal Prospera en la entidad.
Muchos de los candidatos de Morena fueron militantes del PVEM o estuvieron vinculados al gobierno estatal, como Juan Pablo Montes de Oca, que ganó la diputación local en Venustiano Carranza, así como la exdirectora del DIF estatal Carolina Solhé, la comunicadora del Sistema Chiapaneco de Radio y Televisión, Arlet Aguilar Molina, lo mismo que el exsecretario de pesca, Miguel Prado de los Santos, quienes obtuvieron diputaciones federales.
Bastantes militantes del PVEM que ganaron presidencias municipales antes buscaron ser candidatos de su partido, pero fueron inducidos a postularse por Morena.
En la contienda por la gubernatura, el PVEM y sus aliados, Chiapas Unido y Mover a Chiapas, se bajaron de la alianza con el PRI y el Panal, que postularon a Roberto Albores Gleason para gobernador.
Cuando ya había transcurrido un mes de campaña y faltaba otro tanto para los comicios, el PVEM lanzó para gobernador a Fernando Castellanos Cal y Mayor, exalcalde de Tuxtla y amigo de Velasco Coello. Esto fue un golpe a Albores Gleason y le allanó el camino al candidato de Morena, el PES y PT, Escandón Cadenas, quien fuera presidente del Poder Judicial del Estado a propuesta de Velasco Coello durante los primeros cinco años de su administración.
Escandón Cadenas, además de aprovechar el “efecto Andrés Manuel”, usufructuó la ruptura del PVEM con el PRI en el estado.
La noche del domingo 1 de julio, el candidato a gobernador del estado por el PVEM, Fernando Castellanos Cal y Mayor, reconoció el triunfo de Escandón mucho antes de que éste se proclamara ganador en una conferencia de prensa, ya cerca de la media noche.
Albores Gleason, candidato del PRI, y José Antonio Aguilar Bodegas, del frente PRD-PAN-MC, lo hicieron 24 horas después.
En el cierre del PREP, el lunes 2 por la noche, Escandón se alzó con el 39.8% de los sufragios; en la segunda posición quedó Castellanos Cal y Mayor con 21.8%, y en la tercera Albores Gleason con 20.1%. La suma de estos dos últimos porcentajes superaba a la del morenista.
El “enigma”
El próximo gobernador de Chiapas nació en el municipio de Venustiano Carranza el 3 de mayo de 1958. Estudió Derecho en la Universidad Autónoma de Baja California y tanto la maestría como el doctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Según sus datos oficiales, ha sido profesor de derecho en el Instituto de Estudios Superiores de Chiapas, la Universidad La Salle y la UNAM. En esta última se desempeñó como Vocal Ejecutivo del Colegio de Profesores de Ciencias Políticas.
Ha ocupado también cargos federales (sobre todo en el Instituto Nacional de Migración) y en los gobiernos de la Ciudad de México, Chiapas y Baja California.
En la segunda mitad de los años noventa se afilió al PRD, del que intentó ser dirigente estatal. No pudo, pero de 2000 a 2006 fue senador por ese partido y en 2006, tras fracasar en la tentativa de obtener la candidatura para gobernador, se conformó con la diputación federal (2006-2009).
En 2012 volvió a frustrarse su intención de competir por la gubernatura, pero la alianza del PRD, PT y Movimiento Ciudadano favoreció a la expriista María Elena Orantes López. Entonces Escandón Cadenas, sin renunciar a su militancia, manifestó públicamente su apoyo al candidato del PRI y del PVEM, Manuel Velasco Coello.
Éste, ya como gobernador, lo propuso en enero de 2013 al Congreso del estado como magistrado presidente del Poder Judicial, cargo en el que permaneció hasta finales de 2017 para luego ir de nuevo por la candidatura para gobernador.
Escandón, poco afecto a la prensa, pronunció un escueto discurso ante los medios la noche del domingo 1. Sólo agradeció a los votantes y no aceptó preguntas de los reporteros. Se fue por la puerta de atrás del hotel.
Para su fortuna, la oleada de votos por Morena y el llamado de López Obrador al voto parejo aplastaron la campaña de sus detractores “AMLO sí, Rutilio no”.
Según el académico de la carrera de comunicación de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt y maestro de varias generaciones de periodistas en el estado, Sarelly Martínez Mendoza, el próximo gobernador no ha sido más que una copia “burda, imitación cansina que no conectaba con los asistentes y ni siquiera generaba emociones entre sus colaboradores más cercanos”.
Dice que sus propuestas fueron sólo transcripciones de las de Morena a nivel nacional: “Cero tolerancia a la corrupción y a la impunidad”.
Agrega: “Habla con lentitud, masca las palabras, quiere ser el AMLO chiapaneco pero se queda en el panegírico. Le dijeron que mirara a la cámara, más que a los entrevistadores, y eso hace en cada oportunidad que ha tenido de salir en la televisión”.
La promesa de Escandón Cadenas de gobernar con austeridad provoca escepticismo. En mayo de 2013, cuando se casó con Rosalinda López Hernández, exsenadora perredista y después contendiente a la alcaldía de Villahermosa Centro por el PVEM, organizó una fastuosa boda con más de 400 invitados y de la que fungieron como testigos los gobernadores Velasco Coello y Arturo Núñez, de Tabasco.
Hace 20 días, aún como candidato, se negó a firmar unos compromisos con el Consejo Coordinador Empresarial de Chiapas. Dijo que desconocía el documento, pese a que se lo habían enviado con anticipación a su oficina, lo que le valió muchas críticas.
A decir de Martínez Mendoza, Escandón consiguió su candidatura en Morena sobre todo por su lealtad “casi servil” hacia López Obrador. Recuerda que en 2012 apoyó la candidatura de Velasco Coello para gobernador pero dejó en claro que su gallo para la Presidencia de la República era el tabasqueño. Y cuando éste sufrió un infarto, el magistrado permaneció largas jornadas en casa del convaleciente para vigilar su estado de salud.
Por eso, señala el investigador, como gobernador Escandón es “un enigma, porque en los diferentes cargos que ha desempeñado se ha comportado como una esfinge impenetrable, con pocos amigos y sin una posibilidad de evaluarlo realmente en la administración pública, porque su experiencia y su gris gestión está en el lado judicial y legislativo”.
Para el entrevistado no hay duda: el candidato a gobernador por Morena en Chiapas ganaría las elecciones aunque no contara con dinero ni hiciera campaña, como fue el caso de muchos aspirantes a alcaldías y curules, tanto locales como federales. /Noticias/Diario Tribuna Chiapas/2018