05 Octubre 2017
“EL COLAPSO DE LA EDUCACIÓN ES EL COLAPSO DE UNA NACIÓN”.
*** ¿Qué Paso Mis Amigos Diputados?
Exal Baltazar Juan Avila/APyPM/APM
VERDE.
Me llamo poderosamente la atención el siguiente mensaje que está circulando en las redes sociales, que considero, nada alejado de la realidad que vivimos hoy en día y además, uno de los factores que está interviniendo en la descomposición de la sociedad.
Rubén Martin Álvarez escribió en la puerta de entrada de una universidad sudafricana el siguiente mensaje:
“La destrucción de una nación, no requiere el uso de bombas atómicas, o el uso de misiles de largo alcance. Solo requiere bajar el nivel de la educación y permitir que los alumnos hagan trampa en los exámenes”.
AMARILLO.
¡Cuánta razón tiene!
Lo estamos viviendo en México. La amplia gama de programas de estudios de distintos niveles, brindan la oportunidad de continuar estudiando a cualquier joven o persona madura.
Los tenemos desde alfabetización, primaria, secundaria, preparatoria, licenciatura, maestría, y no termino de entender el por qué le llaman “doctorado”.
Hasta hace algunos años, cualquiera que terminaba la secundaria podía ser llamado profesor.
Con el tiempo, las universidades abrieron el abanico para ofertar las licenciaturas. Muchos empezaron a ser llamados “licenciados”.
Posteriormente, las universidades privadas fueron las iniciadoras en crear paquetes profesionales: “concluye la licenciatura y toma un curso de tanto tiempo adicional y saldrás con dos títulos, el de licenciado en… con maestría en…”. Actualmente las universidades públicas están haciendo lo mismo.
La moda en estos tiempos modernos es llamarle “doctor” aquella persona cuya especialidad, que inclusive, no tenga nada que ver con la medicina, pero… ¡ya es doctor en…!
Es común encontrarnos en cualquier transporte publico de cualquier ciudad del país, a un “doctor”… ¡sí! ¡Pero sin chamba! Y los que tienen un trabajito, son empleados de cualquier empresa, publica o privada.
En lo personal, nadie ha podido desvirtuar mis sospechas en relación en que también, a través de los alimentos, agua, aire, medicinas y vacunas nos están idiotizando a tal grado que estamos aceptando un tercer sexo que nos hace perder los valores morales convirtiéndonos lentamente en unos dependientes sin dignidad, sin criterio y sin valor.
Aclaro que no soy homofóbico, acepto, no de mi completo agrado, pero si con indiferencia y respeto.
ROJO.
Ignoro si Rubén Martin Álvarez haiga escrito los párrafos siguientes o fueron agregados por alguien más, ya que la frase se cierra con las comillas en la forma escrita con anterioridad; pero también coincido con esto:
“Pacientes pierden sus vidas en manos de tales médicos.
Edificios colapsan en manos de tales ingenieros y arquitectos.
Dinero se pierde en manos de tales economistas y contadores.
Humanidad muere en las manos de esos religiosos.
La justicia se pierde en manos de esos jueces.”
SEMÁFORO DESCOMPUESTO.
¿QUÉ PASO MIS AMIGOS DIPUTADOS?
Jesús Castillo Milla, Rodulfo Muñoz Campero, Judith Torres Vera, María Eugenia Pérez, Willi Ochoa, Cecilia López Sánchez, Rubén Peñaloza, Isaías Aguilar, Alejandra Cruz Toledo, Isabel Villers, entre otros; y digo mis amigos porque es la forma “política” en la que estilan referirse a la mayoría de los periodistas; ¿cómo es posible que quieran vernos la cara de tontos a los chiapanecos, engañarnos con “el coco”? ¡Por favor! ¡No abusen de nuestra nobleza! Todo tiene un límite.
