+ Se requieren 600 mmdp anuales para el acceso universal a los servicios de protección a la salud y a una pensión en México
+ Indígenas principalmente los marginados: faltan parteras capacitadas y hasta bancos de sangre para atender hemorragias
+ Tasas de mortalidad materno infantil 30 veces superiores en Chiapas y Oaxaca a las del DF y Monterrey
México D. F., 29 de junio de 2014.-Lograr el acceso universal a la seguridad social para los productores del campo será uno de las acciones más trascendentales de los últimos 40 años, afirmó el senador Gerardo Sánchez García, presidente de la Confederación Nacional Campesina, tras denunciar que el problema del 85% de la población rural no solo es la falta de ingreso y el difícil acceso a los servicios educativos, base de cualquier cambio profundo, sino el vivir siempre con el fantasma de la carga de enfermedad y cercanía a la muerte, por no tener una cobertura de atención médica y medicamentos cuando lo necesitan.
El líder de la CNC informó que el acceso universal a los servicios de protección de la salud y a una pensión en México requiere recursos de una magnitud superior a los 600 mil millones de pesos anuales, incluidos medicamentos, pero aclaró que en el campo esto coadyuvará a la rehabilitación agraria para que los jóvenes herederos puedan compactar mayores superficies, una vez que quede resuelto, mínimamente, el ingreso de los titulares de derechos agrarios y comunales de los más viejos, principalmente mujeres mayores de 60 años.
Por lo tanto, dijo, y para complementar los 6 Ejes de la Reforma Profunda del Campo en materia productiva, propuestos por la CNC, el eje transversal de la seguridad social universal es un proyecto de cambio estructural de enorme importancia para el agro a fin de evitar que su población, la más pobre del país- en especial las mujeres y los adultos mayores-, incurra en gastos catastróficos que agravan su miseria o que siga teniendo altas tasas de mortalidad materno infantil, pues en algunos estados como Oaxaca o Chiapas son 30 veces superiores si las equiparamos con las del DF o Monterrey, situación inaceptable desde todo punto de vista.
El legislador que representa en el senado al estado de Guanajuato indicó que lo anterior es más relevante ante el cambio del patrón epidemiológico de enfermedades prevenibles por vacunación, como la viruela, sarampión, escarlatina y polio, entre otras; infecciosas –diarreas, cólera; o endémicas —paludismo–, que diezmaban a la población del campo hace 40 años y que hoy enfrenta males crónicos con un alto costo de atención, como son el síndrome metabólico, la presión arterial alta, obesidad, diabetes, colesterol y triglicéridos fuera de rango; derrames cerebrales, infartos y tumores que llevan a su muerte prematura y a gastos catastróficos que agravan su miseria.
Sánchez García criticó la falta de un de un padrón confiable de asegurados en el IMSS, ISSSTE y el Seguro Popular; las grandes asimetrías y obsolescencias que hacen muy difícil la prestación de servicios razonablemente homogéneos y que en el caso específico de los habitantes del campo es en donde se presentan las mayores deficiencias en el servicio por incipiente infraestructura y baja cobertura en el número de intervenciones, tiempos de espera y falta de acceso a medicamentos por lo que el gasto de los magros recursos de los campesinos es cercano al 50%.
El dirigente de la CNC afirmó que esta realidad fue presentada en el foro más reciente que sobre la Reforma para la Transformación del Campo se presentó en la ciudad de Mérida, Yucatán, en donde se denunció que el 5.4% de la población total del país vive en comunidades con menos de 5,000 habitantes con escasos servicios básicos, sanitarios y de salud, carencia de infraestructura de comunicaciones y es atendida, cuando cuenta con centro de salud, por paramédicos o pasantes de medicina, al grado de que en muchos poblados ni siquiera se cuenta con parteras capacitadas ni acceso a bancos de sangre para atender hemorragias.
No obstante, consideró que es posible cumplir con este profundo cambio estructural, de una magnitud que pocos conocen y dimensionan, con una gran disciplina, organización, recursos, honestidad y talento pero, sobre todo, tiempo, por lo menos 15 años.
Por lo tanto, concluyó, es urgente, y así se asienta en la propuesta de la CNC, el acceso de los campesinos a los servicios de salud, ya que hasta el momento la mayoría de los pobladores del sector rural, alrededor de 25 millones de mexicanos, principalmente los indígenas, se encuentran marginados de este derecho establecido en la Constitución.