TUXTLA GUTIÉRREZ, Chiapas, 28 de Septiembre de 2014./Hermes Chávez./(muralchiapas.com).- Agentes de Investigación Criminal de la PGR rastrean a cabecillas de una presunta banda de traficantes de personas que operan a través de autobuses de turismo, teniendo como sede aparente Tuxtla Gutiérrez, capital del estado de Chiapas.
Las actividades de dicha agrupación delictiva salieron a la luz luego de que un vehículo turístico fuese interceptado en el kilómetro 133+500 del tramo carretero Raudales Malpaso-Cárdenas, luego de una denuncia anónima.
Los elementos, adscritos a la delegación en Chiapas de la Procuraduría General de la República (PGR) marcaron el alto al vehículo en el que viajaban 14 extranjeros centroamericanos.
El autobús matrícula 016-RK-9 del servicio público federal de color blanco no presenta logotipos visibles, sin embargo, tiene laminillas de identificación de la Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas A. C. (AMOTAC) con folio 33384 y de la Asociación Mexicana de Transportistas con número 15191.
El operador y copiloto, identificados como “Carlos” y “Alejandro”, respectivamente, se deslindaron de cualquier actividad ilícita asegurando que sólo cumplen órdenes de “la jefa” de la línea transportista.
Sin embargo, dos de los pasajeros quienes dijeron llamarse “Juan” e “Israel” (mexicano el primero y salvadoreño el segundo) reconocieron trabajar para “la jefa”, de la que no se revela su identidad por la investigación en curso, quienes les daba instrucciones.
La función de “Juan” sería la de acompañar a los migrante como guía en territorio nacional hasta la frontera norte, en tanto “Israel” se encargaba de “reclutar” cada mes a los extranjeros en la frontera con Guatemala, y trasladarlos a Tuxtla Gutiérrez, según sus propias declaraciones.
Los migrantes que viajaban en el autobús también los señalaron como ser las personas a las que contactaron para el viaje. En total viajaban seis hombre y ocho mujeres, entre estos siete menores de edad, además de los operadores.
Los conductores y los “guías” fueron puestos a disposición del Agente del Ministerio Público de la Federación, titular del Centro de Operaciones Estratégicas de la PGR con sede en Tuxtla Gutiérrez, en tanto los centroamericanos quedaron en manos del Instituto Nacional de Migración.