+ “Desde el 2011 el número de enfermos de salud mental ha aumentado en un 35 %, por lo que es imperativo tomar cartas en el asunto”, externó la presidenta de la Jucopo.
TUXTLA GUTIERREZ, Chiapas, 09 de Agosto de 2015.- A pesar de que recientemente la Organización Mundial de la Salud, señaló que una de cada diez personas en el mundo sufren de algún trastorno mental, es necesario conocer que existe un psiquiatra por cada 100 mil habitantes, lo que dimensiona la magnitud del problema y a lo que se le suma el escaso gasto público que se destina para su atención, expresó la diputada Gloria Luna Ruiz.
Para la presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, “es necesario realizar acciones que refuercen la atención de la salud mental ya que en México, durante los últimos años, se han incrementado los síndromes depresivos y ansiosos, la epilepsia, la demencia, la esquizofrenia, las adicciones y los trastornos del desarrollo infantil, los cuales están vinculados con la salud física y con la pobreza”.
Esta triste realidad obliga a proponer políticas de atención acordes a ella, señaló, “por eso me permití proponer la iniciativa que reforma y adiciona la Ley de Salud en el estado en materia de atención a la salud mental, de forma tal que el cuidado de las personas que sufran de trastornos mentales y del comportamiento, sea con un enfoque comunitario, de reinserción psicosocial y de respeto a sus derechos humanos”.
“Resulta de capital importancia la formación del personal que cuida la salud primaria, para reforzar su capacidad de reconocer y tratar a las personas con trastornos mentales graves y comunes”, aseguró la también Coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN.
Concluyó: “Se sabe que desde el 2011 el número de enfermos de salud mental ha aumentado en un 35 %, por lo que es imperativo tomar cartas en el asunto; hago votos para que los legisladores federales que tendrán en sus manos la aprobación del presupuesto de egresos para el 2016, centren su mirada en salud y en específico para salud mental, así como que las instancias competentes evalúen si las políticas públicas responden a las necesidades actuales de salud mental o requieren de un rediseño.”