CIUDAD DE MEXICO, 11 de marzo de 2023.- El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que en su administración “no hay permiso para espiar, nosotros no espiamos a nadie, no es el tiempo de los gobiernos neoliberales”.
López Obrador señaló que en su administración “no hay ninguna instrucción para que se espíe a ningún opositor ni a ningún periodista, además ¿para qué vamos a espiar?”, espiar “es un acto de deshonestidad y falta de principios”.
Tras rechazar que su gobierno haya incurrido en espionaje, el ejecutivo Federal explicó que la labor de inteligencia, a diferencia del espionaje, “tiene que ver con los métodos para prevenir actos de sabotaje, de crímenes, porque el Estado tiene como propósito proteger a las personas, a todos, y para eso se requiere inteligencia”.
Como ejemplo, citó un reporte de 1979 sobre las reuniones que sostenía con dirigentes políticos, suscrito por el entonces titular de la Dirección Federal de Seguridad, Miguel Nazar Haro, donde se especifica lugar, hora, tema abordado e identidad de quienes participaron en un encuentro, cuando el mandatario federal era representante del Instituto Nacional Indigenista en Nacajuca, Tabasco.
López Obrador, también destacó que gracias a las labores de inteligencia que se realizan en su administración, fue posible salvar la vida del jefe de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, quien enfrentó un atentado en junio de 2020, con un saldo de dos escoltas fallecidos y más de 400 disparos contra el vehículo que lo trasladaba.
Insistió en “les tengo confianza a los mandos, porque saben muy bien que está prohibido el espionaje, no somos iguales”, y destacó que el espionaje “tiene que ver con la persecución política, con limitar las libertades, con amenazar, intimidar y reprimir a los opositores, lo que padecimos durante años”.
Recordó que, en el inicio de su carrera política en 1988, en su natal Tabasco, “tenía enfrente de mi casa, día y noche, un carro de espionaje, del grupo de espionaje del régimen, y desde luego intervenidos todos los teléfonos”. Destacó, incluso, que al llegar a la Presidencia “pedí mi expediente, y me lo mandaron completo del Archivo General de la Nación (AGN) de 1979, y esto fue al principio, luego, era seguimiento día y noche, y desde luego el teléfono, y todo, la represión, una vez me toletearon, he enfrentado el autoritarismo y desde luego el espionaje”.