28 abril 2018.
Manuel Zepeda Ramos
Dicen los que saben que hacía más de 25 años que los candidatos a la Presidencia de la República no se sometían al escrutinio de los estudiantes de Educación Superior.
Pues eso sucedió el viernes 27 de abril en el Tecnológico de Monterrey, allá en la Sultana del Norte.
El ganador de esta comparecencia, por mucho, fue José Antonio Meade Kuribreña, el candidato de la coalición Todos por Mexico.
Durante más de una hora, habló de todo con todos.
Pepe Meade tiene una visión amplia, tiene una visión de mundo por su experiencia acumulada en el servicio público. En la primera intervención, introductoria de 10 minutos, planteó de manera resumida la evolución de México en los últimos 100 años, para concluir que sin bien somos un país paritario, no somos un país igualitario. Todavía somos un país en donde los estudiantes que terminan la preparatoria siguen siendo pocos y menos aún los que terminan la Educación Superior.
La visión que tiene del México real, Pepe Meade la adquirió desde los primeros años, en la sobremesa de la casa paterna en donde se discutían y analizaban, todos los días, los grandes problemas nacionales con el padre que es un economista y abogado y una madre terapeuta de la educación especial. Desde allí quiso ser un servidor público al servicio de la nación. El ejemplo lo tuvo en casa, desde donde ha sentido siempre la necesidad de resolver problemas.
Su responsabilidad en el servicio público lo ha llevado a ser cinco veces Secretario de Estado, en administraciones distintas ejercidas por presidentes de partidos distintos. Por ese ejemplo paterno, siempre su preocupación mayor ante la Nación ha sido entregar bien sus responsabilidades asumidas. Esto lo ha llevado a servir siempre con trabajo de equipo, con mexicanos ejemplares bien formados que tienen el mismo espíritu de pensar en Mexico con todas las fuerzas.
Al preguntársele acerca de por qué había aceptado ser el candidato de un partido con tantas cola que le pisen, Pepe Meade contestó categórico: los partidos no tienen cola. La tienen los malos servidores públicos para quienes no habrán consideraciones. Voy a gobernar por el futuro de ustedes, las generaciones jóvenes de Mexico. Deben de sentirse orgullosos de haber organizado una comparecencia en donde participan los candidatos presidenciales.
José Antonio Meade es un experto de grandísimo nivel en la acción hacendaria. Con breves palabras y gran claridad describió como se da el flujo hacendario de la Federación hacia las entidades federativas. Aprendí que los estados ejercen más presupuesto -1.5 millones de millones-, que la Federación -1 millón de millones-, que deben ser para todos los bienes y servicios de las entidades federativas.
Le preguntaron por quién votaría de sus adversarios y de inmediato dijo que por quién presentara su 7 de 7. En el ejercicio público debe de haber trayectoria y congruencia. Ser Presidente de la República, digo yo, debe ser la gran muestra de solidaridad y honradez hacia el pueblo que habrá de ser gobernado con toda su confianza.
Le preguntaron por qué será el presidente de las mujeres. De inmediato dejó ver que con su gobierno habrá llegado la hora de las mujeres en un país como el nuestro que es paritario pero no igualitario. Los talentos femeninos deben ser reconocidos, por lo que habrán de tener los mismos salarios que los hombres en las mismas responsabilidades. El gobierno de Pepe Meade habrá de tomar acciones para satisfacer las necesidades de apoyo que una madre trabajadora necesita en el desempeño de su trabajo. Para ello habrán guarderías diurnas y nocturnas, escuelas de tiempo completo con comida incluida, así como guarderías de adultos mayores para coadyuvar al trabajo que ellas ya vienen realizando con los mexicanos de la tercera edad. Las mujeres profesionales como lo serán pronto las estudiantes del Tecnológico de Monterrey allí presentes, sin duda, tendrán cabida en el gobierno de Pepe Meade.
La relación con los Estados Unidos, la definió claramente, como conocedor del problema al fungir como Secretario de Relaciones Exteriores. Representan México y los Estados Unidos el ejemplo de las dos naciones del Planeta con mayores lazos de interés mutuo. Cada minuto del día representa un millón de dólares de comercio en la frontera norte. Obama ha sido el presidente de aquella nación que más expulsiones hizo durante su mandato. Hay 500 mil niños nacidos en Estados Unidos que viven en México producto de las expulsiones de connacionales. Esas variables reales no pueden pasar desapercibidas en una relación tan intensa, cotidiana, como la tienen las dos naciones.
La comparecencia de José Antonio Meade ante los estudiantes de Educación Superior del Tecnológico de Monterrey no tuvo un segundo de descanso. Diría que en mis casi 70 años de vida no había visto una que tuviera esa intensidad, en donde se dijera tal cantidad de información producto de la enorme experiencia acumulada.
En la medida en que el gasto del gobierno sea transparente, se habrá de evitar la corrupción.
Yo no sabía -creo que usted tampoco-, que desde la presidencia de Miguel de la Madrid los estudiantes mexicanos pueden gozar del beneficio del Seguro Social. Muchos de los estudiantes tampoco lo sabían, al grado que 60 mil estudiantes tuvieron intervenciones quirúrgicas pagadas por ellos en otros hospitales.
Mexico ha aprendido que en los próximos años habrá de encender muchos motores del desarrollo que funcionen afinados para diversificar nuestra oferta económica, de tal manera que se habrán de abrir muchos frentes que permitan la llegada de divisas para provocar la igualdad de los mexicanos que menos tienen.
Muchas preguntas más respondió Pepe Meade a los estudiantes de Educación Superior del Tecnológico de Monterrey, allá en la Sultana del Norte. Disparaba las respuestas con una velocidad pasmosa, impresionante, llena de cifras, citas de libros, nombres de películas que abonaban al tema analizado. Los muchos minutos del interrogatorio, se hicieron nada. Al final, la comunidad estudiantil, sobre todo la femenina, se volcó en aplausos y reconocimiento al candidato de la coalición Todos Por México.
Es imposible no establecer una comparación con el resto de los participantes candidatos.
Ricardo Anaya fue a repetir sus temas de las fotos digitales de Kodak tantas veces dichas con los mismos apoyos visuales, así como su manoseado tema del desarrollo tecnológico ejemplificado con el desarrollo automovilístico de Ford en New York. Como siempre, no se preparó y parecería que no le importó o estaba muy preocupado por las investigaciones judiciales en Europa.
Andrés Manuel López Obrador, de aburrimiento total. Lo mismo desde hace 18 años: el barrido de arriba para abajo, la mafia del poder, el innombrable. La corrupción se habrá de acabar por decreto: al ser él incorruptible, lo demás del aparato se convertirá en automático. De pena. Los estudiantes ya estaban muy inquietos, sobre todo por la lentitud en la argumentación y el consumo interminable del tiempo. AMLO no se ve bien. Habrá que sumarle las ideas expropiadoras que ese mismo día soltara Paco Ignacio Taibo, aplicables a las empresas que no jalen con el presidente López Obrador.
En la jornada estudiantil con la Educación Superior del viernes 27 de abril, el ganador indiscutible fue José Antonio Meade, sin ninguna duda. Salió a hombros con el aplauso fuerte del respetable. Los estudiantes contrastaron las fortalezas de uno y los otros. Fue un foro que representó a 14 millones de jóvenes en el país en edad de votar, que son el 30% del electorado nacional, suficiente para definir una elección.
No solo hay que sentirse Presidente: hay que parecerlo.
Pepe Meade lo logró.