06 Julio 2016
Rodrigo Ramón Aquino
Criticable
La frase atribuida al expresidente de México, Gustavo Díaz Ordaz, y que recientemente pronunciara el gobernador Manuel Velasco Coello, al dar cuenta de las pérdidas económicas por los bloqueos carreteros en Chiapas, causó alarma por la falta de tacto y sensibilidad política dado el contexto de protesta que se vive.
Hubo quienes, ante el rechazo del gobierno federal de modificar las políticas de implementación de la reforma educativa y el preocupante anuncio de fin del tiempo para dialogar por parte de Miguel Ángel Osorio Chong, vieron en el desliz discursivo de Velasco una amenaza velada al magisterio.
Se llegó a comparar el “hemos sido tolerantes a excesos criticables” con el mensaje dado por Díaz Ordaz un mes antes de la matanza de estudiantes del 68. Las frases son idénticas, pero definitivamente Velasco no es Díaz Ordaz. No son iguales ni en aspecto, ni en pensamiento, ni en procedimientos.
De Velasco no se conoce (al menos no la recuerdo en este momento) una sola frase que valga la pena ser citada. De hecho, es por todos conocido que su habilidad discursiva no es envidiable y que en la historia no se halla precisamente su asidero intelectual.
Lo dicho es criticable por lo insensible que es, no por lo amenazante. Muestra y confirma las deficiencias de los perfiles que conforman el círculo cercano de colaboradores del gobernador. Muy seguramente hubo cachetadas (metafóricamente hablando) y cortes de cabeza (otra vez, metafóricamente).
El estilo de gobernar de Manuel Velasco es, en todo caso, y concediendo, conciliador; no de horca y cuchillo. Incluso, de su administración sí se podría decir que ha sido tolerante a excesos criticables, pero no en el tema magisterial, que por competencias está fuera de su cancha, sino con los demás temas de índole local que sí está en sus manos resolver.
En todo caso, siempre será preferible un gobierno tolerante que privilegie el diálogo, a uno autoritario y represor. Pero es criticable.
Ágora
Perlas negras de Gustavo Díaz Ordaz:
-“No busco el aplauso del pueblo, de la chusma, ni figurar en los archivos. Al carajo con el pueblo y con la historia.” Gustavo Díaz Ordaz al periodista Ricardo Garibay, en los últimos días de su sexenio, en medio de una gran impopularidad.
-“Se enriquece el zoológico. En la siguiente gráfica aparecen algunos de los nuevos ejemplares adquiridos por las autoridades para divertimiento de los capitalinos… Estos monos fueron colocados ayer en sus respectivas jaulas.” Pie de foto equivocado en una imagen de Díaz Ordaz. 23 de junio 1966.
-“Di por qué, dime Gustavo. Di por qué eres cobarde. Di por qué no tienes madre, dime Gustavo por qué”. Cántico estudiantil con la tonada de “Di por qué”, de Cri-Cri. Agosto de 1968.
-“¿Juventud? Esos hijos de la chingada no son juventud ni son nada. Parásitos chupasangre. Pedigüeños, cínicos, analfabetas… ¡Carroña! Y ni siquiera tienen huevos para enfrentarse de veras, para dar lo que llaman su batalla. ¡Su batalla! ¡Hijos…! ¡Hijos…!” Recuperado del diario de Díaz Ordaz por Enrique Krauze para el libro La presidencia imperial.
Corrillo
Muy interesante fue la reacción de algunos ínclitos tricolores chiapanecos al darles a conocer ayer el corazón dividido en el que se encuentra RAG por las recientes dudas que le surgieron sobre a quién confiar el proyecto sucesorio en la dirigencia del PRI estatal que le garantice la candidatura roja. Lo palabreado estaba con Hugo Mauricio Pérez Anzueto, pero ahora quién sabe. Y quién sabe porque en los corrillos políticos está comenzando a tener “likes” y “compartidos” el escenario en el que el también alborista Rubén Zuarth Esquinca estaría en el mismo nivel de confianza que Hugo Pérez para resolver desde el partido los preparativos para el tiempo en que ya no sea necesario que los rojos oculten la cabeza.