CIUDAD DEL VATICANO, 18 de Agosto de 2013.- El Papa Francisco advirtió hoy que la fe no es decorativa ni un accesorio ornamental, porque seguir la religión cristiana es renunciar al mal y al egoísmo para elegir el bien.
El pontífice hizo esta reflexión durante un discurso pronunciado poco antes de rezar la oración del Angelus, desde la ventana de su estudio personal en el Palacio Apostólico del Vaticano y ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro.
Explicó que “no es que Jesús quiera dividir entre ellos a los hombres, al contrario, Jesús es nuestra paz, ¡es reconciliación! Pero esta paz no es neutralidad, no es acuerdo a cualquier precio.
El obispo de Roma hizo alusión a la frase de Jesús a sus discípulos: «¿pensáis que yo vine a traer paz sobre la tierra?, les digo que no, sino división”.
Indicó que significa que la fe no es algo decorativo, ornamental; que significa elegir a Dios como criterio base de la vida; que después que Jesús ha venido al mundo no podemos hacer como si no conociésemos a Dios y Dios no es neutro, Dios es amor.
Jesucristo no es quien divide a los hombres entre ellos sino al contrario, porque él es paz y reconciliación; pero esa paz no es neutralidad ni negociar a cualquier costo.
Afirmó que seguir a Jesús incluye renunciar al mal, al egoísmo y elegir el bien, la verdad, la justicia, también cuando eso exige sacrificio y renuncia a los propios intereses.
Según el Papa eso llega a separar, inclusive de los vínculos más estrechos y por ello se dice que Cristo es signo de contradicción.
Pero atención: ¡no es Jesús el que divide!, él pone el criterio: vivir para sí mismo, o vivir para Dios y para los demás; hacerse servir, o servir; obedecer al propio yo, u obedecer a Dios, estableció.
«Por lo tanto esta palabra del evangelio no autoriza, en absoluto, el uso de la fuerza para difundir la fe. Es justamente al contrario: la verdadera fuerza del cristiano es la fuerza de la verdad, del amor, que incluye renunciar a toda violencia. Fe y violencia son incompatibles», apuntó.