Enrique Hernández/Forbes México
CIUDAD DE MEXICO, 06 de Diciembre de 2016./Enrique Hernández/Forbes México.- El avión presidencial José María Morelos y Pavón es el segundo más caro del planeta y duplicó su precio de contado debido a que pagó una cobertura para enfrentar la depreciación del tipo de cambio, un sistema de defensa, equipo de cabina especial y un costo financiero de arrendamiento al Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras).
El nuevo avión del presidente Enrique Peña Nieto tuvo un precio de contado inicial de 127 millones de dólares (mdd), revela el contrato firmado entre el 1 de noviembre de 2012, cuya copia posee Forbes.
Sin embargo, lo que hizo disparar el costo de la aeronave son la adquisición de refacciones, de sistemas de defensa para evitar que sea derribado, de un nuevo equipo de cabina de pilotos, de equipos para cuando llegue al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y lo dejen en el hangar presidencial, de un seguro para protegerse del tipo de cambio (eso es como comprar coberturas del petróleo). Esto último blindó al comprador del avión, o sea a Banobras, de cualquier depreciación del peso frente al dólar.
Adicionalmente hay otro pago por una renta. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), quien es el usuario final y el responsable del avión y de los viajes del Presidente, también está obligada a pagar durante más de 15 años una renta anual a Banobras, que fue la que compró y puso el dinero para el avión Boeing y todas las piezas.
El precio total del avión a 15 años, un plazo al que está firmado el contrato de arrendamiento financiero, es de 461 mdd o 6 mil 094 millones de pesos (mdp). Mucho dinero para una aeronave en su tipo, pero la mayor parte de esos recursos públicos terminará en el pago de arrendamiento financiero y no en su chasis.
El avión presidencial de Arabia Saudita, que es un Boeing 747, tiene un valor de 520 mdd y es considerado el avión más lujoso utilizado por la corona. En tercer lugar está el Airbus A380 que usa el dictador de Zimbabue, Robert Mugabe, valuado en 400 mdd.
Luego está el Air Force del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con un valor de 325 mdd. El avión es un Boeing 747 con capacidad para más de 100 pasajeros.
La aeronave presidencial fue uno de los últimos pedidos del ex presidente Felipe Calderón, ya que el 1 de noviembre de 2012 firmaron el contrato Salomón Kuri Contreras, subdirector de Recursos Materiales de Banobras; Enrique Lara di Lauro, subdirector de Infraestructura Hidráulica Social Medio Ambiente de Banobras; Augusto Moisés García Ochoa, director general de Administración de la Sedena y Bryan L. Dittmer, director regional de Contratos y representante legal de The Boeing Company.
“Con motivo del contrato de arrendamiento financiero, del que no es parte (Boeing Company), celebrado con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a fin de conceder a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), se celebra el contrato para la adquisición de una aeronave de transporte estratégico para uso presidencial y del estado mayor modelo Boeing 787-8 MSN 40695”, revela una copia del contrato entre Banobras, Sedena y The Boeing Company.
Según el acuerdo suscrito, el Consejo Directivo de Banobras, mediante el acuerdo 048/2012, autorizó la operación del arrendamiento financiero, por lo que encargó la construcción del avión presidencial.
“Con fecha 29 de octubre de 2012 y mediante el oficio No. 6810 suscrito por el director general de Administración de la Secretaría de la Defensa Nacional, recibió instrucción de (la misma Sedena) para suscripción y cumplimiento del presente contrato, en el cual se describen los bienes a adquirir y los conceptos que deberán ser pagados por (Banobras)”. Todo eso se hizo al amparo del contrato de Arrendamiento que fue suscrito el mismo de día en que se hizo la compra del José María Morelos y Pavón.
Banobras es un banco dependiente de la Secretaría de Hacienda, que ofrece arrendamiento financiero, garantías financieras, servicios fiduciarios, asistencia técnica y financiera, estructuración de proyectos a los gobiernos federal, estatal municipal, así como a dependencias, paraestatales, empresas, fideicomiso y a todos aquellos que quieran un crédito para detonar infraestructura o un servicio público.
