+ Reitera Silvia Ramos que no es posible predecir temblores
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chiapas, 22 de Septiembre de 2017.- Debido a las características de la actividad sísmica, expertos del Centro de Investigación y Gestión de Riesgos en Cambio Climático (CIGERCC) de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), reiteraron que no es posible predecir los sismos, ni su magnitud, que lo único cierto es que Chiapas se ubica en una zona de alto riesgo sísmico y por ende es vital estar prevenidos.
La directora del CIGERCC, Silvia Ramos Hernández explicó que el Planeta Tierra está en constante movimiento, derivado de esta actividad se generan los sismos, la mayoría imperceptibles para el ser humano. En Chiapas el promedio anual oscila entre 2 mil 500 y 3 mil sismos, de acuerdo inventario estatal de sismos cada 10 o 15 años se registran movimientos cuya magnitud es mayor a 7.
Ante los recientes terremotos ocurridos con epicentros en Chiapas (8.2) y Morelos (7.1), ha circulado versiones, principalmente en redes sociales, que alertan sobre posibles nuevos terremotos asociados a manchas solares, lo cual fue desmentido por la experta, quien dejo en claro que “no se puede predecir, dónde, cuándo y de qué magnitud pueden ocurrir los sismos”.
Lo que sí es un hecho que debe ser tomado en cuenta, es que “vivimos en una región altamente sísmica, en donde han ocurrido eventos asociados a la interacción de las placas tectónicas y van a seguir ocurriendo porque no se puede detener la energía que circula entre las placas, lo que sí podemos hacer es vivir preparados ante la posibilidad de la ocurrencia de estos”, aseveró.
Ramos Hernández aseguró que de manera general la sociedad ha “olvidado el riesgo sísmico”, el cual solo se considera cuando se sufren las consecuencias y con lecciones muy duras, como la pérdida de vidas.
Explicó que la gran cantidad de réplicas suscitadas después del terremoto del 7 de septiembre tienen su origen en la extensa zona de fractura que generó el movimiento principal, continuarán e irán disminuyendo gradualmente, tanto en intensidad como en frecuencia, con el paso de los días hasta que la actividad sísmica vuelva a su normalidad.
Detalló que la UNICACH, a través del CIGERCC realiza un esfuerzo conjunto con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), en el monitoreo de la actividad sísmica, mediante las estaciones sismológicas que operan en Pijijiapan, Tuxtla Gutiérrez (Ciudad Universitaria), Tapachula, Comitán y el Volcán Tacaná, en los límites fronterizos con Guatemala.