Shaila Rosagel/Sin Embargo
CIUDAD DE MÉXICO, 15 de octubre de 2016/(SinEmbargo).– Los tres son aspirantes a una candidatura presidencial para 2018 tienen en común su baja popularidad, malos resultados en sus gestiones y que ya, sin concluir su administración, se promocionan con recursos públicos: Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación; Miguel Ángel Mancera Espinosa, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, y Rafael Moreno Valle Rosas, Gobernador de Puebla, saben que en la carrera a la Presidencia de la República todo se vale, criticaron expertos entrevistados por SinEmbargo.
Es quizá Osorio Chong el que a través de sus giras ha evidenciado con mayor fuerza que está en la contienda adelantada, aunque distintos sectores le exijan cuentas sobre su labor, como la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) que hace unos días le reclamó el fracaso de la estrategia de seguridad en el país.
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A pesar de ello, de los muertos y los desaparecidos, de las masacres que se revelan en cada fosa clandestina descubierta por la sociedad civil en el territorio mexicano, el Secretario de Gobernación no habla e intenta darle un giro a su imagen.
“’Los políticos siempre aspiran; hasta que dejan de respirar, dejan de aspirar’, decía [Jesús] Reyes Heroles. Con merecimientos o sin ellos, a pesar de lo que han hecho, ellos creen que tienen posibilidades”, dijo María Eugenia Valdés Vega, investigadora experta en procesos electorales, padrón electoral y sistema político de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Para la experta Osorio Chong es el caso más extraño de los tres aspirantes, porque rompe con las reglas no escritas de los antiguos priistas.
“Antes los aspirantes del PRI [Partido Revolucionario Institucional] no se movían y permanecían tapados. Osorio no tiene competencia interna, aunque sí tiene competencia real frente a los otros; pero empezó a moverse, no sabemos si con anuencia o sin ella del Presidente Enrique Peña Nieto, pero es una medida inteligente, porque no se quedará rezagado”, explicó.
Héctor Quintanar Pérez, politólogo de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recordó que cargos como la Secretaría de Gobernación o la Jefatura de Gobierno han sido una “plataforma natural para los presidenciales”.
“De de un tiempo para acá, ahora con el desarrollo de los medios de comunicación, hasta los gobernadores aparecen como aspirantes”, consideró el especialista.
De los tres aspirantes a una candidatura son Osorio y Mancera los que tienen más oportunidad de ser candidatos, incluso con los malos resultados que hasta hoy han entregado. Rafael Moreno Valle, precisó la analista, “compite con Margarita Zavala y con Ricardo Anaya [dirigente del Partido Acción Nacional] sin muchas posibilidades”.
En el caso del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, su popularidad se fue a la baja casi desde el inicio de su gestión, cuando envió a cientos de granaderos a las calles para contener la protesta social.
Sin embargo la popularidad y los resultados no significan gran cosa para un político que busca llegar a la silla presidencial. En la contienda no existe la vergüenza, porque “santo que no es visto, no es adorado”, agregó Valdés Vega.
“Esa es su vida, son políticos. Así como los empresarios piensan en la ganancia, los políticos piensan en el poder. Es completamente lógico que se quieran promocionar. Lo malo es que lo hacen con recursos públicos”, dijo.