MEXICO, D.F., 11 de Febrero de 2014.- La atención a la violencia contra las mujeres, la salud reproductiva y la conciliación entre la vida laboral y familiar son temas fundamentales para reducir las brechas de desigualdad entre mujeres y hombres, señaló la directora general de Institucionalización de la Perspectiva de Género del Instituto Nacional de las Mujeres, Adriana Borjas Benavente.
En la Reunión Nacional de Trabajo para la Integración de Proyectos para el Programa de Fortalecimiento a la Transversalidad de la Perspectiva de Género, la funcionaria federal señaló en un comunicado que los mecanismos para el adelanto de las mujeres son fundamentales para posicionar la agenda de género en todo el país.
“Responder a las mujeres para hacer efectivos sus derechos nos demanda desarrollar programas innovadores y eficientes que nos permitan implementar acciones con visión de género, transformando la cultura institucional para avanzar hacia la igualdad”, sostuvo. Agenda
Reconoció que la puesta en marcha de acciones públicas en favor de las mujeres, precisa de recursos, por lo que este año el Inmujeres trabajará bajo una nueva óptica en la que se darán recursos a los mecanismos estatales y municipales.
Recordó, el año pasado se alinearon las Reglas de Operación para el 2014 del Programa de Fortalecimiento a la Transversalidad de la Perspectiva de Género con el Proigualdad y con el Plan Nacional de Desarrollo.
Explico que con esta nueva etapa del Programa de Transversalidad, se incrementa considerablemente el monto a otorgar, para que cada entidad obtenga entre siete y ocho millones de pesos.
“Los recursos del Programa de Transversalidad del Inmujeres están mejor orientados. Queremos incidir realmente en los temas donde son más necesarios”.
Las tres modalidades del Programa, precisó, son para que los Mecanismos para el Adelanto de las Mujeres se fortalezcan, para que impulsen acciones focalizadas concretas y para robustecer el vínculo institucional.
Abundó que lo más importante al diseñar y llevar a cabo las propuestas para obtener recursos es que estén claramente perfiladas a la reducción de las brechas de género en los estados y municipios, además de que sean factibles de institucionalizarse.
“Queremos que sus proyectos se transformen en políticas públicas, en presupuestos estatales para la igualdad, en programas estatales permanentes”, dijo.