Cada uno de ustedes tiene sus propios intereses encaminados a utilizar el voto de los chiapanecos en las próximas elecciones del 2018 para ostentarse como presidentes municipales o reelegirse como diputados locales. Otros aspiran ocupar un puesto dentro de alguna área del próximo gabinete. Otros asegurar la base en sus empleos de gobierno. Los pocos promover sus empresas logrando convenios presentes y futuros con el gobierno estatal. Todo es respetable. Porque cada ser humano que habitamos este globo terráqueo, deberíamos tener, además de madre; ambiciones personales…
¡Pero no traicionando al pueblo al que se deben! (Creo que me he equivocado al exclamar esta frase tan trillada en múltiples discursos y en la comidilla del pueblo o de la prole como dijera la hija de Enrique Peña Nieto). Esta frase es parte de la historia.
¿Por qué digo que es parte de la historia? Porque debemos de reconocer, que los votos que son emitidos en una casilla en cada elección, solo sirven como estadística, un parámetro que les indica a ustedes, como está el sentir de la gente y simular una democracia que estamos lejos de tenerla ante la opinión internacional.
Aquí y ahora, la política en México ha dado un giro inesperado para las masas que no terminan de comprender que es lo que está sucediendo, porque permanecen anclados en la historia de aquellas frases de los verdaderos revolucionarios y de los héroes de la independencia, sin darse cuenta, que estamos retrocediendo a la época de los reyes.
Si señores. Así como son escogidos los funcionarios para ocupar los cargos en las distintas dependencias, de esta misma forma están siendo “elegidos” nuestros gobernantes estatales y federales.
Por eso dicen con todo cinismo algunos diputados locales, federales, senadores, presidentes municipales ante la pregunta sobre si piensan buscar tal o cual puesto de elección popular: “lo que diga el jefe” dejándose ver como si fueran canes bien amaestrados esperando la orden del amo.
Hay peores. Los que ni siquiera tienen esa cualidad. Se convierten en simples títeres. En una marioneta movidos por hilos, aparentemente ocultos. Permanecen callados, sin decir nada, solo oprimen el color del botón que el titiritero quiere, para encender la luz en el panel de votación.
Rosalinda Orozco, la panista que con gran valor y coraje peleo jurídicamente el derecho de estar como diputada local, cuando había perdido en las casillas; logro que un tribunal federal la reconociera como diputada plurinominal en esta LXVI legislatura. Claro, aparentemente nada le debe al pueblo, pero así como pretende engañar al abstenerse de votar la aprobación para que Manuel Velasco Coello, endeude más a los chiapanecos así se está engañando creyendo que el sueldo, las compensaciones y todo el dinero que pueda estar recibiendo como diputada, proviene de la bolsa del gobernador o de los mismos diputados.
¡Por favor Rosalinda! “El que calla, otorga”. Digno hubiera sido en que, votaras en contra de esa nueva deuda que tendremos que pagar todos los chiapanecos que si trabajamos.
Votaron por quitarle el financiamiento a los partidos y fue un gran ejemplo a nivel nacional. Lo único bueno que habían logrado hacer en estos dos años de ocupar una curul en el congreso, lo borraron con la parte del cuerpo que sirve para dos cosas, para sentarse y para sacar los desechos de su organismo.
Cuánta razón tiene Rubén Martin Álvarez, quien me inspiro en el tema principal de esta columna: “La destrucción de una nación, no requiere el uso de bombas atómicas, o el uso de misiles de largo alcance. Solo requiere bajar el nivel de la educación y permitir que los alumnos hagan trampa en los exámenes” y desde luego “Mi teoría basada en la alimentación, agua, aire, medicinas y vacunas nos idiotizan y ha creado un tercer sexo, haciéndonos perder los valores morales convirtiéndonos lentamente en unos dependientes sin dignidad, sin criterio y sin valor.”
Señor gobernador, Manuel Velasco Coello, amigos diputados… Que el Supremo Creador del Universo les otorgue un espacio en el firmamento, porque en el corazón de los chiapanecos han clavado un puñal traicionero y certero.
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Chiapas-México.