TUXTLA GUTIÉRREZ, Chiapas, 11 de Febrero del 2016./(muralchiapas.com).- Militares, agentes ministeriales y policías municipales allanaron violentamente y sin orden de cateo el pasado miércoles, varios domicilios en el fraccionamiento «Real del Bosque» en la capital chiapaneca, en donde con armas largas apuntaron a la cabeza a los vecinos ultrajados a quienes, incluso, robaron pertenencias, la Procuraduría General de Justicia del Estado de Chiapas (PGJE) se niega atender el caso registrado.
Aproximadamente al mediodía del pasado miércoles varios agentes policiacos y militares llegaron al fraccionamiento en donde por la fuerza, rompiendo o forzando las chapas de las puertas, lograron ingresar a más de un domicilio en donde sometieron y apuntaron con sus armas a sus ocupantes, esto sin mediar justificación alguna más que solo el poder que les da el arma, el uniforme y la placa que portan.
Alrededor de 30 a 40 elementos apuntaron con el arma de fuego hacia el joven Julio Cesar Vázquez Díaz que se asomó a su ventana atraído por el escándalo hecho por la policía que pretendía abrir su puerta, decidiendo colaborar con los uniformados decidió abrir la puerta y fue ahí donde le arrebataron la lleve de la reja de protección.
Conocedor de sus derechos alegó que no lo pueden sacar de su casa sin ninguna orden, ya sea de aprehensión o de cateo, ante la exigencia de que mostraran estos documentos, lo amenazaron apuntándole en la cara con el arma de fuego.
Sin embargo, ya habían allanado la casa porque estaban en la puerta por adentro del garaje, le pidieron que saliera para dialogar con ellos;
“Yo creí que algún delincuente se había metido al interior de la casa porque es de fácil acceso, pueden entrar, cuando me dijeron que saliera, quise colaborar, abro la puerta, me encuentro con la segunda reja, saco la mano para tratar de abrir el candado por fuera, entonces fue que me arrebataron la llave, ellos abrieron la puerta y se metieron a mi domicilio, me sacaron a la calle y ahí me pegaron contra la pared como un peligroso bandido, apuntándome con sus armas de esas que anda esa clase de policía ”, relató Julio Cesar Vázquez.
Pidió la razón por el cual lo estaban arrestando, interpretado así por el hecho de sujetarlo contra la pared, pero sólo le preguntan si hay alguien más adentro de la casa, y sí había alguien más, era su compañero con el que comparte la casa, también lo sacaron a la fuerza, le pidieron su identificación, él pretende entregar la credencial, pero al momento le arrebatan la cartera y lo encañonan contra la pared junto a su compañero.
“Sí me di cuenta que, mientras nos tenían ahí, entró un grupo de policías en la casa, pero ya no nos dimos cuenta qué hacían, porque nos tenían encañonados, haciéndonos preguntas de dónde éramos a qué nos dedicamos, me imagino que el comandante ordenó todo eso, le pedí explicación, el motivo por el cual nos sacaron de nuestra casa a mí y a mi compañero, no se nos dio nada de información, hasta ahorita la desconocemos”, agregó.
Comentó que en otros domicilios robaron perros, en el suyo robaron 600 pesos, reloj y añillos de graduación que era su compañero.
Por parte de las autoridades no han informado, por el contrario el día de ayer, 10 de febrero, interpusieron la denuncia correspondiente, sin embargo no están de acuerdo con lo que les proponen porque les piden que no se haga público, pero no se quedan callados para que no se repitan los mismos actos de injusticia, “son violaciones lo que cometen las autoridades, abuso de autoridad”.
Dijo que por lo menos alegaron sus derechos con el poco conocimiento que tienen, y aun así les ocasionaron perjuicios, qué le podría pasar a alguien que no tiene ni idea de defenderse de los policías que según son los que cuidan a la ciudadanía, “si ya desaparecieron a 43 estudiantes, que hay evidencias que fue la misma policía, qué se puede esperar de dos personas”.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 12 y media del día del martes 9 de febrero, y un lapso de alrededor de cinco a diez minutos, “me acerqué al jefe a pedir una explicación y le comentó de los delitos que habían cometido en mi hogar, le dije que iba a denunciar y en tono burlón solo me dijo; Sí hijo, sí hijo, me dejó hablando solo y se fue”.