20 agosto 2018
Manuel Zepeda Ramos.
La obtención de los permisos correspondientes y la instalación de un sistema de comunicación moderno en Chiapas, los inició el gobierno de Patrocinio González Garrido y los continuaron los gobiernos de Eduardo Robledo, Julio César Ruiz Ferro y Roberto Albores Guillén. Podemos decir que el estado de Chiapas puede operar estaciones de radio y televisión en una superficie muy amplia del estado en donde los espacios incomunicados son realmente mínimos.
A la estación de radio comunidad indígena de San Cristóbal de las Casas en la frecuencia de Amplitud Modelada -AM-, ya existente de muchos años atrás, se fueron agregando las estaciones de Frecuencia Modulada -FM-, de Tuxtla Gutiérrez, Tonalá y Tapachula, cada una de las tres estaciones con 50 mil watts de potencia. La capacidad de las dos estaciones de la costa permite al estado de Chiapas estar en comunicación con prácticamente todas las comunidades que se encuentran en el litoral del Pacífico y en la parte de la sierra que mira hacia su depresión. Hay puntos de la geografía chiapaneca en donde la señal de Tonalá y Tapachula se entrecruzan por la enorme potencia que poseen, sin menoscabo de interrupción alguna dado que transmiten en diferentes lugares del cuadrante. En Ocosingo está una estación en AM que llega prácticamente a toda la selva, lo que permite entablar comunicación con los habitantes de esa zona del estado. En Palenque hay otra estación más de FM, que llega a otra parte de la selva y en Tecpatán está instalada otra estación en AM que puede cubrir una región muy importante que es la de la etnia zoque, la más grande de Chiapas. También existía el proyecto de dos radiodifusoras más en Comitán y en Pichucalco, pero no se si se hubieren instalado. Por último, también existen los permisos para la instalación de sendas estaciones de televisión en Tapachula y en Palenque. A mi me tocó instalar y poner en operación la de Tapachula, pero ignoro si sigue en operación. También ignoro si existe alguna estación del lado de Benemérito de las Américas que, por su crecimiento demográfico de los últimos tiempos, debería de contemplarse algún instrumento de comunicación con esa parte de la población chiapaneca.
Como pueden observar, queridos lectores, el estado de Chiapas posee una gran capacidad comunicativa con su población que ya la quisieran muchas entidades federativas de la Nación. Solo se compara con los sistemas del Estado de México, Sonora, Baja California, Hidalgo, Veracruz y Quintana Roo. Desde ese punto de vista, creo que tenemos en Chiapas una gran fortaleza que facilitaría el esquema de gobernanza y comunicación constante para con los chiapanecos.
Habría que trabajar muy fuerte.
La radio y la televisión se hace con talento, imaginación y escritura: se hace con oficio y conocimiento; se hace con una vocación de servicio que está por encima de muchas vocaciones; vocación de entrega total a la comunidad.
La radio y la televisión, para que sean realmente profesionales, se deben de escribir previamente. Las grandes estaciones que son responsables de su trabajo, cada programa que emiten al aire cuenta siempre con el respaldo de un guión en donde se escribe lo que habrán de decir las personas que intervienen en la realización del programa: en Radio Universidad Veracruzana, la estación que me tocó en suerte transformar al cien por ciento gracias al apoyo de la SEP para desarrollar el proyecto de comunicación de la ciencia como modelo a seguir en todo el país, producíamos un programa diario, de lunes a domingo -de un total de 64 a la semana-, que se llamaba Revista Campesina, de 5 a 7 de la mañana. Se escribían diariamente 32 cuartillas que eran el alma del programa. El conductor daba la hora exacta: son las 5 de la mañana con 23 minutos y esa era la hora; nada más que el programa se había producido con 6 días de antelación. De ese tamaño era la perfección de la producción y la continuidad. Revista Campesina ganó uno de los siete premios nacionales de ese año, de once que se otorgaban en el Sistema Nacional de estaciones Permisionarias y Culturales. Le ganamos de calle a Radio Educación y a Radio UNAM. En la televisión de la Universidad Veracruzana, que me tocó fundarla, hacíamos dramatizaciones sobre leyendas de Veracruz, con la participación de la compañía titular de Teatro, el taller de producción escenográfica, los escritores dramáticos adscritos a la compañía y los técnicos calificados de la televisión universitaria. El resultado ha sido cualquier cantidad de leyendas que andan transmitiéndose por todo el país en donde puedes observar una gran calidad de producción que lo ofrece el oficio de hacer las cosas bien y con vocación. Cuando se pudo reiniciar en el 2013, con todo el apoyo de el Ejército Mexicano, el desfile conmemorativo de la batalla del 21 de octubre de 1863 celebrando el 150 aniversario de su triunfo, hicimos una radio novela con Mario Galindo y Rafael Gómez, con guion de Juan Rivero que fuera mi director de Radio Universidad Veracruzana y luego también de la Televisión Universitaria. Fue un éxito en Radio Lagarto y en el Sistema Chiapaneco de Radio Y televisión. Los jóvenes de secundaria supieron quien fue don Salvador Urbina y don Luis Vidal y don Ángel Albino Corzo y don Senobio Aguilar y tantos héroes chiapacorceños -hombres y mujeres- y comitecos que lucharon ofreciendo su vida por el futuro de Chiapas y la República.
Las efemérides, las dramatizaciones para explicar la acción de los programas de gobierno, programas dedicados a los niños, a las mujeres y a la tercera edad, programas para el mejoramiento del lugar que se habita, programas para la alimentación del ganado, el cuidado de los bosques y la flora y fauna endémica, el cuidado del agua y los suelos de Chiapas, la recolección de la basura para evitar la contaminación de las ciudades, cualquier cantidad de programas de música que expliquen el origen y trayectoria del compositor, la información diaria de lo sucedido en Chiapas y en el Mundo, cualquier cantidad de programas dedicados a la salud y su explicación clara, las transmisiones de los juegos deportivos, las mesas redondas del conocimiento con los especialistas, las entrevistas a los funcionarios de gobierno para saber el pulso del avance de los programas, radio teatro y tele teatro de los autores del mundo, dramatizaciones de los cuentos de los autores mexicanos, lectura de poesía, programas musicales para dar a conocer las manifestaciones artísticas de los chiapanecos, la transmisión en vivo de los conciertos de los artistas chiapanecos y cientos y cientos de programas más, es tarea de un sistema tan lleno de posibilidades para el solaz, el esparcimiento, la cultura y el conocimiento, así como el avance de los programas de gobierno que benefician a los chiapanecos y los informen del avance diario del estado.
Un Sistema Chiapaneco de Radio y Televisión como el que existe en nuestra tierra no solo es indispensable; es necesario para coadyuvar en la formación integral de todos los que habitamos en esta tierra. Debe ser un referente para valorar la buena marcha de nosotros y de nuestros gobernantes. La mayor información emanada del estado sobre el estado mismo, la Nación y el Mundo que podamos recibir, siempre la habremos de agradecer y qué mejor que sea en un complejo sistema como el que ya tenemos y que costó mucho dinero, tiempo y esfuerzo en construirlo.
Este cambio de gobierno debe ser un buen momento para repensar seriamente en enriquecer la escritura y la producción de los programas que deben de crearse para varios millones de chiapanecos que deben de tener un vehículo paralelo de información y de conocimiento para el beneficio del aprendizaje chiapaneco.
Un sistema de Radio y Televisión como el nuestro, es un asunto serio de seguridad, porque información y conocimiento también es seguridad.
Vigilemos por su buena marcha.