SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chiapas, 14 de Diciembre de 2014/Mirena Mollinedo/ASICh.- Los médicos tradicionalistas mayas se resisten a que desaparezca la milenaria tradición de curar con plantas medicinales, por lo que a través del Centro de Desarrollo de la Medicina Maya, CEDEMM, promueven la herbolaria tzeltal y tzotzil, como una forma de rescatar y preservar aquellas plantas medicinales de la región que hoy están en riesgo de extinción.
Al respecto, Agripino Ico Bautista informó que las personas que tienen este conocimiento ancestral de las plantas medicinales, son los médicos tradicionales indígenas, quienes poseen ese don, -que considera-, es dado por los dioses.
En entrevista informó que además del museo, en el que se comparte el conocimiento de la medicina maya, también se cuenta con 5 especialidades, entre estas citó a las parteras, hueseros, yerberos, pulsadores y rezadores de cerros.
“Son médicos indígenas que ellos no estudiaron, más bien es un don, nosotros le llamamos mandato de los dioses, porque ellos obtienen el conocimiento a través de un sueño onírico, a partir de los 15 años y después empiezan practicar, según el don que tienen, y así curan y así enseñan”, aseveró.
Agripino, quien tiene a su cargo el área de difusión en el Centro de la Medicina Maya, precisó que no hay que confundir a los médicos indígenas con brujos, aunque también saben hacer limpias para quitar el mal de ojo.
“A los médicos tradicionalistas no hay que confundirlos con espiritistas, brujos o charlatanes, son médicos indígenas que saben y conocen y sobre todo son médicos indígenas que están reconocidos en sus comunidades.
Los médicos tradicionales indígenas son tan reconocidos que hasta puede ser que tengan algún cargo en alguna iglesia, en su comunidad o en el municipio”, mencionó.
Explicó que cada especialidad tiene su don y conocimiento, “por ejemplo, el rezador del cerro, cuando alguien quiere pedir algo importante, tienen que pedir esa fuerza ante los ángeles en un cerro sagrado, hay que pedir a la madre tierra, a la naturaleza para que no haya ese castigo y dejar alguna ofrenda”.
“Afortunadamente es una alternativa para nosotros también, obviamente no estamos en contra de la medicina de patente, sino más bien sabemos que existe ese conocimiento ancestral y porque no aprovechar de ello”, manifestó.
Agripino admitió que las plantas medicinales “no tienen la misma reacción que con la medicina de patente, la que tiene químicos, porque es más tardado el efecto, puede llevar más tiempo la cura, pero es seguro y efectivo”, afirmó.
El Centro de la Medicina Maya, promueve más de 70 plantas medicinales para la cura de diversas enfermedades y se coordina con un centenar de médicos indígenas del Estado de Chiapas, OMIECH. ASICh.