+ El consumo per cápita en México es de 160 litros de refresco al año y sólo 38 de leche
+ Eso explica que el país sea campeón mundial en obesidad y de los punteros en diabetes, asegura el FNPCL
MÉXICO, D. F., 04 de Octubre del 2013.- Los pequeños y medianos productores de leche urgieron al gobierno federal establecer un impuesto compensatorio a sueros, fórmulas lácteas, quesos, yogures y grasas de importación, a fin de que estos productos no se conviertan en barrera infranqueable para que los ganaderos nacionales reciban un precio justo que garantice la recuperación de costos y una utilidad razonable.
Así lo señaló el presidente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, Álvaro González Muñoz, y afirmó que los productos provenientes del extranjero constituyen una fuerte competencia para la producción nacional y una presión a la baja de los precios de la leche nacional y sus derivados. “En realidad no se ha valorado la calidad y frescura de los productos que ofrecemos en México, comparados con lo que se importan, que en su mayor parte son artificiales o, en ocasiones, llegan congelados de meses o años atrás”.
Tras de urgir que se graven las importaciones de lácteos, el dirigente dijo que un mejor precio por litro para pequeños y medianos productores fortalecería su capitalización y terminaría con la angustia de tener que recuperar costos, frente a la constante alza de alimentos balanceados y granos como maíz y trigo, pasta de soya y salvado, que se utilizan como suplementos para mantener sus hatos lecheros.
En relación al aumento de impuestos y precios comerciales de los refrescos, González Muños sostuvo que los ganaderos esperan una recuperación de las bebidas preparadas con leche, pues cada vez que hay un incremento a las bebidas endulzadas, se da una migración hacia productos más saludables.
Actualmente, agregó, vemos con buenos ojos el repunte del consumo de leche, dado que las bebidas azucaradas son caras y hacen daño a la salud. El líder de esta rama productiva consideró que en México el consumo de refrescos es alarmante, ya que la penetración comercial llega hasta los lugares más apartados y, de acuerdo con informaciones oficiales recientes, el consumo per cápita es de 160 litros de refrescos al año, contra 38 litros de leche.
Esto explica, resaltó, que México sea campeón en obesidad y puntero de la diabetes en el mundo, lo que lleva a concluir que los refrescos, según los reportes médicos en el mundo, son unos “asesinos silenciosos”.
“Este es uno de los graves problemas que se tiene en México, el permitir que agua endulzada con gas, se cotice a precios más altos que el litro de leche, con la diferencia de que, producir un litro de leche, cuesta alrededor de 7 pesos y el trabajo invertido es muy complicado, mientras que producir refrescos es mucho muy sencillo y de bajos costos”.
Por eso, enfatizó, los productores de leche hemos sostenido conversaciones con diputados y senadores del Congreso de la Unión, para que se graven los derivados lácteos de importación y las leyes que resulten de sus discusiones, formen parte de la miscelánea fiscal que ellos analizarán en las próximas semanas.
Para los productores sería importante que se aplicara un impuesto a estos productos lácteos, tanto nacionales como extranjeros, de tal manera que el bajo precio no sea pretexto para que las empresas procesadoras y comercializadoras de los mismos, se conviertan en una competencia ruinosa con sus alimentos chatarra, que solamente son motivo de obesidad para la niñez y juventud del país, y un engaño para todos los consumidores.
Álvaro González Muñoz expresó que “la importación y comercialización de derivados lácteos de ínfima calidad, lo consideramos los productores nacionales de leche, como una contradicción del propio gobierno federal, porque, primero, crea programas de fomento productivo, da crédito a los productores para instalación de pasteurizadoras; fomenta las inversiones, y, finalmente, abre las fronteras a la importación de lácteos.