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Millones de niños y jóvenes en el Mundo protestaron el pasado 15 por el cambio climático en el “Fridays for Future”.
En México, en Chiapas, la Reserva de El Triunfo cumple 29 años.
Manuel Zepeda Ramos.
- Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Jorge Luis d’argence Morell, Raúl Peña Culebro, Arturo Moreno Manchinelli, José Carlos Pariente Minero, Miguel López Camacho, Ramiro Ordóñez Gipson, René Aramoni León, José Humberto y Carlos Enrique Messner Gutiérrez, entre otros queridísimos y eternamente hermanos de la primaria, encabezados por el señor Ramos nuestro maestro en el quinto año de primaria, fuimos a nadar al nacimiento de el Poti en el mes de abril.
Inolvidable experiencia: Agua cristalina, de más de 4 metros de profundidad en donde mojarritas que reflejaban el sol en sus escamas, buceaban con nosotros; árboles
cuajados de mango de cochi rodeaban lo que para nuestra edad era una inmensa poza de agua, infinita, que nos marcó para siempre. Seguramente, Adán y Eva allí nadaron porque era, realmente, el Paraíso Terrenal.
Hoy, no queda nada. El Poti es ahora una alcantarilla con heces fecales, agua turbia y mal oliente que cada año en las lluvias pone de cabeza a la zona norte oriente de la capital de Chiapas.
Casi sesenta años después el Mundo entero, en voz de millones de niños y jóvenes invitados por la activista sueca -casi niña-, Greta Thunberg, cuya convocatoria es ya tan importante como la de Malala en torno a la educación infantil para mujeres, protesta tumultuariamente por el Cambio Climático.
Niños y jóvenes de México -en varios estados-, niños y jóvenes de Suecia, España, Brasil, Italia, Estados Unidos, Inglaterra, Bélgica, en más de 150 países del Orbe y en más de mil 700 lugares de la Tierra, tomaron las calles para protestar porque los osos polares cada día tienen menos hielo para caminar y cazar y sí mucho más agua de muchos kilómetros cuadrados en donde habrán de ahogarse sin remedio como sino maldito, porque el irremediable deshielo habrá de provocar también que muchos puertos marinos se vean cubiertos por las aguas en donde Dos Bocas podría estar incluido con todo y refinería. En su intervención, la joven activista sueca analiza el futuro de sus hijos y sus nietos; piensa en el 2079 y lamenta el grado de destrucción que pudiera haber en el Planeta.
Mientras, en Chiapas, en plena Sierra, la Reserva de El Triunfó celebró el pasado trece, sus 29 años de vida. Con casi 120 mil hectáreas protegidas que abarcan los municipios de Villacorzo, La Concordia, Ángel A. Corzo, Siltepec, Acacoyahua, Mapastepec, Pijijiapan, el Monte Cristo de Guerrero y Escuintla, el Bosque de Niebla allí existente protege a las aguas de el gran Río Grijalva para que no le falte y para que no le falte también el vital líquido a las aguas de los rios de la depresión del Pacífico que desembocan al gran océano, así como también protege a las especies que están en peligro de extinción como el Pavón, el Quetzal, el Tucán, el Jaguar , el Puma, el Tejón, entre otras especies como batracios e insectos junto a las Bromelias, Helechos, Orquídeas y frutales específicos que sólo alimentan a las aves allí existentes y que deben protegerse para garantizar la vida necesaria.
El Mundo contrastado.
Al tiempo que las futuras generaciones protestan abiertamente por el Cambio Climático del que el presidente Trump lo califica como una mentira al servicio de los grandes intereses, en Chiapas existen muchas reservas protegidas como la de El Triunfo, producto de la visión de políticos y científicos locales y federales, que vigilan desde hace casi tres décadas la Reserva de la Biósfera, la vida que no deberá extinguirse para la buena marcha de las futuras generaciones de el Mundo.
Mientras, los ríos de Chiapas lucen contaminados, todos, por la negligencia y corrupción de autoridades locales y municipales y la destrucción de la selva avanza sin remedio sin que nadie la detenga perjudicando seriamente a esa Reserva de la Biósfera en detrimento de el Planeta.
Es el Mundo actual…y el Chiapas de hoy.