Blanca Juárez/Factor Capital Humano
CIUDAD DE MEXICO, 13 enero de 2020./Blanca Juárez/Factor Capital Humano.- El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tiene los suficientes elementos para hacer obligatoria la inscripción de las trabajadoras del hogar lo antes posible, no es necesario esperar hasta abril del 2021, advierte la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
En el documento Doce recomendaciones para el programa de trabajadoras del hogar en el IMSS, la OIT señala que en este momento el instituto cuenta con la información y el apoyo político necesarios para proponer ante el Congreso de la Unión la reforma definitiva.
En abril del 2019, por mandato de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el IMSS inició un programa piloto de afiliación que concluye en septiembre de este año. Un mes después, el Congreso reformó la Ley del Seguro Social para darle la cobertura a las trabajadoras del hogar, pero los empleadores todavía no están obligados a inscribirlas ya que debe concluir el proyecto de prueba.
Seis meses después de que termine el programa, en abril del 2021, el instituto debe presentar ante los legisladores los resultados. Con esos datos, nuevamente modificarán la ley para que ya sea obligatoria la afiliación de esas trabajadoras.
Sin embargo, el IMSS ya conoce el perfil de las aseguradas, sus salarios reportados, la distribución por subdelegación, la dinámica de bajas y altas, entre otros aspectos, indica el estudio elaborado por Gustavo Picado Chacón, consultor del organismo internacional.
El IMSS también conoce “las fortalezas y las limitaciones del proceso de inscripción, recaudación y pago de contribuciones”, principalmente las dificultades que han tenido aquellas empleadas que laboran en varios hogares, advierte el especialista.
Reducción de las cuotas
Para la OIT, las empleadas del hogar son uno de los grupos más desprotegidos y con menos cobertura de derechos. El hecho de estar en los hogares obstaculiza la inspección del trabajo y el control contributivo.
“En la mayoría de los casos, son relaciones laborales sin contrato formal”. A muchas todavía les pagan en especie, tienen jornadas parciales o múltiples empleadores, lo que “dificulta aún más su formalización”.
Por ello, adelantar la obligatoriedad de la afiliación generaría un mensaje claro por los derechos de esas trabajadoras, considera la OIT. Retrasarla podría restar credibilidad al proceso, advierte.
Otra de las recomendaciones es la reducción de las cuotas patronales. A diferencia de otros empleadores, el trabajo que solicitan no es una actividad que les genere ingresos. Por eso hay “una baja disposición” de hacer otro gasto, pagando la seguridad social.
Para poder ingresar al programa, la trabajadora debe ganar por lo menos 3,819.82 pesos al mes. Si bien en promedio ganan 5,000 pesos mensuales, según el IMSS, en muchas comunidades del país no pueden alcanzar esa cifra, aunque laboren en varios hogares.
Pero suponiendo el caso de alguien que alcance ese mínimo y trabaja para un solo empleador, éste tendría que pagarle al IMSS un monto de 1,014.40 pesos mensuales, de acuerdo con la Calculadora de cuotas obrero patronales para personas trabajadoras del hogar del IMSS.
Esa cuota equivale a 26% del salario pagado. Lo que Gustavo Picado subraya en el estudio es “que conforme los salarios se incrementan, la tasa de contribución efectiva va descendiendo”. Sin embargo, es “excesivamente onerosa en los niveles más bajos de salario”.
El autor del estudio sugiere replicar lo que han hecho en otros países: reducir las contribuciones del empleador y la trabajadora. Aunque reconoce que estas medidas son rechazadas por funcionarios, políticos o empresarios.
En México, sugiere, se podría optar por disminuir 50% las cuotas patronales en los primeros 12 meses de su inscripción y 25% en los siguientes 12. A partir del mes 25, el empleador pagaría la tasa de contribución total.
El empleador debe hacer el trámite
La OIT también propone “establecer al empleador como el responsable de la inscripción de la trabajadora”. Así como mejorar la difusión del programa entre las partes involucradas.
En otros países donde las trabajadoras del hogar tienen seguridad social es una obligación que quien las contrata las inscriba. Generalmente tienen un plazo de 30 días después del inicio de la relación laboral para hacerlo.
En México es al revés, del total de consultas ingresadas a las plataformas del IMSS, 85% fueron de trabajadoras y tan sólo 15% de empleadores, destaca el documento de la OIT. El medio más utilizado para resolver dudas por vía telefónica.