+ La meta: 30 millones de votos en comicios de 2018
MEXICO, D.F., 10 de Julio de 2014.- Andrés Manuel López Obrador sostuvo que el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) será un partido confiable, independiente, fuera del control del gobierno y no se subordinará a ningún régimen. Rechazó actuar como cacique imponiendo candidatos y se dijo preocupado porque la organización que impulsó caiga en el proceso de deterioro que vive el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
En entrevista, tras conocer la noticia de que el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) le otorgó el registro como partido político, admitió haber incurrido en errores. No los puntualizo porque siempre he pensado que esos asuntos no debo señalarlos a nuestros adversarios, no les voy a hacer el trabajo, pero todos cometemos errores, sin duda, sostuvo. Agregó que el objetivo es evitar que Morena se eche a perder.
El presidente del Consejo Nacional de Morena recibió en su modesto departamento de Copilco el Alto a La Jornada. Se acompañó de tres de sus cuatro hijos (sólo faltó Gonzalo). El más pequeño, Jesús, jugueteaba con José Manuel, mientras Andrés escuchaba a su padre responder que 2015 será la plataforma para que Morena adquiera la fuerza electoral que le permita ser candidato presidencial en 2018, porque el pueblo me dice que la tercera es la vencida.
Calcula que en cuatro años de trabajo con el pueblo podrá obtener 30 millones de votos, casi el doble de los conseguidos en las pasadas elecciones presidenciales, en 2012.
López Obrador avizoró un escenario difícil para la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) cuando resuelva si procede una consulta popular sobre la reforma energética.
“No imaginaban que nosotros íbamos a solicitarla, ni siquiera los que se dicen de izquierda, porque ellos ya tenían su arreglo. Al régimen y sus partidos satélites los tenemos en una encrucijada porque vamos a reunir las firmas.
Si la Corte dice que no procede, incurrirá en un golpe de Estado técnico, se acabará el sistema político y con él el Poder Judicial, porque quedará violada completamente la Constitución. No tienen pretexto para no aceptar la consulta, y les vamos a ganar porque 80 por ciento de la población está en contra de la reforma.
Antes de la entrevista, el ex jefe de Gobierno capitalino grabó el primer espot que Morena transmitirá como partido a nivel nacional.
Previó que sus opositores mantendrán la campaña de desprestigio en su contra y recordó que recientemente viajó a Italia con el adelanto monetario que la editorial Grijalbo le proporcionó por la publicación de su reciente libro, y en Florencia, al retratarse con un par de jóvenes, éstas difundieron la imagen en Facebook, lo que desató el escándalo en la red, pero salimos ilesos de la calumnia.
–Morena ya es partido político –se le comentó.
–Es importante tener un instrumento confiable, independiente, no una organización subordinada al régimen, un partido fuera de control del gobierno. Queremos un cambio verdadero. No aspiramos a ser paleros, ni siquiera a vivir del partido. Cuando se logre transformar el país, ya Morena no va a ser necesaria como organización.
–¿La izquierda necesita un partido nuevo?
–La izquierda política, social, religiosa, agrupada o no, se preocupa demasiado de lo gremial, de lo sectorial. Inclusive siguen todavía haciendo análisis de la realidad, pero se les olvida que lo más importante es transformar. Para ellos es cómodo, es una forma de vida y estoy hablando del flanco izquierdo.
–¿Un partido político para que Andrés Manuel López Obrador tenga recursos públicos?, le reclamarán sus críticos.
–Eso ya lleva tiempo y va a seguir. Afortunadamente no tienen elementos de prueba, no pueden desprestigiarnos. Eso no tiene ningún efecto, lo van a seguir diciendo, hasta diría: qué bueno que lo hagan, porque eso no nos daña. Va demostrando que las diferencias con nosotros son de otro tipo.
–¿Era necesario entrar al sistema de partidos para lograr la transformación?
–Era necesario buscar que Morena fuese partido para lograr la transformación. Sostengo que esto es un proceso difícil, es un camino lleno de obstáculos, pero no tenemos otra vía. No somos ingenuos, sabemos que los dados están cargados. ¡Nos han robado dos veces la Presidencia de la República!, y hay algunos que dicen que cómo con esos antecedentes vamos por el mismo camino. Pero hemos decidido transformar al país por la vía electoral.
–¿Usted ha aprendido de sus errores?
–Sí, claro que ha habido errores… Pero en lo que no nos hemos equivocado, y eso es lo más importante, es en que este es un régimen podrido, de corrupción, para una minoría, a costa del sufrimiento de la inmensa mayoría de la gente. No nos pueden acusar de incongruentes. Yo puedo hablar de honradez, de justicia, porque considero tener autoridad moral.
El viaje a Italia
López Obrador describió entonces su viaje a Italia. “Lo expliqué en mi face, entre otras razones, porque me encontré obras de grandes pintores mexicanos, pintura de caballete de Rivera, Orozco, Siqueiros, Tamayo, que fueron donadas al Vaticano; un Orozco bellísimo, El martirio de San Esteban, donado por Marcial Maciel”, afirmó.
“Sabía que iban a decir: ‘¿de dónde salió el dinero para viajar? ¿Quién pompó?’ Expliqué por qué pude viajar… Una de las cosas que la derecha usó para atacarme es que tengo una casa en La Toscana. No hay, por eso, ninguna preocupación de que ahora que Morena es partido nos afecten en ese sentido, porque ya es parte de la campaña permanente y no les ha funcionado.”
–Se le acusa de imponer candidatos.
–No tengo yo candidatos, ni los tuve cuando fui jefe de Gobierno del Distrito Federal. Sería una incongruencia. Lo que se requiere es acción. Hay quienes se pelean por ser candidatos o quieren serlo y no trabajan. Se la pasan muy campantes y no sólo es por dinero, sino porque quieren tener currículum.
–¿Por qué ejercer el poder desde una izquierda distinta?
–Para servir; el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás. El político no debe dejarse llevar por el canto de las sirenas, por la parafernalia del poder, por la vanidad.
–El consejero Ciro Murayama calificó de racista el nombre de Morena.
–(Ríe) Es muy lamentable que esto lo diga un consejero, porque demuestra cómo se ha corrompido todo y la gravedad de la crisis política de México. Este consejero fue propuesto por el PRD. Es una vergüenza, cuando él firmó, en 2006, una carta avalando el fraude electoral de Felipe Calderón.
–Sus opositores se preguntan si Morena dividirá a la izquierda o hundirá al PRD.
–La izquierda no son los políticos de los partidos supuestamente de oposición. Ser de izquierda es ser honesto, es tener buenos sentimientos. No es de izquierda el corrupto y el que le da la espalda a quien sufre. Ya basta de que estén usufructuando el nombre, el término, el concepto de izquierda. La mayoría de los dirigentes de los partidos que supuestamente son de izquierda son gentes que no tienen principios, que no tienen ideales.
–Hay quienes auguran que Morena podría tener un destino como el del PRD.
–Sí, ese es un riesgo, un desafío, eso realmente me preocupa, porque no hay cultura democrática en el país. Son muchas las tentaciones. Entonces, para que Morena no se eche a perder, se requiere estar constantemente imprimiendo principios, ideales. La única manera de evitar que los partidos se corrompan es con ideales y con principios, y aún así hay riesgos por la condición humana, pero no se resuelve con estatutos ni con leyes.