08 mayo 2018
Manuel Zepeda Ramos
Hace unos días vimos a José Antonio Meade con los rectores de México en la ANUIES, esa organización nacional en donde el Secretario Ejecutivo de las Universidades e Institutos de Educación Superior del país es el chiapaneco Jaime Vals Esponda.
Estuvimos otra vez ante el Pepe Meade que conoce a fondo los grandes problemas nacionales y, en esta ocasión, el de la Educación Superior en México.
Habló durante casi dos horas y sus palabras fueron todas cargadas de datos estadísticos, de memoria, con una velocidad y articulación pasmosos: el dominio absoluto de la información. Las respuestas que dio a los muchos rectores que preguntaron lo que quisieron, fueron clases impartidas por un maestro conocedor del tema, de lo que hay qué hacer y por qué y cómo instrumentarlo.
Me trajo a la memoria lo que decía Eraclio Zepeda de Carlos Navarrete, inmortalizado en algún CD de la serie Voz Viva de México:
“Carlos Navarrete -palabras más, palabras menos-, es un arqueólogo guatemalteco a quienes los chiapanecos queremos mucho por su gran aportación a nuestra cultura. En Chiapa de Corzo es hijo predilecto. Navarrete, cada vez que ve las piedras antiguas, las lee como si fuera periódico”.
Meade llenó a los presentes de datos de México y el mundo, dejándolos con una gran cantidad de información que habrán de poner en práctica en sus respectivas instituciones.
En medio del maremagnum informativo que lanzó el candidato a la Presidencia de la República por la Coalición Todos por México, hubo un dato de gran relevancia: 48 millones de mexicanos no han terminado la preparatoria.
Eso, dice Pepe Meade, significa no acceder a mejores salarios, significa condenar a la familia a vivir en niveles económicos menores a los aspirados, pero sobre todo significa que esos compatriotas no tendrán jamás acceso a la Educación Superior.
Me quedó muy claro que el próximo Presidente de México habrá de enfocar sus baterías en el sexenio para poder levantar la bandera blanca en el rezago que los mexicanos tienen en la enseñanza preparatoria.
Pepe Meade piensa y resuelve rápido.
El lunes siete de Mayo muy temprano, en una conferencia de prensa, anunció propuestas importantes.
Dijo que desde que lanzara su programa “Avanzar Contigo”, su equipo ha estado haciendo trabajo de campo y ha levantado datos muy importantes, como que el programa Prospera que actualmente se aplica a 6.8 millones de familias mexicanas y que ha sido saludado excelentemente por el Banco Mundial y por la OCDE, ha tenido resultados de gran efectividad para el mejoramiento de vida de esa familias: 28 millones de beneficiados tienen hoy un mejor acceso a la salud, a la alimentación y a la educación.
Por tal motivo José Antonio Meade propone que su gobierno hará la mayor ampliación e incremento en la historia de Prospera. Habrá de tomar tres medidas puntuales:
1.- Ampliar la cobertura a dos millones más de familias mexicanas.
2.- Becar al 100 % de todos los estudiantes de preparatoria de la familia Prospera. Quiere decir que estos estudiantes habrán de terminar -sí o sí-, la educación preparatoria que los pone en la antesala de la Educación Superior.
3.- Triplicar el recurso a la familia que tenga un discapacitado en su seno. Si recibían $1,900.00 mensuales, ahora habrán de recibir $5,700.00 La presencia de un ser discapacitado en la familia, significa un considerable aumento de las necesidades de atención y movilidad, constantes en esa casa.
Más y mejor Prospera en mi gobierno, concluyó José Antonio Meade en su conferencia de prensa.
Son muy buenas noticias las que acaba de anunciar.
Son acciones que habrán de beneficiar, sustancialmente, a 8.6 millones de familias mexicanas a partir del ya cercano primero de diciembre.
Pepe Meade debe ser el próximo presidente de México.