- Proponen la instalación de plantas regionales procesadoras de lácteos
- Pequeños productores aportan el 80 por ciento de los volúmenes de captación
CIUDAD DE MÉXICO; 22 de noviembre de 2018.- Si el próximo gobierno de Andrés Manuel López Obrador, realmente quiere apoyar a los pequeños productores de leche –que aportan el 80 por ciento de los volúmenes de captación—sería indispensable contemplar la instalación de plantas regionales procesadoras de lácteos, y que LICONSA asuma la compra en su totalidad del producto de los pequeños productores.
Así, “se podrán reducir costos de transporte y, sobre todo, evitar el ‘turismo’ en pipas desde los centros de producción hasta la ciudad de México”, propuso el dirigente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, Álvaro González Muñoz.
Explicó que esta estrategia facilitaría la entrega de leche fresca en lugares de acopio cercanos a los establos o en las mismas plantas industriales en un proceso de rapidez y eficiencia. Esto se reflejaría en la reducción de costos en beneficio de los productores y de la empresa procesadora.
Este esquema, dijo, tendría efectos colaterales de gran beneficio no sólo para los productores de leche y sus familias, sino para la generación de empleos directos locales en los propios establos.
Además, la planta laboral local de alimentos balanceados, la distribución y comercio de medicinas veterinarias y de instrumentos específicos, como ordeñadoras, cántaros y otros envases para el manejo sanitario del producto, tendrían un efecto multiplicador en el mismo sentido.
Consideró que entre los productores de leche, en particular del segmento de pequeños y medianos, las expectativas en el corto y mediano plazo se presentan alentadoras, en especial porque la empresa LICONSA jugará un papel importante en la generación de empleos e ingresos en el medio rural del país.
Al respecto, propuso una serie de elementos que confluyen en el aumento de la productividad, de la calidad y sanidad para beneficio de la población mexicana. Por ello, consideró indispensable que la empresa señalada se constituya en factor de unidad del gremio de productores y se conserve la rectoría y dirección de la misma por el gobierno de México.
Apuntó que hay grandes posibilidades de que México sea autosuficiente en leche para el consumo directo por parte de la niñez mexicana y de la población joven del país. “No hay necesidad de importar “fórmulas lácteas” que, si bien son de bajo precio, también son de una pésima calidad y sanidad que ponen en riesgo la salud de los mexicanos”.
Hay todas las posibilidades de que productores de leche, directamente, incursionen en el comercio de leche fresca, de buena calidad y sin costos empresariales. “Lo mismo podemos comprometernos con los derivados lácteos cien por ciento genuinos, con reducción de precios hasta en 40 por ciento, comparados con los del comercio organizado.
En otro orden, Álvaro González propuso también realizar un estudio financiero de la empresa LICONSA, sobre la sospecha de que esta empresa importó leche en polvo descremada a un precio equivalente a $2,091 pesos la tonelada, hasta por un volumen de 40 mil toneladas adquiridas en el periodo de enero – julio de 2018, con un sobreprecio de 19 millones de dólares.
En las mismas fechas, añadió, el precio por tonelada de leche en polvo descremada en Estados Unidos, fue de 1,639 dólares, mientras que en Europa, el mismo producto tenía una cotización de 1,697 dólares la tonelada. Así, “la paraestatal LICONSA” compró a un sobre-precio por un total de 19 millones de dólares.