En el arrendamiento financiero del Boeing 787-8: Banobras se comprometió a comprarlo previamente a solicitud de la Sedena, quien asumirá en arrendamiento, control y operación una vez que llegue al país el aparato.
Posteriormente, el arrendatario, en este caso la Sedena, está obligada al pago de una cuota de renta durante un plazo forzoso, la cual deberá cubrir cuando menos el valor del bien, los costos financieros, los impuestos causados en la operación y en su caso los accesorios financiados.
La responsabilidad del arrendador, o sea Banobras, sólo se limita a la adquisición de los bienes pedidos por el arrendatario. Por su parte, el arrendatario, o sea Sedena, asume la responsabilidad del aseguramiento, mantenimiento, pago de impuesto y derechos, así como de las fallas o vicios ocultos que puedan presentarse.
Es un negocio perfecto también explicado en el análisis-costo beneficio presentado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en mayo de 2012, que a la letra dice: “El costo del avión en verde es de mil 679 millones 056 pesos”.
Por las dimensiones del avión y por seguridad, también invirtieron 43 millones 523 mil pesos en equipo de apoyo terrestre, 15 millones 592 mil pesos en equipo de rampa, 67 millones 613 mil pesos en equipo de apoyo de motor y 177 millones 144 mil pesos en repuestos.
La lista de compras continúa con un equipamiento de cabina por mil 067 millones 960 mil pesos, de sistema de defensa por 105 millones 477 mil pesos, así como una cobertura para el tipo de cambio en 176 millones 612 mil pesos.
La inversión del costo financiero de arrendamiento es de 2,761 mdp. El avión, para decirlo en pocas palabras, será pagado en abonos chiquitos por la Sedena a Banobras por los siguientes 15 años, incluso en el mismo contrato, que todos quieren tener, aclara de manera general el arrendamiento financiero.
“Las partes contratantes manifiestan su conformidad plena en asumir los derechos y las obligaciones que se adquieren en la celebración de este instrumento, con la sujeción a las siguientes (37) cláusulas”, señala la copia del acuerdo.
Entre las cláusulas que más destaca son la quinta donde explica que: “El precio total neto del presente contrato de adquisición a pagar por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) asciende a la cantidad de 127 millones 348 mil dólares, dicho precio es firme, fijo y definitivo”.
La empresa estadounidense proporcionará capacitación de mantenimiento, de operador de cabina y de vuelo para asistir la introducción de la aeronave, es decir, la Sedena recibirá 199 puntos de capacitación en un plazo de hasta 24 meses posteriores a la entrega del aparato.
En el apartado 36 del acuerdo sugieren y firman por separado 20 disposiciones finales como la configuración básica de la aeronave, requisitos y responsabilidades de entrega de la misma, garantía de cumplimiento, paquete de reacciones de a bordo, garantía de cumplimiento, divulgación de información confidencial, garantía de desempeño de la aeronave, garantía de anticipo, así como garantía del primer pago parcial.
A través de la décima séptima cláusula, el fabricante de aviones sugiere a la Sedena contratar un seguro de cobertura amplia de daños del avión, pues al momento de entrega del mismo, no se hace responsable de cualquier problema.
“En tanto Sedena tenga la posesión de la aeronave adquirirá y mantendrá un seguro (que podrá ser mediante un endoso a la póliza institucional de Seguros de Avión de la propia Sedena) y proporcionará un certificado de dicho seguro en el cual Boeing aparezca como asegurado adicional del seguro para cualquier reclamación o responsabilidad por: Lesión o muerte de cualquier persona o personas, incluyendo a todos los empleados de la Sedena”.
“Sedena adquirirá y mantendrá un seguro de Casco (Hull) y Casco de Guerra (War Hull) (que podrá ser mediante un endoso a la póliza institucional de seguros de aviación de la propia Sedena ) y requerirá que dichos asegurados otorguen una renuncia de todos los derechos de subrogación y recursos en contra de Boeing”.