MEXICO, D.F., 24 de Noviembre de 2013.- En un abierto acto de campaña por la dirigencia de su partido, el senador Ernesto Cordero afirmó que el PAN debe “dejar de ser comparsa del gobierno de naturaleza y tradición autoritaria” de Enrique Peña Nieto.
Cordero utilizó su informe como senador –a la que lo obliga la ley- para presentarse como la opción para rescatar al blanquiazul, en momentos en que la división interna se aviva por la disputa de la dirigencia.
“La gente nos percibe divididos, confrontados, que abandonamos las causas históricas y seguimos la agenda que nos marca el gobierno”, dijo ante legisladores panistas, dos gobernadores, el coordinador en el Senado, Jorge Luis Preciado y decenas de acarreados, principalmente de Oaxaca que llevó la diputada Eufrosina Cruz.
En el informe-mitin –que ocupó dos salones rentados del World Trade Center-, Cordero sostuvo que el PAN necesita volver a ser oposición, con una dirigencia “con autoridad moral” y que la postura del partido ante el gobierno debe ser con “rumbo y brillo propio”.
El ex secretario de Hacienda en el calderonismo provechó para cuestionar la caída de la economía que, dijo, en el sexenio pasado terminó con una perspectiva de 3.5 por ciento del PIB –aunque la promesa de su ex jefe Felipe Calderón fue de 6 por ciento- y ahora está por cerrar a menos de 1 por ciento en 2013.
Cordero invitó a escucharlo a los gobernadores de Sonora y Baja California Sur, Guillermo Padrés y Marcos Covarrubias, respectivamente, así como al ex gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, ex coordinador de la estructura electoral de Josefina Vázquez Mota, luego de que ésta ganó la contienda interna de 2012 al ahora senador.
En su balance, Cordero dijo que en su primer año como legislador –Calderón lo puso en el primer lugar de la lista de candidatos plurinominales- ganó “batallas y perdió otras”.
El panista fue destituido de su cargo como coordinador de los diputados, luego de que se ventiló el uso irregular de los fondos del PAN en el Senado, así como “préstamos” a ex funcionarios del gobierno pasado e incluso al cuñado de Calderón, Juan Ignacio Zavala.