Misael Zavala Hace/El Universal/Foto: Berenice Fregoso
CIUDAD DE MEXICO, 10 de junio de 2019./Misael Zavala Hace/El Universal/Foto: Berenice Fregoso.- Al calificar la reciente negociación con Estados Unidos como la más difícil, el canciller Marcelo Ebrard Casaubón detalló que México tiene 45 días para disminuir el flujo migratorio hacia territorio estadounidense o, de lo contrario, podría darse el riesgo de las tarifas a productos mexicanos.
En conferencia de prensa mañanera en Palacio Nacional, el secretario de Relaciones Exteriores aclaró que no es necesario que con estas medidas tomadas para no aplicarse los aranceles, como llevar la Guardia Nacional a la frontera sur, un registro puntual de migración y ser un país que dé asilo a migrantes, tenga que ir al Congreso mexicano para aprobar alguna medida.
«Si caso estás medidas no funcionan, deberíamos de pasar a un modelo regional tendríamos que presentarlo al Congreso. Si las medidas no funcionaran y se deben tomar ciertas medias. A eso se refiere (el presidente Donald Trump)», expuso.
A mediados de julio, se realizará una evaluación de las medidas adoptadas por México para frenar la migración hacia el norte. Ebrard expuso que ahora hablará con organizaciones de Centroamérica para que ayuden en ese sentido.
«Demostremos que en 45 días sí podemos hacerlo entre todos», exhortó.
El Canciller sostuvo que fuera de lo informado no hay ningún otro acuerdo de ninguna especie que se haya firmado, ni agrícola, ni de seguridad.
Sostuvo que en lo que lleva este gobierno, ha sido el momento más difícil en la relación de México con Estados Unidos, ya que fue muy tensa, difícil y de muchas horas.
«El recibimiento fue muy duro por parte del vicepresidente de EU porque el tono era casi de ultimátum. Tienen un reporte de 140 mil personas detenidas en la frontera y a finales de año estaría llegando a un millón 600 mil», detalló.
Las tarifas a productos mexicanos implicaría para México entrar a una guerra comercial que le costaría que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador incremente el IVA en 10%, la pérdida de un millón 200 mil empleos, además de un punto caída PIB.
«Entonces eso se convertiría en una crisis económica», aceptó Ebrard Casaubón.