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Nombran a Sergio Reyes Osorio “Miembro Emérito de la Ingeniería”

+ Cumple 60 años de trabajo ininterrumpido en el sector agropecuario

México D. F., a 26 de junio de 2014Para el actual presidente de la Comisión de Honor y Justicia de la CNC con la Reforma Profunda del Campo desaparecerá el espectro del hambre en México

Por casi seis décadas de trabajo ininterrumpido como ingeniero agrónomo y funcionario por varios sexenios de instituciones del sector agropecuario federal, el ingeniero Sergio Reyes Osorio recibió la presea y venera de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México, que lo reconoce como «Miembro Emérito de la Ingeniería».

Durante sesión solemne de esta organización, considerada la más antigua de nuestro país, pues se formó en 1867 –en pleno gobierno de don Benito Juárez– y ante la presencia del presidente de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México, Luis Ramón Lignán, del director general de la Comisión Nacional del Agua, David Corenfeld, y de los integrantes del Comité Directivo de la Asociación e invitados especiales, Reyes Osorio resaltó las políticas públicas y reformas que el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto ha emprendido, a fin de reforzar el marco jurídico y de desarrollo económico y social del país.

Resaltó en particular la Reforma Profunda del Campo, cuya propuesta nació precisamente al asumir la presidencia de la Confederación Nacional Campesina el senador Gerardo Sánchez García, en enero de 2011, la cual permitirá que México recupere nuevamente una dinámica productiva capaz de desaparecer el espectro del hambre y desnutrición, al mismo tiempo que el país refuerce su presencia en los mercados internacionales de alimentos.

Dijo que «atacar el problema de pobreza alimentaria de millones de compatriotas, es urgente y así lo interpreta el gobierno federal, al hacer grandes esfuerzos para crear las condiciones que favorezcan estrategias con el objetivo de aumentar los índices de producción y productividad en granos básicos y alimentos de origen animal».

Destacó que a través de la Reforma Profunda del Campo, será posible devolver a la agricultura nacional «y en particular a la Secretaría de Agricultura, todo el vigor, apoyo y prioridad económica y política que se le dio en décadas pasadas». Un campo desprotegido, dijo, abre una serie de riesgos para la estabilidad social, económica y política.

Recordó que, a partir de la década de 1940, el sector agropecuario alcanzó una alta prioridad en la política económica del país. «Se hacía sentir en las inversiones públicas y privadas, en la construcción de presas, sistemas de riego, almacenes para los sectores social y privado, crédito de la Banca de Desarrollo y una investigación agrícola capaz de llevar sus resultados a otros países que, en esos tiempos, padecían hambre y desnutrición».

Fue en nuestros campos experimentales y en una agricultura comercial muy competitiva, donde un ilustre agrónomo norteamericano, Norman Borlaug (Premio Nobel de la Paz en 1970) apoyado por un puñado de brillantes agrónomos mexicanos, participaron en lo que se llamó la «Revolución Verde» que, ahora se sabe, salvó la vida de más de mil millones de personas expuestas a morir por hambre en países de Asia y África. «Ha sido el programa que más vidas ha salvado en el mundo y en el que México tuvo una participación decisiva», expresó el ingeniero Reyes Osorio.

Consideró que es necesario escuchar los planteamientos y recomendaciones de organismos internacionales especializados, como la FAO, el Banco Mundial y la OCDE, sobre advertencias a todos los gobiernos del mundo de la necesidad de aumentar la producción, la productividad, las reservas nacionales e internacionales de alimentos, a fin de proteger la vida de millones de personas que se encuentran vulnerables por desnutrición y hambre, con efectos negativos en las condiciones económicas, políticas y sociales de las naciones pobres.

«¿Qué nos pasó? Pues que por seguir dogmas neoliberales en boga desde hace más de 30 años, se impuso a nuestra agricultura una serie de criterios económicos derivados de la firma del TLCAN, que fue mal negociado en lo referente al campo». Así, dijo, el gobierno empezó a retirar apoyos gubernamentales al sector rural y se desmantelaron instituciones que eran respaldo a las actividades productivas de los campesinos.

Se sabe que en ningún país del mundo la agricultura se desarrolla por sí misma; necesita del apoyo frente a una dependencia directa de los esquemas de climas, calidad de tierras, ciclos biológicos, protección contra siniestros, etc., y conscientes de que no se puede acelerar ni detener la germinación de las semillas, el desarrollo sano, la fructificación óptima para alcanzar resultados productivos eficientes.

Estos factores, dijo finalmente el ingeniero Reyes Osorio, son los que esperamos para que México alcance la prosperidad, el desarrollo y bienestar, sobre todo de la población rural del país, que es el segmento que presenta mayor rezago en materia alimentaria.

Actualmente Reyes Osorio colabora con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y es presidente de la Comisión de Honor y Justicia de la CNC, en donde con anterioridad, ocupó en dos ocasiones la presidencia del Consejo Técnico Consultivo.

En su desempeño profesional como agrónomo y en el servicio público, fue subsecretario en tres ocasiones, en SAGARPA y en SRA, y Secretario Técnico del Gabinete Agropecuario, Coordinador de la Comisión Nacional de Alimentación; Vocal Ejecutivo del INIFAP; y Vocal Ejecutivo de la Comisión Coordinadora de Desarrollo Rural del DF.

Entre otros, ha recibido el reconocimiento del Gobierno de Francia, como «Oficial de la Orden al Mérito Agrícola», y también se hizo acreedor del Premio Nacional de Economía del Banco Nacional de México.

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