+ Su falta ha impedido obtener beneficios a los productores de esta rama.
+ Manuel Cota Jiménez, líder de la CNC y senador por Nayarit aboga por un precio de garantía.
+ Recién presentó punto de acuerdo junto con el senador Héctor Yunes Landa, ambos del PRI.
MÉXICO, D. F., 07 de abril de 2015.- El Senado de la República aprobó un punto de acuerdo en el que exhorta al Poder Ejecutivo Federal, por conducto de la Secretaría de Economía, a analizar y emitir una Norma Oficial Mexicana que contenga las especificaciones de calidad que debe cumplir el piloncillo o panela para consumo humano, frente a su creciente demanda para consumo nacional y de exportación.
El punto de acuerdo de ese órgano legislativo, fue signado por los senadores Manuel Cota Jiménez, presidente de la Confederación Nacional Campesina, y Héctor Yunes Landa, ambos legisladores del PRI, quienes señalaron la importancia de encontrar a la caña de azúcar alternativas de uso industrial distintos a la fabricación del tradicional dulce, ante las dificultades de comercialización y exportación de este endulzante.
El líder de la CNC consideró que la falta de una Norma Oficial Mexicana ha impedido a los productores ser beneficiarios de una serie de programas y acciones institucionales, como el financiamiento, la adopción de nuevas tecnologías, la adquisición de maquinaria moderna y la búsqueda de mercados relacionados con diversas industrias fabricantes de alimentos y bebidas artesanales alcoholizadas.
El también presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería en el Senado de la República señaló entre otros aspectos importantes el establecimiento de un precio para el comercio nacional e internacional, pues en la temporada de fin de año el piloncillo se cotiza hasta en 10 pesos el kilogramo, y vuelve a un nivel bajo en enero-febrero de cada año.
La Confederación Nacional Campesina formó recientemente la Unión Nacional de Productores de Piloncillo, ante la necesidad de contar con una organización que, si bien está íntimamente relacionada con la caña de azúcar, se maneja totalmente independiente.
Los productores de piloncillo plantearon que el precio en el mercado nacional no debería bajar drásticamente en determinados meses del año, puesto que la oferta anual es similar al consumo nacional. Sin embargo, no hay un precio de garantía para los productores por no contar con una Norma Oficial que determine la calidad marcada por el mercado.
Anualmente se producen 60 mil toneladas de piloncillo en siete estados de la República: Veracruz, Quintana Roo, Nayarit, Jalisco, San Luis Potosí, Hidalgo y Colima. Veracruz aporta el 90 por ciento del total en el país.
Los principales centros de consumo de piloncillo, se encuentran en el Distrito Federal, Monterrey y Guadalajara.
El piloncillo se utiliza fundamentalmente en procesos de industrialización de alimentos, como en la fabricación de conservas y tequila. El principal mercado es el consumo doméstico. Miles de familias siguen utilizando al piloncillo como endulzante natural, incluso con preferencia sobre el azúcar refinado.
El proceso de fabricación del piloncillo, nada tiene que ver con la industrialización del azúcar. Simplemente la caña se muele, se extrae el jugo o sacarosa. Se somete a un proceso de cocimiento, limpieza de impurezas, se bate y envasa en estado líquido. Finalmente se enfría y de allí resulta el piloncillo.
Esta industria genera anualmente más de 70 mil empleos y se estima un valor de la producción anual de 400 millones de pesos, que es la derrama económica en los siete estados señalados.
Finalmente, los legisladores expusieron que existen grandes aspiraciones de mejorar esta industria y aumentar volúmenes de exportación de piloncillo al mercado de Estados Unidos, que es el principal consumidor de este edulcorante.