05 Julio 2016
Rodrigo Ramón Aquino
FALSO POPULISMO
Y a todo esto, qué es pues el mentado populismo. El episodio canadiense de enfrentamiento discursivo entre los presidentes Enrique Peña Nieto y Barack Obama nos hizo nuevamente reparar en el concepto.
La tradición Krauziana nos evoca a los regímenes peronistas, chavistas y más reiteradamente al «riesgo» de gobierno tropical que representa el lopezobradorismo. Desde el poder, nos han hecho creer que el populismo es malo. Muy malo a decir verdad.
La connotación negativa que alcanza niveles peyorativos se ha intensificado en el discurso oficial desde Salinas de Gortari a la fecha, sobre todo ante la latente posibilidad de que un gobierno de izquierda complete la transición democrática en el país.
La Real Academia de la Lengua nos dice que el populismo es la «Tendencia política que pretende atraerse a las clases populares”. Y según otras acepciones, se usa para “designar a la corriente ideológica que sostiene la reivindicación del rol del Estado como defensor de los intereses de la generalidad de una población con el fin de lograr la justicia social y el estado de bienestar”.
De modo que en estricto sentido, el populismo es bueno porque procura atender a los sectores menos privilegiados y más alejados de los beneficios de las acciones del Estado. Se refiere a la sensibilidad popular en la política. El populismo debe distinguirse así mismo del popularismo (tendencia artística que incorpora elementos populares a su expresión).
¿Qué es lo malo del populismo? Sin duda, la demagogia. Decir que se defienden las causas del pueblo sólo en el discurso y con exclusivos intereses de rentabilidad electoral.
Es, pues, este falso populismo el que merece todas las críticas porque se aprovecha de las necesidades apremiantes de la población con menos oportunidades.
Desde la aspiración a un cargo de elección popular, así como en el ejercicio de gobierno, quien se ocupa de las clases populares no como convicción política personal u obligación institucional, sino por meras motivaciones egoístas, no es populista, es un farsante y un verdadero peligro para la democracia.
Hagamos un pequeño ejercicio y nos preguntemos: ¿Quiénes de la clase política de Chiapas son populistas y quiénes meros farsantes?
ÁGORA
¿Quién estaría interesado en enfrentar al diputado local y hoy secretario general del CEN del PRI, Williams Ochoa Gallegos, con el exgobernador del estado de Chiapas y hoy cónsul de México en Orlando, Juan José Sabines Guerrero, al grado de hacer pasar como nota un trascendido pagado en la edición dominical del periódico Milenio?
En la columna informativa “Con pies y cabeza” y bajo el título de “Molesta a Juan Sabines relevo en el PRI”, se publicó lo siguiente:
“El nombramiento de Willy Ochoa como secretario general del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI causó molestia al cónsul de México en Orlando, Estados Unidos, el exgobernador de Chiapas Juan Sabines Guerrero. Se dice que una vez más los grupos afines al ex mandatario no pudieron cerrarle el paso al Beltronista, toda vez que se le volvió a imponer como hace unos años en la diputación local, federal y ahora en el cargo priista.”
¿O caso será posible que el que cayó pa´rriba anda envalentonado, rasquita, y con ganas de revivir viejas rencillas?
Estaremos pendientes a una eventual respuesta del examandamás o de algún heraldo negro.
CORRILLO
Amor de tres, es una mala relación, dice la letra de una cumbia muy conocida en México. Pieza pegajosa que bien se la podrían dedicar al senador Roberto Albores Gleason, extemporáneo dirigente estatal del PRI en Chiapas.
Hasta hace poco, su amor político por un sucesor no tenía más destinatario que el diputado local y presidente de la Junta de Coordinación Política en el Congreso del Estado, Hugo Pérez Anzueto.
Y no es que el chiquitillo haya cometido mayor error, hace lo que puede, sino que como dice Reyli: “¿Quién se metió entre nosotros? ¿Quién te llenó de primavera esos ojos?
El tercero en discordia, que bien sabe que en el amor y la política todo se vale, es Rubén Zuarth Esquinca, el ex de Prospera y suplente senatorial de RAG.
Ambos harán su luchita por ser felices.