MÉXICO, DF. 20 de Enero de 2015.- A pesar de los avances en materia de seguridad como la disminución en el delito de homicidios y extorsiones, no ocurre igual con el secuestro, admitió el presidente Enrique Peña Nieto. Insistió en el avance en algunos indicadores, pero de nuevo se mostró insatisfecho con lo alcanzado hasta hoy.
Además, aceptó que no obstante las modificaciones en materia de procuración de justicia, el sistema todavía no trabaja como debiera en favor de las víctimas.
Hasta hace algunos años, mencionó Peña, las víctimas también lo eran de un marco jurídico inequitativo que las limitaba en el ejercicio de sus derechos y se les trataba como meros espectadores del proceso de impartición de justicia, ocupando un lugar secundario cuando debían ser el centro de este proceso, señaló.
Indicó entonces que se requería un equilibrio de los inculpados y de los agraviados que con frecuencia -y aún ocurre en muchos casos-, podrían ser revictimizados.
El presidente Peña señaló que aún existen casos en el que con indignación e impotencia las víctimas se duelen de ser tres veces afectadas por un mismo delito: la acción de los criminales; la insensibilidad y burocratismo de quienes tienen a su cargo el proceso de justicia, y la impunidad que no castiga y no repara el daño.
Al inaugurar el foro Equidad para las Víctimas en el Debido Proceso Penal, el mandatario insistió: “queremos un México de orden, de seguridad, donde no haya corrupción e impunidad y donde se sancione a todo aquél que cometa un delito”.
Se trabaja en esa dirección, pero es una tarea inacabada, señaló. En el mismo foro, el jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, aseguró que hoy la víctima ha venido ganando un terreno que parecía perdido o relegado dentro del proceso de procuración de justicia.
Pidió también despejar de los ámbitos de seguridad toda la efervescencia política. Y como conviniera con él, más tarde Peña Nieto, apuntó: “lo ideal es que no hubiera víctimas”.
En su discurso, el presidente Peña lamentó que en algunas entidades se esté dejando hasta el final la instrumentación del nuevo sistema de justicia penal acusatorio.
“Aunque en varios estados es ya una realidad, pareciera que estamos esperando hasta el último momento para darle debida forma, para hacerlo realidad”, lamentó el mandatario.
Dijo que no obstante que la ley dio ocho años –que se cumplen en junio del próximo año– para aplicar este nuevo sistema, en algunas entidades hay demora, a pesar que se trata de un tema prioritario de la agenda nacional.