+ Firman Memorando de Entendimiento para impulsar el proyecto Resiliencia de las mujeres indígenas y rurales
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chiapas, 06 de agosto de 2021.- El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México, la Secretaría de Igualdad de Género del Gobierno del Estado de Chiapas (Seigen) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), firmaron un Memorando de Entendimiento que permitirá impulsar el proyecto “Resiliencia de las mujeres indígenas y rurales a los impactos de la COVID-19”, para promover la autonomía y los derechos de las mujeres indígenas en el estado, y contribuir a una mejor recuperación de sus comunidades frente a la pandemia.
La emergencia por COVID-19 mostró el impacto diferenciado de la crisis social, económica y de salud entre hombres y mujeres, siendo este último grupo poblacional el más afectado de manera negativa. En específico, las mujeres han sufrido una mayor disminución de los ingresos que ha tenido un impacto directamente relacionado con una reducción de la ingesta de alimentos y, al mismo tiempo, el aumento de la violencia doméstica.
En tanto, la vida de las mujeres indígenas y rurales, en su mayoría empleadas en el sector informal y carentes de acceso a la seguridad social, se encuentra aún más afectada por esta crisis sanitaria. Lo anterior, considerando que, en México, 84.3 por ciento de las mujeres indígenas rurales viven en situación de pobreza, y cuya condición puede deteriorarse gravemente de no tomarse medidas eficaces.
En su participación, el representante Residente del PNUD en México, Lorenzo Jiménez de Luisa, dijo que este acuerdo permitirá establecer una paleta de posibles pilares o campos de acción entre el PNUD en México y la Secretaría de Igualdad de Género de Chiapas.
“Vamos a trabajar en la identificación de violencia de género, capacitación financiera de mujeres rurales y campesinas, y en cuestiones de seguridad alimentaria. La idea es poder transmitir una sensación dignificadora a esas comunidades y que tenga un efecto multiplicador que se produce cuando uno aprende que otros lo están haciendo bien y que las condiciones de vida de las comunidades están mejorando”, agregó.
La secretaria de Igualdad de Género, María Mandiola Totoricaguena, agradeció y destacó, a nombre del Gobierno de Chiapas, la atinada decisión del PNUD y la FAO, de respaldar a las mujeres indígenas en un momento como el que se vive a escala global.
“Un momento que nos llama precisamente a poner énfasis en el modelo social y en las estrategias para la reducción de carencias, como mecanismos no solo de contención, sino también para la desarticulación de rezagos históricos”, agregó la secretaria Mandiola.
“Estamos ante acciones que, sin duda, tienen un efecto multiplicador en la sociedad en su conjunto, alentando una convivencia más incluyente, justa, armónica y libre de la violencia machista que lastima a todas y todos. Pero destaca particularmente que todo lo anterior, se está llevando a cabo con pleno apego a la libre participación y la autonomía de las comunidades indígenas”, enfatizó.
Por su parte, Eduardo Benítez Paulín, representante Asistente de Programas de la FAO mencionó que las mujeres son agentes cruciales en la lucha contra la pobreza rural, hambre y malnutrición. Representan, dijo, más del 50 por ciento de la mano de obra agrícola en países en desarrollo.
“Es fundamental tener a las mujeres como el centro de la cadena de valor para construir redes que puedan ayudarlas a llevar sus productos al mercado y contribuir a través de estrategias vanguardistas y conjuntas, la resiliencia de las mujeres indígenas y rurales de Chiapas buscando fortalecer las acciones del estado, y tener un enfoque multidimensional y culturalmente apropiado”, apuntó.
El proyecto que se implementará en la localidad de Sibacá en el municipio de Ocosingo, y en Chuchiltón en el municipio de Larráinzar en Chiapas busca identificar y abordar situaciones de violencia, lo que les permitirá establecer una red que permita la detección de mujeres y niñas en situaciones de violencia; desarrollar un modelo de referencia y guiar a las mujeres para que reciban la atención interdisciplinaria que ofrece el gobierno.
El segundo componente tiene por objetivo aumentar la salud financiera y resiliencia de las mujeres beneficiadas, para lo cual se les brindará educación financiera y se buscará crear grupos de ahorro solidario.
En una tercera línea de trabajo, el proyecto contribuirá a garantizar la seguridad alimentaria de las mujeres y sus familias, para lo cual, la FAO brindará talleres con perspectiva de género y capacitaciones sobre cadenas de valor sensibles al género, para ayudarlas a llevar sus productos al mercado.
Se espera que esta iniciativa permita consolidar redes físicas de sororidad entre mujeres indígenas y rurales de Chiapas para ayudarles a aumentar su participación económica y contribuir a una mejor recuperación de sus comunidades, procurando al mismo tiempo que tengan una vida libre de violencia con seguridad alimentaria y una buena salud financiera.
Estuvieron presentes: el alcalde Interino de Ocosingo, Pedro Gómez Mena; el presidente municipal de San Andrés Larráinzar, Teodulfo Pérez Hernández; la diputada electa, Adriana Bustamante Castellanos; el secretario para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Emilio Ramón Ramírez Guzmán; y la Oficial Nacional de Género del PNUD en México, Sol Sánchez Rabanal.