YAHOO MEXICO, lun., 28 de septiembre de 2020.
Ha pasado medio año desde el coronavirus nos agarró desprevenidos justo cuando despedíamos el invierno.
Los que vivimos en el hemisferio norte guardamos las cobijas y los abrigos sin apuros, encerrados en casa. Las tendencias de la moda primavera-verano pasaron al fondo de la lista de deseos. Después de todo, la comodidad priva sobre la apariencia cuando estamos en la intimidad del hogar.
La higiene pasó a encabezar la lista de prioridades en marzo, cuando la Organización Mundial de la Salud declaró que el peligroso SARS-CoV-2 se había esparcido por todos los continentes y que había alcanzado el estatus de pandemia. En ese momento, las toallas desinfectantes y el papel sanitario desaparecieron de las estanterías de los supermercados de todo el mundo.
Los mexicanos aumentaron el consumo de cloro, gel antibacterial, jabón líquido para las manos, desinfectantes para el hogar, comida refrigerada, alimentos para mascotas. Esos artículos me hacen recordar un pasado no tan lejano, cuando nuestras abuelas mantenían las casas muy limpias y ventiladas porque era la mejor manera de prevenir enfermedades.
El comportamiento mexicano adoptó la vieja escuela del sentido común: limpieza para evitar los contagios, y un mínimo aprovisionamiento de alimentos para asegurar la subsistencia de la familia y los animales domésticos.
En Estados Unidos, donde una familia promedio tiene un mayor porcentaje de su presupuesto dedicado al ocio, la lista de productos agotados era larga, especialmente los ligados al deporte y al entretenimiento, como las bicicletas y los rompecabezas.
Los expertos sanitarios pintan un panorama algo sombrío ante el regreso del frío, mientras que los especialistas en consumo consideran que lo mejor es planificar ante la incertidumbre. Un ejemplo es que todos los que viven en la Costa Atlántica y el Golfo de México se preparan todos los años cuando llega la temporada de huracanes. No se trata de tener pánico, pero existe una lista mínima de artículos de primera necesidad que podrían hacer falta a la hora de una emergencia.
¿Cómo será la propagación del virus durante el invierno? ¿Cuándo llegará la vacuna o la inmunidad de rebaño para sentirnos a salvo? Son preguntas que aún no tienen respuesta.
Pero es recomendable tomar algunas previsiones por si nos toca confinarnos en medio de un clima hostil que igualmente nos obligaría pasar mucho tiempo dentro de casa.
Las alarmas sanitarias apuntan a que nos arropará una nueva ola. El asesor médico de la Casa Blanca Antonio Fauci recomendó a los estadounidenses a “pertrecharse para atravesar el otoño y el invierno» en un encuentro en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.
No se prevén grandes cambios de comportamiento en los patrones de consumo si vuelven a dispararse los contagios.
Mientras más comprendamos nuestra psique menos posibilidades tendremos de caer en las compras nerviosas, que tienen una motivación psicológica mucho más profunda que el simple deseo de abastecernos o reponer productos básicos.
Kelly Haws, especialista en psicología del consumo de la Universidad de Vanderbilt, dijo a CNBC que la llegada imprevista de la Covid-19 nos obligó a reorganizar por completo nuestras vidas, a enfrenarnos a situaciones que no podíamos controlar y a vivir en la incertidumbre. «Y comprar las cosas que necesitamos en nuestra vida diaria es una forma muy sencilla de recuperar parte de ese control».
Invertir en pequeños lujos
Haws opina que no exagerarás puedes almacenar al menos dos semanas de alimentos no perecederos y medicamentos que te ayuden a atravesar una emergencia. Lo importante es no salir corriendo a comprar todas las existencias de un producto.
La recomendación es que escribas una lista de compras y asegurarte de que tienes algunas cosas que no son indispensables para subsistir pero que te harán la vida más placentera. La profesora confesó que necesita tener bastante café porque no le angustia la idea de quedar confinada sin poder disfrutar de una buena taza del grano.
Así que cuando vayas a hacer la compra piensa en que no solo traerás comida sino «algo que te haga sentir bien, que te haga sentir tú y tener un poquito de normalidad, que puede ser una bebida, una comida o la ropa que usas», dijo.
Artículos de desinfección y limpieza
No hay manera de evitar que la segunda ola de la Covid-19 llegue junto a la temporada de la influenza. Después de todos es la época de los virus. Los catarros e infecciones respiratorias de todo tipo estarán a la orden del día, así que será más importante que nunca seguir las normas sanitarias ordenadas en tu país.
Pero sin entrar en pánico. Si no deseas contribuir a la escasez, comienza desde ya a comprar sólo un artículo de limpieza o desinfección adicional cada vez que tengas que ir al supermercado. Lo esencial es tener mascarillas, jabón, champú, pasta de diente, enjuagues bucales, gel hidroalcohólico, desinfectantes para la casa.
Y asegúrate de comprar productos que tengan las certificaciones de las autoridades sanitarias.
Equipos para hacer ejercicio
Fueron muchos los que compraron equipos caseros como pesas, correas y bancos de ejercicios cuando los gimnasios cerraron al anunciarse la pandemia. Y no se trata sólo de un capricho por mantener a raya los kilos. Todos sabemos que la actividad física es fundamental para mantener una buena salud
Pero no tienes que invertir tu sueldo en un gimnasio casero. Los expertos recomiendan que eches un vistazo a las aplicaciones de artículos usados más populares en tu comunidad si deseas comprar un implemento para hacer ejercicio y no lo encuentras en las tiendas.
Y aunque es más seguro ejercitarse al aire libre para evitar los contagios de la Covid-19, eso podrá ser difícil durante los fríos meses de invierno. Es recomendable que compres desde ya lo que puedas necesitar para mantenerte en forma dentro o fuera de casa.
Purificadores de aire
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y la Organización Mundial de la Salud no terminan de ponerse de acuerdo sobre cómo ocurre la transmisión aérea del SARS-Cov-2. Pero ya reconocen que ocurre. Y lo que sí es seguro es que el coronavirus se transmite por las gotículas que expulsamos cuando una persona estornuda, tose, habla o ríe.
Los purificadores de aire de uso doméstico podrían filtrar esas mínimas partículas que flotan en el aire y que pudieran transportar el coronavirus, según la profesora de ingeniería mecánica de la Universidad de Boulder Colorado, Shelly Miller.
La investigadora dijo que los filtros HEPA han demostrado ser eficientes en capturar al menos 99,97% de las partículas aéreas de al menos 0,3 micrones. Como cifra de referencia tenemos que el virus que produce la COVID es unos 125 nanómetros, o 0,125 microgramos.
Los purificadores succionan el aire, lo pasan por los filtros que eliminan las partículas aéreas y luego expulsan aire limpio en la habitación.
Los pronósticos señalan que las familias con suficientes recursos adquirirán estos purificadores para mejorar la calidad del aire en sus hogares, pero esas medidas siempre deben estar acompañadas del lavado regular de manos, de las superficies muy usadas o transitadas. Con o sin estos purificadores, abrir las ventanas siempre será una buena idea.
Regalos navideños
El miedo al contagio posiblemente mantenga alejado a muchos de los centros comerciales de grandes superficies. También existe la posibilidad de las autoridades restrinjan las compras físicas en los lugares de mayor incidencia de contagios. Y la única opción será realizar las compras navideñas online.
No hay que ser un experto para saber que las tiendas virtuales colapsarán y que probablemente tu pedido no llegue a tiempo si esperas el último momento. La previsión te puede ahorrar más de un disgusto.