04 Enero 2016
Rodrigo Ramón Aquino
Frente al espejo
Aunque cada día es una oportunidad de hacer mejor las cosas, la llegada de un nuevo año parece refrescarnos, esperanzarnos, llenarnos de deseo de crecer en las diversas esferas de nuestra vida. Las finanzas, la salud, la familia y la relación con la pareja parecen acaparar gran parte de nuestra simbólicas 12 uvas.
Somos un pueblo magnífico, de eso no hay duda. Vivimos en una tierra rica aunque con muchas y cada vez más marcadas desigualdades. Es cierto, la clase política perdió la vergüenza con el sur del país, particularmente con esta región ubicada en “la cola de la cola” —como solía referir el exgobernador Pablo Salazar.
Nos quejamos y está bien. Cada da vez más chiapanecos se quejan de las condiciones en las que viven, que en lugar de mejorar, parecieran complicarse. Sí, hemos sido agraviados. Nuestros representantes no nos representan y nuestros gobernantes no nos gobiernan. Vemos hacia fuera y nos asusta lo que vemos, pero ¿qué hay dentro?
Parados frente al espejo de nuestra conciencia nos evaluemos y reconozcamos qué tan buenos ciudadanos estamos siendo, qué tan organizados y sistemáticos, qué tan participativos. Nos informemos, nos involucremos, nos preparemos a participar.
Dejemos de ser ese pueblo que ya el general Porfirio Díaz diagnosticaba y que tanto de él permanece: “Los mexicanos están contentos con comer desordenadamente antojitos, levantarse tarde, ser empleados públicos con padrinos de influencia, asistir a su trabajo sin puntualidad, enfermarse con frecuencia y obtener licencias con goce de sueldo; divertirse si cesar, casarse muy jóvenes y tener hijos a pasto; gastar más de lo que ganan y endrogarse para hacer fiestas.”
Ágora
La tragedia une. Tuvo que morir la recién estrenada alcaldesa de Temixco, Morelos, la perredista Gisela Mota, a manos del crimen organizado para que el gobernador Graco Ramírez por fin se reuniera con el presidente municipal de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, para fortalecer la nueva modalidad de seguridad conocida como Mando Único, tema que los tenía de los pelos. Lamentable la pérdida humana, alarmante en realidad, no obstante, no deja de ser un episodio que nos recuerda que en los actuales tiempos ninguna autoridad —ninguna, insistimos— puede gobernar sola.
Para que los bienes y servicios brindados por el Estado efectivamente lleguen a la población en general, tanto los representantes populares como las autoridades no se pueden andar dando el gusto de mantener rencillas políticas y personales. Por respeto a quienes los eligieron y a las instituciones, los hombres y las mujeres en el poder se deben olvidar de sí mismos y ponerse a trabajar.
Difícil imaginar, por ejemplo, que el presidente de Tuxtla Gutiérrez, Fernando Castellanos, afronte solo el gran reto de gobernar la capital de Chiapas. Recibe ayuda del gobernador y eso está bien. El trabajo coordinado se empieza a ver en obra pública y en el diseño del que representa la máxima reglamentación y el protocolo de actuación del ayuntamiento: el Bando de Policía y Gobierno.
Este nuevo catálogo de funciones y multas es quizá el documento más importante que firme Castellanos, pues representa su eje rector, su plan de gobierno 2015-2018 y el sentir de diversos sectores de la población. Le invitamos a conocer las nuevas reglas para que no lo agarren chiflando en la loma. Parece que el tiempo de ocurrencias está pasando.
Corrillo
Los cuatro jinetes: Al iniciar el 2016, los cuatros perfiles políticos más aventajados en la carrera sucesoria rumbo al 2018 en Chiapas son el priista Roberto Albores Gleason, el diputado Eduardo Ramírez Aguilar y los senadores Luis Armando Melgar Bravo y Zoé Robledo. A ellos habría que sumarle los perfiles que, se afirma, buscarán colarse por la vía independiente (ya sabe, Julión Álvarez, Rómulo Farrera, tío Chus Alejo, y un creciente etcétera). A Morena no se le ve un buen gallo todavía, pero dados los resultados de las pasadas elecciones, cualquiera que se haga de su candidatura tendrá grandes probabilidades de crecimiento, sobre todo si el Peje vuelve a competir. Finalmente, es necesario señalar que hasta el momento, aún no asoma con fuerza un perfil femenino, político o ciudadano, al que ya se le pueda apostar un poco. Esperamos aparezca para que se enriquezca el escenario.