25 Julio 2016
Rodrigo Ramón Aquino
Chamula, las preguntas
Cuando ocurrió la rapada de maestros en Comitán, el gobernador Manuel Velasco puso el grito en el cielo y llamó reiteradamente barbarie al hecho. En estricto sentido, no fue una barbarie, fue violencia sí, pero no de la magnitud que él expresó. El magnicidio en San Juan Chamula del sábado 23 por la mañana, ese sí fue una barbarie, pero el titular del poder Ejecutivo evitó utilizar el término.
Los chiapanecos merecemos saber qué exactamente ocurrió. ¿Es verdad que las autoridades de Hacienda le dieron 50 mdp en efectivo al extinto presidente municipal y éste no los entregó a las comunidades? ¿O a pesar de la exigencia reiterada de Domingo López y sus seguidores, el gobierno del estado nunca entregó los recursos?
Si el dinero efectivamente fue entregado, que las autoridades nos expliquen ¿qué mecanismos fiscales permiten disponer de tremendas cantidades de dinero y entregarlas en efectivo a los titulares de los gobiernos municipales indígenas?
Si no fue entregado, ¿por qué razón no respaldaron al presidente municipal y lo acompañaron a explicar a los habitantes de las comunidades las razones de los atrasos?
¿Por qué no atendieron las señales de alerta, del EZLN, del periodista Pepe Crocker, de otros tantos? A lo mejor ya no hay dinero para inteligencia y también queremos saberlo.
¿En dónde está el dinero público en Chiapas? ¿Por qué no hay si se supone hay finanzas sanas? ¿Dónde está el dinero que le corresponde a los municipios, a las dependencias, a los organismos descentralizados, a los proveedores, a los becados, a los pensionados, a los Premio Chiapas? Si nos explican, entenderemos; si nos mienten, será sólo por un tiempo.
¿Por qué los habitantes de San Juan Chamula se matarían entre sí por dinero? ¿Qué se les prometió, qué no se les cumplió?
Este municipio, con más del 90 por ciento de su población dependiente de programas sociales de gobierno, siempre ha sido un polvorín. El clientelismo, esa disposición de apoyar proyectos políticos a cambio de dádivas y apoyos, tradicionalmente le había funcionado al PRI, ¿qué pasó entonces con el PVEM?
Quizá en el afán de cambiar el rojo por el verde se prometió más de lo que se podía cumplir. El problema del clientelismo, tan efectivo en elecciones, es que llega el momento en que se vuelve insostenible. No hay dinero que alcance. Y cuando la política se sustituye por dinero, los actos de barbarie son sólo una de sus consecuencias.
Ágora
Es interesante lo de Chamula. Hay quienes opinan -ya sabe, los que buscan destruir para volver a construir- que ya mucho daño han hecho los partidos y que lo mejor es que ya no se metan. Déjenlos vivir en su dinámica, insisten. Hay los otros -más aliados del gobierno- que dicen que nada tienen que ver los partidos, que es una disputa caciquil por los recursos públicos y nada más. Los culpables son ellos mismos, afirman. No es tan sencillo como el blanco y negro. Nunca es así. Por supuesto que el asunto es histórico-antropológico, pero innegablemente político. Pedir no politizar la situación es ridículo. Sólo un claro pacto político, a la vista de todos en su confección, plural, puede ser la guía para encontrar soluciones duraderas. Partamos de diagnóstico profesional ¿es un asunto económico, social, político o es una suma de todos los anteriores? Las promesas de campaña incumplidas son innegable factor, negarlas o no nombrarlas, no va hacer que desaparezcan. La instalación de la Comisión para la Reconciliación del Municipio de Chamula pretende ser un primer paso.
Corrillo
Llevar a cabo los trabajos de la Comisión para la Reconciliación del Municipio de Chamula desde el Congreso del Estado será complicado para quien es el presidente de la Mesa Directiva y presidente del PVEM en Chiapas al mismo tiempo. Debería considerar dejar alguna posición.