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MEXICO, D.F., 30 de Abril de 2014.- Efectivos de la Policía Federal y del Instituto Nacional de Migración detuvieron a un contingente de cerca de 300 migrantes centroamericanos –entre ellos tres mujeres embarazadas, una anciana y niños— que el lunes salieron del albergue “La 72” de Tenosique, Tabasco, con el fin de recorrer la ruta del Golfo para llegar a la frontera con Estados Unidos en la comunidad de Chacamac, municipio de Emiliano Zapata.
Rubén Figueroa, del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), informó a este diario que hasta horas de la noche el grupo completo se encontraba bajo arresto en instalaciones policiacas y que durante el arresto se suscitaron algunas acciones de violencia por parte de los agentes federales. Hasta esa hora no se conocían más detalles.
El lunes se organizó una segunda caravana, como la que hizo ese mismo trayecto hasta el Distrito Federal la semana pasada. Ese primer grupo obtuvo, por gestión de la Secretaría de Gobernación y del INM, pases de salida con vigencia de un mes para cada uno de los migrantes, lo que les permite continuar el camino sin riesgo a ser deportados. De ese modo continuaron su ruta hacia el norte. Hasta ayer iban por San Luis Potosí.
En cuanto a la segunda caravana, como ocurrió con la primera, nuevamente los operadores del ferrocarril de la empresa Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec les impidieron subir a los vagones del tren conocido como La Bestia, que es la forma como estos migrantes indocumentados suelen trasladarse durante semanas hasta que llegan a Estados Unidos.
El contingente, que se reorganizó bajo la misma consigna que la caravana anterior, “Libertad de tránsito”, empezó la marcha a pie.
Hoy, cerca de las 21 horas, en su cuenta de Facebook, La 72, Hogar Refugio para Migrantes, que está a la orilla de las vías del ferrocarril de Tenosique, anunció: “Alerta Urgente: Hay un retén del INM y policías 15 kilómetros antes del municipio de Zapata esperando a la nueva #Caravana de #Migrantes”.
Minutos más tarde, el activista del MMM confirmó que la caravana fue interceptada y que todos los centroamericanos, niños incluidos, fueron llevados, en calidad de detenidos, al pueblo de Chacamac. De inmediato el director del refugio, fray Tomás González Castillo, se trasladó a la comunidad para asistir a los migrantes, en su mayoría hondureños.