Zedryk Raziel/Animal Político
CIUDAD DE MEXICO, 06 de julio de 2020./Zedryk Raziel/Animal Político.- Entre marzo y mayo, en plena pandemia de COVID-19, 1 millón 30 mil 366 trabajadores formales fueron dados de baja por sus patrones del seguro social, y tanto ellos como sus familias se quedaron sin cobertura de salud ante la enfermedad.
La cifra, disponible en bases de datos abiertos del IMSS, no necesariamente corresponde a pérdida de fuentes de empleo, pues algunos patrones, a fin de aminorar sus pérdidas durante la emergencia sanitaria, sencillamente tramitaron la baja de sus trabajadores y dejaron de pagar sus cuotas de seguridad social, aun cuando estos siguieron laborando.
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Partiendo del supuesto de que cada uno de esos trabajadores cobraba el salario mínimo, la cuota correspondiente que debía cubrir el patrón habría sido de alrededor de mil 100 pesos por cada uno, explica Eduardo Alcaraz Prous, coordinador de Planeación y Evaluación de la Dirección de Incorporación y Recaudación del IMSS.
Esto significa que las bajas del seguro social de marzo, abril y mayo significaron una pérdida para el instituto de aproximadamente 1 mil 133 millones 402 mil 600 pesos.
Febrero, el mes anterior al inicio de la pandemia, cerró con 20 millones 613 mil 536 personas que estaban aseguradas en todo el país. En marzo comenzó el declive: ese mes fueron dados de baja 130 mil 539 trabajadores, quedando un total de 20 millones 482 mil 943 asegurados.
La tendencia a la baja continuó en abril, cuando el IMSS registró 19 millones 927 mil 696 personas aseguradas (555 mil 247 menos que el mes anterior).
Esta caída significó una ruptura con la tendencia histórica al alza que se estaba registrando en el aseguramiento de empleados por las empresas. Durante 20 meses consecutivos, hasta marzo, el monto de trabajadores con seguro social en el IMSS se había mantenido en cifras por arriba de los 20 millones. El desplome de abril es comparable con la cifra de asegurados que había en julio de 2018.
En mayo pasado, cuando se pronosticó el pico de la pandemia, el número de asegurados volvió a caer en 344 mil 526 registros, para quedar en 19 millones 583 mil 170. Las cifras de junio aún no están disponibles.
Del total de personas que fueron dadas de baja del seguro durante la emergencia sanitaria, entre marzo y mayo, el 69.7% fueron hombres (717 mil 992), y el 30.3%, mujeres (312 mil 464).
El 66.3% del total eran trabajadores permanentes (683 mil 769), y el restante 33.7%, eventuales (346 mil 597).
Por actividad económica, la principal caída se registró en el sector de Servicios para Empresas, Personas y el Hogar, donde perdieron el derecho a la seguridad social 367 mil 473 personas (35.6%), seguido del sector de la Industria de la Construcción, con 262 mil 317 bajas (25.4%); de la Industria de la Transformación, con 210 mil 920 bajas (20.4%), y del Comercio, con 97 mil 079 bajas (9.4%).
El restante 9.2% está relacionado con los sectores de la Agricultura, Ganadería y Pesca; Industrias Extractivas; Industria Eléctrica; Transportes y Comunicaciones, y Servicios Sociales y Comunitarios.
Por entidad federativa, la mayor cantidad de bajas se registró en las entidades donde la principal actividad económica es el turismo, la industria y el comercio, las primeras en ser suspendidas por la pandemia. Así, en la Ciudad de México hubo 174 mil 311 bajas; en Quintana Roo, 113 mil 798; en Nuevo León, 85 mil 385; en Jalisco, 67 mil 642, y en el Estado de México, 58 mil 652. Estas cinco entidades concentran el 48.5% del total de bajas de aseguramientos en el IMSS durante la contingencia.
Eduardo Alcaraz Prous, coordinador de Planeación y Evaluación del IMSS, señala que los patrones sólo deben tramitar la baja de sus empleados cuando finaliza la relación contractual, y advierte que incurrieron en una irregularidad aquellos que mantuvieron a su planta laboral activa sin pagar sus cuotas de seguridad social, máxime cuando, observa, debieron estar protegidos tanto los empleados como sus familias en plena pandemia.
“El IMSS no puede saber si terminó la relación laboral efectivamente o simplemente el patrón aplicó la baja del instituto pero la relación laboral continúa, eso no se puede saber en el corto plazo. Pero no debería pasar”, indica el funcionario en entrevista.
“La solidaridad que ha mostrado la mayoría de los patrones ha sido buena; los trabajadores y sus familiares necesitan estar asegurados más que nunca en una época de emergencia sanitaria; esperamos que esto se reactive pronto para que puedan, los patrones que se vieron en la necesidad, por alguna circunstancia, porque cerró la actividad económica, se puedan reactivar para que vuelvan a reafiliar, recontratar a su personal y poder reactivar el empleo en general”.
Alcaraz Prous sostiene que el gobierno federal otorgó facilidades para que los patrones se mantuvieran al corriente con el pago de las cuotas de seguridad social de sus trabajadores. Por ejemplo, señala, se implementó un plan para que las cuotas de cada mes se difieran en 12 pagos. Es programa ha beneficiado a aproximadamente 10 mil patrones, afirma.
El funcionario indica que la crisis derivada de la pandemia metió freno a la tendencia al alza en las cifras de afiliación de trabajadores formales al seguro social.
“Previo a la pandemia, en los primeros dos meses del año, hasta febrero, se habían creado casi 200 mil empleos. Y en el momento que empieza la emergencia sanitaria, concretamente del 13 de marzo en adelante, es cuando se empieza a ver la desaceleración en la creación de empleo y ya con tasas negativas. Está claramente relacionado que es el punto en el tiempo en el cual empieza toda la emergencia sanitaria, las medidas de distanciamiento social, de parar toda la actividad económica, y que eso es lo que hace que se frene la creación de empleo”, explica.