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02 Junio 2017
Mario Tassías
Las elecciones del Estado de México, son un examen de lo que pudiera ocurrir en el 2018. En el Edomex se juega algo más que una elección. Está en juego el destino del país.
Pero los ojos están puestos en el bastión priista que al mismo tiempo representa un patriarcado del llamado Grupo Atlacomulco, apuntalado con la llegada a la gubernatura de Carlos Hank González en 1969. No obstante, el calendario electoral 2017 incluye a los estados de Coahuila, Nayarit y Veracruz. En Coahuila y Nayarit también se elegirá a gobernador, ayuntamiento y diputaciones, en Veracruz solo ayuntamientos. Es el Edomex, el motivo de atención.
Los días actuales muestran que la jornada electoral podría tener un final muy reñido. Dos de tres encuestas dan como ganadora a Delfina Gómez Álvarez de Morena, otra indica que Alfredo del Mazo Maza de una coalición encabezada por el PRI, será quien gane. Es lo que se podría asumir como casi un empate técnico.
Datos del diario Reforma indican que Gómez Álvarez obtendría el 31.9% de preferencias electorales, por el 30.7% de del Mazo Maza. A unas horas de la hora de la verdad, sus más cercanos contendientes Juan Manuel Zepeda del PRD y Josefina Vázquez Mota del PAN están en 16.8% y 14.1%, respectivamente. Quien resulte ganador tendrá en contra por lo menos el 60 por ciento de los electores mexiquenses y este dato también preocupa para el futuro.
Como todos los procesos electorales, este no es la excepción. Los candidatos han recurrido a todas las artes y mañas, para ganarse la preferencia de los electores. Es evidente que la insensatez y el despilfarro han estado presentes y en algunos casos se han robado la fiesta cívica.
Los candidatos, representan en algunos casos, opciones diametralmente opuestas. En otras como el combate a la corrupción y la impunidad, son candorosamente coincidentes. Han sostenido sus campañas con temas como seguridad, salud, educación, transporte, medio ambiente y otros. Lo interesante será saber qué fue lo que interpretaron o vieron los electores para acudir a las urnas. Para ello hay que juzgar que el Edomex es un estado pobre. Uno de los más inseguros y con mayor número de feminicidios. Recordar que un elector convencido contra su voluntad, sigue siendo de la misma opinión.
Los mexiquenses tienen la oportunidad de elegir a un heredero de la dinastía que se fundó con Isidro Fabela y vivir como hasta hoy. Con las evidencias de una casta que se ha enriquecido de forma descomunal, ofensiva y la intromisión del gobierno federal en el proceso en apoyo de su candidato.
La otra opción es para darle una ocasión a otra manera de ver y resolver los asuntos que competen a todos. Los mexiquenses no la tienen nada fácil, poseen la decisión en su voto. La cuenta regresiva ya se vive en horas y minutos. Estamos cerca de conocer si el examen cumplió con las expectativas.
El destino político del país, está en ese proceso electoral.
