11 Abril 2016
Rodrigo Ramón Aquino
Ellos, los verdes
Eduardo Ramírez Aguilar, aún presidente del Partido Verde Ecologista de Chiapas y presidente del Congreso del Estado, subió a su cuenta de Facebook una foto junto a Fernando Castellanos Cal y Mayor, presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, capital del estado, en la que dice que cenaron y pasearon en San Cristóbal de Las Casas.
Yo —a lo mejor puede decir que no tengo nada que hacer— la compartí y luego surgieron, espontáneos, comentarios referentes a los corruptos que son o a la posibilidad de su diversidad. Ningún comentario de esos está avalado por mí, desde luego, pero muestran el ánimo, no siempre el más objetivo, que de ellos se tiene en redes sociales.
Lo que digan o no de ellos, no es de mi jurisdicción; cada quien es libre de opinar lo que a su juicio le hace justicia a estos personajes. Mi trabajo sí consiste, por ejemplo, en intentar dilucidar lo que significa la foto compartida este fin de semana.
Para nadie es secreto que mientras estos dos cuadros políticos del Verde —sin duda, los principales, al menos en la carrera sucesora— se saludan públicamente, sus respectivos equipos de trabajo se tiran hasta heces. Ellos lo negarán, pero son viles y silvestres en el trabajo sucio (y lo confirmo cuando, de vez en vez, y de manera más recurrente, hasta el más chimuelo cree mascar tuercas y me manifiesta su enemistad y enojo, sólo por mencionarlo).
¿Pero la foto qué significa? Siendo simplistas, no podemos descartar que ya crecieron lo que pudieron. Uno con paga exagerada, otro con el favoritismo de quien manda, se dieron cuenta que, o se alían o se alían, si quieren alguna posibilidad para ser.
A estas alturas, quien vaya como candidato del Verde no garantiza nada de nada, así que, o se tragan su orgullo o pierden todo.
Todos unidos contra Melgar, pareciera la consigna entre las filas locales del partido que gobierna. Los miembros tucanes más destacados saben que, quieran o no, les van a imponer candidato en el 2018 y ya buscan alternativas.
Lo que termina en darle en el traste a estos verdolios es que mientras están obligados a limar asperezas, de entre sus filas ya surgió un cuarto en discordia, que sin haber hecho campaña durante ¿ya tres años?, aparece muy bien posicionado en la encuesta interna que el que manda en el estado mandó a hacer. Y ese es un tal Emilio. Otro dolor de cabeza. Para ellos, al menos.
Y, no obstante, si volteamos a ver afuera de este color, las condiciones no son tampoco las mejores.
En este escenario, puede que el venidero 2018 albergue la elección gubernamental más competitiva en muchos años en Chiapas, pero no necesariamente la más saludable, democráticamente hablando.
Hay, en un concepto, una lamentable crisis democrática. Y eso sin mencionar la descomposición social, económica y administrativa, de la que han dado cuenta con detalle muchos colegas.
ÁGORA
HEBDÓMADA: 1. f. Espacio de siete años. Las setenta hebdómadas de Daniel. 2. f. p. us. Semana.
“Felices puntos del sol,
cuyas veloces tareas,
siendo, como sois, las doce
horas del día alimentan
las hebdómadas de quien
el curso de los planetas
también los meses componen.”
PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA, El viático cordero. Loa para el auto-sacramental (Madrid, 1665).
CORRILLO
ALERTA: “Hoy he vuelto a pasar por un intento de asalto mientras trabajaba. Retratabanuna fachada, a unas cuadras del centro, cuando un sujeto me puso un especie de picahielo en la espalda y me pidió la mochila. Mi reacción fue aventarme a la avenida a lo loco. Sólo perdí la playera a la que le hizo un hoyo y un leve rasguño en la espalda. Estoy bien. Ya en casa. Tranquilo, porque estoy vivo y conservo mis herramientas de trabajo, pero con furia dentro de mi porque cada vez es más dificil estar en paz con una cámara en la calle. Redacto estas líneas sólo para poner en alerta a mis compañeros. Mucho cuidado al moverse en el centro del lado sur. Justo ahí donde la ciudad está convertida en una porquería. Abusados banda (fotógrafo Ariel Silva)”.